Como si de un estadio de fútbol se tratase, el circuito de Misano se preparaba para una batalla sin igual. Rossi y Lorenzo se jugaban en el último tramo del Mundial el título más disputado de las últimas temporadas. Márquez, autodescartado por su patinazo en Gran Bretaña, miraba los toros desde la barrera. Pero actuaba de observador participante. Y de hecho, en la locura de Misano, fue el más hábil. Porque no se jugaba nada.

La guerra psicológica entre los dos de Yamaha arrancó en la clasificación, cuando el italiano estorbó a Lorenzo en una de sus vueltas lanzadas, aunque sin impedir que lograse la pole, por delante de un inspirado Márquez y el propio Valentino. Pedrosa, con buen 'feeling', se quedaba cuarto a pocas milésimas de la primera fila. Y cuando todo el fin de semana había sido en seco, apareció el mayor aliado de Rossi, la lluvia.

La carrera fue declarada en seco y Lorenzo trató de perpetuar su estrategia con un par de vueltas estratosféricas que sólo Márquez podía seguir. Rossi, por su parte, sufría al no tener el ritmo de los dos pilotos más rápidos del campeonato. Pero las gotas llegaron a tiempo para ayudar al ídolo local. Los tres favoritos entraron a la par en boxes a cambiar de moto, y el escenario cambió radicalmente.

El cielo se alía con Rossi

Rossi, jaleado por sus incondicionales 'tiffosi', se lanzó a tumba abierta a por un triunfo 'back-to-back' tras la exhibición acuática en Silverstone. Lorenzo, lejos de la rendición, plantó batalla a un Valentino que olió sangre con el agua. El balear se agarró a la rueda del italiano durante varios giros, llegando ambos a dejar atrás a un Márquez que no tenía el ritmo de ambos sobre piso húmedo. Pero la carrera iba a dar otro giro más: la pista se secaba.

Foto: Mirco Lazzari/Getty Images

Y se notó quién no se jugaba al título. Márquez optó, a falta de diez giros, por entrar a boxes y cambiar a moto de seco. Rodando siete segundos más rápido que las Yamaha, la victoria estaba cantada. Los pilotos de la marca de los diapasones, sin embargo, no entraban pese a que desde 'pit-lane' les marcaban 'In'. Era una batalla psicológica entre Rossi y Lorenzo. A ver quién podía más.

Lorenzo patina con neumáticos fríos

Fue Lorenzo el que se decidió, desde la ventaja que te da rodar en segunda plaza, entrar en la calle de boxes. La grada de Misano se echaba las manos a la cabeza, conocedora de que Valentino había cavado su tumba. Pero todo iba a cambiar en apenas unos segundos. Cuando Rossi entró a boxes a arreglar el error, en ese mismo instante, Lorenzo se fue al suelo al forzar demasiado con neumático frío

Foto: Mirco Lazzari/Getty Images

Con Márquez lenzado a por la victoria y un podio completado por dos pilotos que apostaron por no entrar en boxes, Bradley Smith y Scott Redding. Rossi finalizó en una quinta plaza que le permitía acercarse más a un título que ansiaba desde hace años. 23 puntos separaban al mito italiano de su rival balear, más tocado que nunca en toda la temporada.