Este sábado todos los fans del del hockey estaban delante del televisor esperando uno de los momentos de la temporada que prometían sacarnos de la atmósfera opresiva que rodea la pandemia de Covid-19, el primero de los partidos al aire libre programados esta temporada para sustituir a los eventos en estadios suspendidos por la misma.

Y hay que decir que el inicio del mismo ofreció lo que prometía, y es que a pesar de las previsiones de pérdida en esta temporada, la NHL sabe que se juega las ganancias de futuras a la vez, y estos NHL Outdoor Games son un banderín de enganche espectacular para mantener alta la moral de los aficionados y ganar aficionados entre el público que cambiaba de canal cuando este deporte aparecía.

Un entorno natural bellísimo al que acompañaba la nieve en los alrededores de la instalación, uniformes preciosos en los que incluso se suprimió la publicidad en los cascos presente en los partidos normales, y como árbitros dos pesos pesados en el mundo de los refs, Wes McCauley y Kelly Sutherland.

Todo dispuesto para que la NHL brillara en todo su esplendor, pero hubo otro elemento que decidió brillar y acabó aguando, nunca mejor dicho, en parte la fiesta. Y es que aunque todos los elementos que entraban dentro del control humano funcionaron a la perfección, el que no, la Madre Naturaleza conspiró contra el disfrute de los aficionados, y es que a pesar de la temperatura ambiente próxima a los cero grados, ideal para el partido, la falta de las nubes que se esperaban, hizo que el sol recalentara los logos de color oscuro presentes en el hielo forzando su licuación.

El primer tercio fue transcurriendo a pesar de ello, aunque desde el principio se veía incluso en la pequeña pantalla, que el hielo estaba sufriendo muchísimo y en los escasos fogonazos que se pudo ver la acción de las palas recogiendo nieve en los tiempos muertos televisivos se veía que se retiraba más cantidad de la habitual.

Llegó el primer descanso, y transcurridos los 18 minutos de rigor, el partido no volvía a reanudarse, los técnicos eran incapaces de devolver al hielo a un estado que no pusiera en peligro a los jugadores, así que tras varios aplazamientos parciales el partido se reanudó con la luz de los focos ocho horas después disputándose con normalidad.

Colorado se embolsó el triunfo

En lo deportivo, partido entre dos de los grandes aspirantes a la Stanley Cup 2021 en el que Colorado Avalanche se impuso a los Vegas Golden Knights. Los herederos de los Quebec Nordiques fueron superiores y aunque el marcador quedó ajustado por el gol final de Alex Tuch, el partido estuvo teñido del color borgoña de los Avs.

Retraso en el segundo partido

Todo esto ha conllevado que el segundo partido del evento, el que enfrentará a Boston Bruins y Philadelphia Flyers se haya desplazado del horario diurno y se juegue a las 1:30 hora peninsular española. Una solución que aunque no es la más deseable, ya que el horario diurno, como se pudo comprobar en el primer periodo, es el que permite la contemplación del entorno que engrandece el partido, si que permite a día de hoy el desarrollo del partido con la máxima seguridad.

Será después de este segundo partido cuando se decidirá si estos eventos al aire libre pueden tener continuidad, tanto desde el punto de vista económico, como técnico, pero a pesar de las dificultades ya parecen haber cogido un pellizco en el corazón de los aficionados.