Parecía que la trayectoria en Fórmula 1 de una joven promesa, se estancaba por momentos. Sergio Pérez debutaba en el año 2011 en la máxima disciplina de la competición de cuatro ruedas de la mano de Sauber. El de Guadalajara llegaba después de haber sido segundo en la GP2 con el equipo Barwa Addax Team y lo hizo de forma notable en su año de debut. No obstante, fue la temporada siguiente, en 2012, cuando dio un pasito más adelante llegando a conseguir tres podios. Por ello, tras su buen año el equipo McLaren llamó a su puerta para que reemplazase a Lewis Hamilton. Lo que parecía un ascenso meteórico, se convirtió más bien en todo lo contrario, ya que los de Woking comenzaron a dar señas de decadencia. Cuando todo parecía acabado para él, apareció Force India. El equipo indio de Vijay Mallya llamó a su puerta para la temporada 2014 y el mexicano no se lo pensó dos veces. Su compañero sería Nico Hülkenberg, un compañero difícil con el que compartir box.

Desde entonces, de la mano de Mallya, Sergio comenzó a recuperar la confianza perdida, logrando volver al podio en varias ocasiones. A pesar de todo, no sería hasta 2016 cuando el piloto volvió a reivindicarse como un piloto estrella, dejando atrás su pasado de piloto estrellado.

Difícil comienzo de temporada

Nadie dijo que fuera fácil, y al principio desde luego que no lo fue. Sergio comenzaba la temporada 2016 con la aspiración de superar a McLaren y Toro Rosso. Nadie del equipo creía en la posibilidad de ser cuartos, siendo la quinta plaza en el mundial de constructores todo un logro.

Por ello, su comienzo de año a lomos del monoplaza indio no fueron los más esperados. Pérez comenzó la temporada fuera de la zona de puntos en las tres primeras carreras (Australia, Baréin y China), aunque bien es cierto que en el Circuito Internacional de Shanghái se quedó a las puertas de los puntos.

Pérez comenzó la temporada fuera de puntos en las tres primeras carreras

Mientras él no conseguía acercase a los puntos, era su compañero de equipo quien lo lograba en la primera cita de la temporada. Hülkenberg consiguió ser séptimo en la carrera de Melbourne, mientras que él solo pudo ser decimotercero en territorio australiano. Sus rivales eran superiores a su monoplaza, aunque él nunca ser rindió con el objetivo de puntuar. Gracias a su empeño, Checo consiguió sus dos puntos de la temporada en el circuito de Sochi, tras llegar a la línea de meta en la novena posición. Tras Rusia, llegó España donde volvió a los puntos. El mexicano fue séptimo, mientras que su compañero de equipo no conseguía puntuar desde la primera carrera.

Fuente: Guetty Images
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Dos podios casi de forma consecutiva

Para aquel entonces, llegó una de las citas más esperadas por todo el paddock, el GP de Mónaco. Un escenario, sin lugar a dudas, muy difícil para Checo, ya que fue ahí mismo donde sufrió el accidente más duro de su carrera deportiva. Durante la ronda de clasificación de la temporada 2011, el mexicano salió del túnel del trazado monegasco, perdiendo el control de su Sauber y dirigiéndose directamente contra las protecciones. Todo el mundo estaba con el corazón en un palmo, y más después del duro accidente que sufrió Felipe Massa dos temporadas antes en una ronda de clasificación también. No obstante, todo salió bien y Pérez solo se perdió el GP de Canadá, donde fue Pedro de la Rosa su sustituto, por cierto.

El mexicano salía en séptima posición y la lluvia hacía prever una carrera un tanto extraña, pero no fue nada fuera de lo común. Pérez aprovechó sus bazas y consiguió terminar la carrera en tercera posición, por detrás de Hamilton y Ricciardo. Estaba que no cabía de felicidad, ya que sabía que si el Force India había logrado rendir en un circuito tan aerodinámico como Mónaco, podría hacer lo mismo en cualquier otro circuito.

Pérez habría salido segundo en Bakú de no ser por una sanción

Tras Mónaco, Checo siguió en la zona de puntos, siendo décimo en Canadá y volviendo al podio en Azerbaiyán. El circuito de Bakú debutaba por vez primera en el mundial de Fórmula 1 y Pérez conseguía situar a su coche entre los tres primeros, otra vez. Salió séptimo, igual que en Mónaco, por culpa de una sanción por sustituir su caja de cambios. De no ser así, el piloto mexicano habría salido segundo, lo que hubiese supuesto su mejor posición de salida desde que está en el Gran Circo, aunque la sanción no le impidió volver al podio.

Fuente: Guetty Images
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Un abandono en toda la temporada

Tras Bakú, el Gran Circo se desplazaba a Austria, el único Gran Premio donde Pérez se vería obligado a abandonar. En las últimas vueltas Checo perdió el control de su monoplaza y se fue directo a la grava. No obstante, Checo completó el 90% de las vueltas, por lo que a pesar de su accidente acabó el Gran Premio en la 17ª posición en la casa de Red Bull.

Así que tras la visita al Red Bull Ring, tocaba Silverstone y Pérez lo volvió a hacer, logrando una meritoria sexta plaza. No le fue tan bien en Hungría, donde se quedó sin puntuar (fue 11º), pero dejando claro que el Force India ya no era aquel coche que coqueteaba de tarde en tarde con los puntos, sino una escudería a tener en cuenta para todo. A partir de ahí vendría el GP de Alemania y después el parón de verano, que le vino como agua de Mayo al piloto de Force India.

Fuente: Guetty Images
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Desde Alemania hasta el final en los puntos

Si por algo ha destacado Sergio esta temporada, ha sido por su regularidad. El de Force India mantuvo a su monoplaza en la zona de puntos desde la decimosegunda carrera de la temporada hasta la última. No fue casualidad, ya que Checo se mantuvo serio carrera tras carrera consiguiendo lo que todavía no había conseguido lograr tempordadas atrás en la Fórmula 1: la regularidad. Quizás por culpa de falta de experiencia o de las prestaciones del coche, pero lo que quedó claro en la segunda mitad de temporada es que Pérez con un buen coche puede codearse con los mejores pilotos de la parrilla.

Checo fue 10º en Alemania, 5º en Bélgica, 8º en Singapur e Italia, 6º otra vez en Malasia, 7º en Japón, 8º en Estados Unidos, 10º en México, 4º en Brasil y 8º en Abu Dhabi. Todas posiciones muy destacadas, al igual que su compañero de equipo, ya que Hükenberg también logró puntuar en todas estas carreras (a excepción de Singapur y Austin), que le sirvieron a su equipo para ser cuartos en el mundial de constructores por delante de Williams.

Fuente: Guetty Images
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Por lo tanto, el crecimiento exponecial, no solo de Pérez sino también de Force India, le ha permitido al mexicano ser considerado como uno de los mejores pilotos de la parrilla. Atrás quedaron actuaciones, un tanto sucias, en su época con McLaren donde bajó mucho su rendimiento. Pérez ha vuelto a ser Pérez en 2016, ese piloto atrevido y que destaca por conservar tan bien las gomas de su coche. Todo esto le ha permitido continuar una temporada más, al menos, con los de Mallya, aunque lo que está claro es que si en 2017 el mercado se mueve más de la cuenta, podremos ver a Checo en uno de las escuderías punteras de la parrilla.