El Gran Premio de Francia retorna al calendario de Fórmula 1 diez años después de que Felipe Massa ganara en Magny Cours por delante de Kimi Räikkönen y de Jarno Trulli. Para esta prueba, que se disputará entre el 22 y el 24 de junio en el circuito de Paul Ricard, Pirelli ha hecho oficial los compuestos de neumáticos de secos que suministrará a los equipos. Será una gama blanda que irá desde el blando (amarillo) al ultrablando (morado), pasando por la opción media, que, en este caso, será el súperblando (rojo).
Las escuderías tienen de plazo hasta el día 22 para comunicar la selección elegida para la cita, que se disputará en tierras de la Provenza. Las reglas de 2018 fuerzan a los pilotos a guardar un juego de cada compuesto para la Q3, teniendo que comunicar la elección del resto de 10 compuestos de los que pueden servirse durante el fin de semana.
La selección que ofrece Pirelli será la misma que se verá en el Gran Premio de Azerbaiyán, la próxima prueba mundialista, la tercera que se disputará en Bakú. El rendimiento que ofrecerán sobre el nuevo asfalto del circuito de Paul Ricard es toda una incógnita. Por este motivo, la marca italiana ha confirmado que añadirá 4 milímetros a la banda de rodadura de los neumáticos para evitar contratiempos.
El circuito Paul Ricard verá así una carrera de Fórmula 1 por primera vez desde 1990. Mucho ha cambiado el Gran Circo desde entonces. En aquella ocasión el vencedor fue el Ferrari de Alain Prost, última victoria de un piloto francés en casa. En el cajón fue acompañado por Ivan Capelli, que consiguió su último podio, y por su archienemigo íntimo Ayrton Senna, quien sería a la postre el ganador de aquel campeonato de la mano de su McLaren Honda. Definitivamente, sí, mucho ha cambiado la Fórmula 1.