Kevin Magnussen formará junto a Romain Grosjean la pareja titular del equipo Haas, tal y como sucediera en 2017. Será el segundo año del dinamarqués en la escudería estadounidense y su cuarto año en la máxima competición del automovilismo, toda vez que en 2015 no pudo disputar el Gran Premio de Australia en sustitución de Fernando Alonso por una avería en su McLaren – Honda.
La temporada que comienza será para él con bastante probabilidad la última oportunidad para demostrar que merece un puesto en Fórmula 1. Kevin llegó deprisa a uno de los mitos del Gran Circo, McLaren. Allí desembarco en 2014 tras proclamarse campeón de la Fórmula Renault por delante de Stoffel Vandoorne. Y lo hizo con suerte.
El danés debutó en el Gran Premio de Australia de 2014 con estrella, ya que se subió al segundo escalón del cajón en su debut. Solo Nico Rosberg le privó de la victoria. Aquella carrera de Melbourne sería precisamente el último podio de McLaren hasta la fecha. Y además doble. Jenson Button cerró aquel podio totalmente motorizado por Mercedes. Todo un adelanto de lo que estaba por venir durante los siguientes años.
Regularmente clasificado en la zona de puntos, Kevin terminó el campeonato de 2014 con solo un abandono y 55 puntos, aunque a bastante distancia de su compañero, Jenson Button, que sumó 126 unidades. El mejor resultado del piloto nórdico aparte del podio de su debut fue un quinto puesto en Sochi.
La llegada de Fernando Alonso a McLaren lo dejó sin sitio en 2015, temporada en la que fue el piloto reserva. Tuvo su oportunidad de competir en la carrera inaugural, en Australia, tras la lesión de Fernando Alonso en pretemporada. La nula fiabilidad del motor Honda le jugó una mala pasada, ya que ni siquiera pudo comenzar aquella carrera.
En 2016, voló libre y desembarcó en el retorno de Renault. Con un coche poco desarrollado y que fue concebido para un motor Mercedes, los resultados no llegaron. Un séptimo puesto en Rusia y un décimo en Singapur hablan bien de lo que fue aquella temporada. Al año siguiente, tras la desastrosa temporada de Esteban Gutiérrez en Haas, donde no sumó ni un solo punto, ocuparía la plaza de mexicano en el joven equipo estadounidense.
A pesar de haber sido superado por Romain Grosjean, Kevin Magnussen logró sumar 19 puntos y ofrecer cierto espectáculo, aunque no del agrado de todos los pilotos. Durante el año pasado, se ganó feas palabras por parte de Nico Hülkenberg y Fernando Alonso, entre otros. Si el alemán lo calificó de “piloto más antideportivo de la parrilla” en Hungría, el asturiano lo haría de “idiota” en Malasia, donde añadió que “Nico estaba en lo cierto”.
Piloto agresivo y peligroso, sin embargo, también fue de los hombres que más plazas ganó en las primeras vueltas de 2017 gracias a su estilo de pilotaje. Terminaría el año 14º del campeonato a nueve puntos de su compañero. Un Haas menos competitivo que en 2016 y con averías recurrentes, especialmente en los frenos, lastraron a la pareja titular.
Kevin Magnussen ha alternado las posiciones altas con las de cola en la parrilla de tiempos de la pretemporada. El peor resultado lo logró el segundo día de test, con la 11ª y última posición y solo 36 vueltas. Sin embargo, el último día de test de la primera semana se aupó hasta la cuarta posición, habiendo rodado 96 vueltas. En la segunda semana, rodó 93 vueltas el primer día y ocupó la sexta posición. Terminó con mejor sabor de boca su pretemporada al ocupar la segunda posición en la penúltima jornada de test.
Sin duda, las cargas de gasolina tienen mucho que ver en los tiempos tan buenos marcados en días determinados. El uso de neumático hiperblando en comparación con parte de sus rivales ayuda a explicar estos registros. No obstante, es importante tener en cuenta que Haas acostumbra a comenzar fuerte las temporadas, pero su evolución es escasa a lo largo de la temporada. Australia dictará sentencia.
El gran punto fuerte del piloto danés es su agresividad y su significancia. Y quizá sea a la vez su tara más relevante. La cuota televisiva pertinente la tienen asegurada en Haas y sus patrocinadores con él. Sin embargo, ha de contener su agresividad en las carreras, ya que a veces esta le ha jugado una mala pasada y lo ha dejado sin opciones de puntuar.
Quizá el espejo lo ha de buscar en su compañero de escudería. Romain Grosjean se granjeó fama de piloto peligroso durante sus primeros años en Fórmula 1. De hecho, llegó a estar sancionado por pilotaje peligroso tras provocar una gran melé en la salida del Gran Premio de Bélgica de 2012. El francés supo sosegarse y sus resultados y prestaciones han mejorado.
Los grandes rivales tanto de Kevin Magnussen como los de Haas en 2018 prometen ser los últimos monoplazas del pelotón intermedio. Con una McLaren que espera poner fin al infierno de las últimas temporadas y una Sauber más potente que en años recientes, la competencia por las últimas posiciones con derecho a puntos promete estar más competidas que en el último lustro. La incógnita será saber dónde se situará Toro Rosso – Honda. Si los japoneses han sabido solucionar sus problemas, podrían ser un equipo más en la terna.
Si por algo destaca la pareja de Haas es por su equilibrio. El puesto de primer piloto no parece discutido, con un Romain Grosjean superior a Kevin Magnussen y en un equipo que no ha tenido grandes problemas de egos durante su corta existencia. La fórmula, que funcionó bien en 2017, apunta a repetir éxito en el presente año. Otro asunto es si su competitividad es mejorable, algo que parece bastante obvio en el caso del danés al comparar resultados.
Es por ello por lo que el puesto de Kevin no parece asegurado de cara a 2019 en un mercado movido por los pilotos con patrocinadores tras de ellos. Algo muy a tener en cuenta en un equipo como Haas, que no está sobrado de ellos.