La semana pasada fue una locura total para Alejandro Medina. El joven piloto, que hasta ahora disputaba el Campeonato de España en Superstock1000, se convirtió en piloto permanente en la categoría intermedia del mundial, de la mano del SAG Racing Team y con la Kalex que ha pilotado Isaac Viñales hasta la cita de Alemania. Todo esto, antes de que se iniciara el breve parón veraniego de MotoGP. 

En el Gran Premio de la República Checa, la relación entre Viñales y el SAG se torció. La presencia de Medina en el equipo supuso entonces el fin de la relación entre el catalán y el equipo de Edu Perales. Esto abrió un nuevo interrogante para Isaac: ¿qué sería de su futuro? Por aquel entonces, nadie sabía si esta temporada la terminaría en blanco y sin equipo. Las alarmas en el Forward Racing le daban una segunda oportunidad en el mundial de Moto2. 

Eric Granado no es uno de los rookies que más haya destacado y, a pesar de ser campeón de europa en esa misma categoría del FIM CEV Repsol en 2017, el Forward Racing Team decidió rescindir su contrato, alegando que el piloto brasileño “no estaba totalmente concentrado en el campeonato”, ya que Granado compaginaba esta campaña con la del Campeonato de Superbike Brasileño, donde es líder. Además, Eric no ha conseguido puntuar en ninguna de las carreras y es el segundo piloto con más caídas de la categoría, lo que agravaba su situación con el Forward. 

Alejandro Medina en su debut en Moto2 | Foto: Getty Images
Alejandro Medina en su debut en Moto2 | Foto: Getty Images

Isaac Viñales cuenta así con una nueva oportunidad este año. A pesar de perderse la cita de Brno, continuará en el Mundial con una moto diferente, aunque no desconocida para él, ya que, aunque el ex equipo de Granado es el único de la parrilla de la categoría intermedia que sigue compitiendo con Suter, Isaac ya ha podido probar ese chasis en su trayectoria por la clase de 600cc.