En Toro Rosso todo eran sonrisas y aplausos tras el GP de Sakhir, pero el último gran premio disputado en Shanghai hizo saltar todas las alarmas tan solo una semana después de Bahrein. El equipo del toro no obtuvo un buen rendimiento en China, a la par de Williams y Force India, y para colmo Gasly arrolló a Hartley acabando con la carrera de ambos.

Pierre Gasly terminó en decimoctava posición, extremadamente lejos del cuarto puesto con el que hizo soñar el francés a los de Faenza. El ritmo fue muy malo durante todo el fin de semana y la colisión con su compañero Hartley puso la guinda a un fin de semana negro para él. Claros y oscuros para un Gasly que en la primera carrera tuvo que retirarse por un problema en su propulsor, y en la segunda hizo el mejor resultado de Honda en F1 en 10 años.

Brendon Hartley no fue la excepción, el neozelandés tuvo también un fin de semana para olvidar en el que no se encontró en ningún momento y en el que fue arrollado por su compañero de equipo cuando rodaba justo delante de él, los daños ocasionados en su monoplaza provocaron su retiro. Está siendo una temporada complicada hasta la fecha  para el campeón del WEC, ya que aún no ha conseguido puntuar en todo el campeonato, y se ha mostrado más lento que Gasly.

En Toro Rosso tienen claro su ruta a seguir, el análisis y posterior solución de sus problemas en  China deben provocar una reacción en el equipo pequeño de Red Bull. Los de Faenza saben que no se pueden permitir otro tiro en el pie si no quieren descolgarse de una lucha por la clase media encabezada por Haas, Renault y Mclaren que será muy competida.