Esta temporada ha sido el desastre para Héctor Barberá. Venía de hacer un año casi perfecto en el que puntuó en la mayoría de las carreras excepto en tres, dos de ellas por caídas y otra por ser décimo séptimo, y ha pasado a puntuar en diez, bastante lejos de sus resultados de la temporada pasada. No logró puntuar en las restantes ocho, coincidiendo la mayoría en Europa.

Esta decadencia ha provocado que el piloto se quede sin montura para 2018 y se vea obligado a bajar de categoría para poder seguir compitiendo tras 139 carreras en la categoría reina desde su subida en 2010 junto a Jorge Martínez Aspar. Ahora tendrá que vérselas con la Moto2 que el equipo de Sito Pons le ofreció.

Salvación con nombre de Circuit de Catalunya

El Gran Premi de Barcelona- Catalunya ha sido el único en el que Barberá ha podido superar la barrera del top 10. Ese fin de semana se cumplían 250 grandes premios en toda su trayectoria mundialista junto a su equipo de hace “media vida”, el Reale Avintia.

En el cronometrado hizo una buena clasificación para la parrilla del domingo, sexto, y eso se tradujo en el mejor resultado de toda la temporada el domingo. Aunque empezó perdiendo posiciones, a medida que iba avanzando la carrera, el de Dos Aguas iba cogiendo ritmo para llegar a disputarle la novena plaza en la última vuelta a un desesperado Maverick Viñales con muchos problemas en su Yamaha. Al terminar la carrera dijo que “había que olvidar las primeras carreras y seguir en esta línea”. Sin embargo, no solo no pudo ser así, sino que fue notablemente a peor a partir de entonces.

Héctor Barberá en el Gran Premi de Barcelona- Catalunya (Foto: esponsorama.ad)
Héctor Barberá en el Gran Premi de Barcelona- Catalunya (Foto: esponsorama.ad)

Europa, el punto débil del Barberá 2018

Las esperanzas que Barberá tenía después del noveno de Cataluña se fueron a pique al ver que en las siguientes cuatro carreras de Holanda, Alemania, República Checa y Austria, el asunto no mejoraba, ni se mantenía. Fue totalmente lo contrario. Cuatro ceros consecutivos, aunque en Holanda y Austria estuvo cerca (décimo sexto y décimo séptimo, respectivamente), pero con un cero en Alemania y un vigésimo en República Checa.

No fue hasta el circuito británico de Silverstone cuando volvió a estar en los puntos con un décimo cuarto tras un problema en la salida que le hizo tener que remontar desde las últimas posiciones y un fin de semana de entrenamientos complicados.

También ese buen sabor de boca que dejó su paso por Gran Bretaña se truncó en San Marino. La lluvia hizo acto de presencia el domingo y, aunque el piloto admitía tener confianza en sus sensaciones que tuvo durante el calentamiento, la moto decidió arrastrarle por el suelo mojado del circuito mientras luchaba por la cuarta posición con Michele Pirro, Jack Miller y, de nuevo, Maverick Viñales.

El conservacionismo que deja sin puntos

Hay veces que ser demasiados conservadores no ayuda a mejorar. Eso fue lo que pasó en Aragón, séptima prueba en la que no entró en los puntos. El circuito de Motorland es conocido por ser bastante duro con los neumáticos, y en el intento de conservarlos para los compases finales de la carrera, se quedó tan atrás que fue imposible remontar más allá del décimo octavo puesto.

Más tarde, comentaba que se había decidido por esta opción conservadora porque vio que en Cataluña, había pilotos que salían muy fuertes al principio y luego tenían tiempos de dos segundos más lentos en las últimas vueltas. También hacía referencia a los problemas que tenía con las vibraciones en su moto a la hora de acelerar y que le impedían ir al 100%.

Gira asiática positiva, pero mejorable

Japón tampoco fue fácil debido a la lluvia que también apareció durante el fin de semana y que le dificultó la tarea de encontrar el grip a Barberá, lo cual le extrañó ya que Motegi tiene muy buen agarre. Sin embargo, pudo luchar con Tito Rabat y Scott Redding por la décimo cuarta plaza, sumando así otros dos puntos.

En Australia vino el último cero de la temporada. Arrastrando esos problemas de agarre de Japón, la carrera en Phillip Island se le hizo cuesta arriba. La falta de agarre en el neumático trasero no se solucionó ni reduciendo la potencia de la Desmosedici. No pudo remontar y quedó finalmente vigésimo.

Aunque el día amaneció bastante soleado en Malasia, la lluvia llegó de nuevo para ennegrecerlo todo. Y no fue una ligera lluvia vespertina. Pilló a todo el paddock por sorpresa y dejó a Barberá con la duda de si las sensaciones malas del viernes resurgirían como el ave fénix. Al final, decidió salir con el neumático medio, pero de nuevo, no tuvo el agarre suficiente para intentar luchar más allá del décimo cuarto.

Héctor Barbera en el Gran Premio de Malasia (Foto: esponsorama.ad)
Héctor Barbera en el Gran Premio de Malasia (Foto: esponsorama.ad)

Despedida en casa con un punto

Valenciano en gran premio de casa, el último de la temporada y el último con el Reale Avintia. El piloto realmente esperaba poder despedirse a lo grande, pero tuvo que conformarse con el último lugar dentro de la tabla de puntuaciones.

Con este resultado, decía adiós a todo el equipo que le ha acompañado durante estos cinco años en MotoGP y al que echará de menos en su “cambio de etapa” en Moto2. Recalaba que había sido un año muy duro para todos, pero que aunque sus caminos se bifurcaran, se podrá esperar un reencuentro, seguramente bonito, entre piloto y resto del equipo.

Superado por Baz

Este año, la temporada de Loris Baz, su compañero, ha sido más brillante al menos en cuanto a puntos en la general se refiere, con 45 frente a los 28 del valenciano.

La temporada del francés ha sido más irregular, pero con posiciones mejores que las de su compañero con una carrera menos entre los puntos y aun habiendo pasado por una operación de síndrome compartimental durante el mes de agosto y aprovechando el parón de verano, pero que aun así dejó secuelas en el cero de República Checa.

Héctor Barberá y Loris Baz en el Gran Premio de Aragón (Foto: esponsorama.ad)
Héctor Barberá y Loris Baz en el Gran Premio de Aragón (Foto: esponsorama.ad)

Nuevo año, nueva categoría

El valenciano tiene claro que si baja de categoría es para volver a ganar, de nuevo de la mano de Sito Pons, que está ilusionado con la actuación del piloto durante los cuatro días de test que tuvieron los pilotos de Moto2 y Moto3 en los circuitos de Jerez y Valencia en el mes de noviembre.

Barberá se unirá a Lorenzo Baldasarri y a la sabiduría de Pons para atacar el trono que ahora mantiene el MarcVDS con Franco Morbidelli y que intentarán mantener bien sea con Álex Márquez, bien sea con el reciente campeón de Moto3, Joan Mir.