Los números

Récord: 39-32-11

Estadísticas (ranking):

Power play %: 20,6 (17)

Penalty killing %: 75,0 (28)

Goles a favor por partido: 3,01 (17)

Goles en contra por partido: 3,06 (18)

Las expectativas

Tras las salidas de Dustin Byfuglien y Jacob Trouba, la defensa del equipo había sufrido una bajada de calidad que en parte se encargó de solucionar desde los tubos Connor Hellebuyck. Brenden Dillon y Nate Schmidt llegaban al equipo para reforzar esa línea y el objetivo de la franquicia sin duda era volver a estar entre los 16 que luchan por la Stanley Cup en las eliminatorias directas, ahí estaba el aprobado, buscando la nota en el hecho de pasar eliminatorias.

Los hechos

El equipo empezó con un mes de octubre en números positivos, pero sin ocupar en ningún momento de manera clara puestos de playoff, rozándolos pero sin ser capaz de agarrarse a ellos, ya fuera en los divisionales o de wild card. Sin entrar en una dinámica totalmente negativa, el equipo no terminaba de romper, y Paul Maurice, tras nueve temporadas en el cargo, dimitió alegando que el equipo “necesitaba una nueva voz”. Esa nueva voz no sería la de Dave Lowry, el técnico interino solo consiguió números de clasificación en el mes de marzo en los restantes de la campaña, totalmente insuficiente, quedando a ocho puntos del segundo wild card del que se apropiaron los Nashville Predators.

Kevin Cheveldayoff, tras escapar a la metralla que dejó el escándalo de Brad Aldrich en Chicago, renovó por tres años su contrato como gerente general a pesar de que la temporada se acabó en abril y desde la franquicia recibió el encargo de devolver el equipo al grupo de los mejores.