Tras el aplazamiento del GP de Australia pocas horas antes de darse inicio al mundial, añadido a las carreras de Bahréin, Vietnam y China, vivíamos con la incógnita de qué sucedería con el inicio de la competición dada la situación actual por la pandemia del coronavirus.
El anuncio no se ha hecho de rogar, y es que tanto el Gran Premio de los Países Bajos como el gran premio de casa, en el Circuito de Catalunya, quedan pospuestos a expensas de encontrar una nueva fecha donde poder colocar ambos eventos.
Tanto los promotores como la FIA y Liberty Media, están estudiando la viabilidad de encontrar una fecha alternativa para ambas carreras más adelante, cuando sea seguro celebrarlas, siempre después de mayo.
Aseguran estar monitorizando la situación continuamente.
Al anuncio de las dos primeras carreras europeas aplazadas, hay que añadirle la triste noticia de la cancelación del Gran Premio de Mónaco, uno de los más especiales del calendario por la lujuria que desprende la ciudad.
Esta histórica carrera se venía disputando ininterrumpidamente desde 1954. El Club del Automóvil de Mónaco (ACM) ha declarado que esta decisión ha sido difícil y dolorosa de tomar.
Han explicado que la organización y logística de este evento es una ardua tarea, ya que conlleva cerrar el principado y necesitan el esfuerzo de muchos voluntarios (más de 1500), por lo que moverlo a otra fecha lo convierte en tarea casi imposible, de tal forma que han preferido no organizar el evento y volver el año que viene.
Todos estos anuncios significan una cosa: no habrá inicio del Mundial de Fórmula 1 hasta (por lo menos) el fin de semana del 5 al 7 de junio, en el Gran Premio de Azerbaiyán, en la ciudad de Bakú.
Toda esta información puede cambiar a lo largo de las semanas debido a la situación en la que nos encontramos, y el inicio del campeonato dependerá de ello. Solo empezará al mundial si la pandemia está controlada.