Queda un minuto y 39 segundos para terminar el primer cuarto. Los San Francisco 49ers tienen el balón en su yarda 22 en 1st &10. Su quarterback, Alex Smith, por fin parece que empieza a brillar este año, liderando un equipo que puede aspirar a todo. A pesar de ello, hoy pierden de 14 en casa ante unos combativos Saint Louis Rams. Jugada de play action. Smith se queda con el balón. Ante la presión defensiva, el 11 de los 49ers tiene que huir del pocket y correr a su izquierda. Pasa la línea de scrimmage y se lanza al suelo para ganar unas tres yardas. En el momento de caer al suelo, llega el linebacker Jo-Lonn Dunbar y golpea su cabeza con la de Smith. Smith, como tantos otros jugadores semana tras semana, sufre una conmoción cerebral y no puede terminar el partido. Tampoco jugará en lo que resta de temporada. Ni tan solo volverá a dirigir un encuentro para los 49ers.

Era un 11 de noviembre de 2012 cuando aquella jugada marcó un antes y un después  la carrera de Smith. Tras ser retirado del campo, Colin Kaepernick cogió las riendas de los californianos. Tres jornadas después, en el segundo partido de la temporada ante los Rams, Smith estaba listo para volver a liderar la ofensiva de los San Francisco 49ers. Pero el entrenador Jim Harbaugh decidió apostar por continuar con Kaepernick como titular, dejando a Smith en la sombra de un equipo con muchas opciones de ganar la Superbowl. El conjunto californiano llegó a la final de los playoffs, pero cayó con los Baltimore Ravens.

Smith, defenestrado por perder la titularidad cuando jugaba mejor que nunca, fue traspasado a los Kansas City Chiefs al finalizar esa temporada. Y aunque desde que Smith llegara al equipo de la AFC oeste año tras año los playoffs, las victorias de prestigio (inolvidable 41-14 sobre los Patriots) o las grandes rachas de triunfos han sido constantes, siempre ha parecido que nadie tenía en cuenta a los Chiefs para el título. Quién sabe si el hecho de que Smith quedara a la sombra de Kaepernick causara que los analistas le vieran como un jugador incapaz de llevar a los Chiefs hasta lo más alto. Ahora por fin, siendo el único invicto del campeonato (4-0), el conjunto entrenado por Andy Reid lidera los Power Rankings y llueven los artículos alabando el papel de Smith.

Un comienzo complicado

Desde el inicio de su carrera, Smith ha estado marcado por esa sombra en la que ha parecido estar permanentemente. La televisión americana se encarga de recordarnos constantemente que fue el número uno del draft de 2005. Pero en letra pequeña, se nos da otro apunte: Aaron Rodgers fue elegido en el puesto 24 de ese draft por los Green Bay Packers.

Las comparaciones con Rodgers, pues, han sido inevitables. Y más viendo el rendimiento que ofreció Smith durante las primeras siete temporadas con los 49ers. Un rendimiento muy pobre que, sumado a las lesiones que sufría (se perdió la temporada 2008 entera), la gente no auguraba un porvenir prometedor. Las voces críticas con él se extendían hasta una leyenda como Jerry Rice, quien afirmó de forma rotunda que Smith no era el QB 49er del futuro. El propio Smith reconoció incluso que hubo un tiempo que prefería jugar fuera que en casa, y no olvida ese Sunday Night de la temporada 2010 contra los Eagles (y por lo tanto, emitido en prime time). En aquel encuentro, los 49ers presentaban un balance de 0-4. Smith cometió un fumble y encadenó varios pases incompletos. El público le abucheó fuertemente y pidió que saliera David Carr a jugar.

Todo eso hasta que llegó la temporada 2012, en la que estaba siendo su mejor temporada desde que debutó en la NFL. Lo que pasó entonces está ya contado.

Unos Chiefs ganadores

Sin hacer ruido y sin estar nunca entre los grandes favoritos, los Chiefs, comandados ahora por este quarterback en la sombra, han alcanzado los playoffs en tres de las últimas cuatro temporadas. Ganaron (¡al fin!) su primer partido de postseason en 22 años y fueron campeones de la AFC oeste en 2016. La temporada antes de que llegara Smith, los Chiefs solamente habían ganado dos partidos en todo el campeonato. En el siguiente, ya con él dirigiendo el jugo, vencieron en 11 encuentros. El giro fue radical.

Y aun con todo esto, Smith ha seguido recibiendo críticas. Se le ha tachado de blando, de no tener capacidad de lanzar buenos pases en largo o de no saber levantar la cabeza y buscar el pase una vez tiene que escaparse del pocket.

Los propios Chiefs, de hecho, tampoco parecen confiar realmente en Smith. En el último draft, Kansas City hizo un tremendo esfuerzo para escoger al quarterback Patrick Mahomes, quien se lució con grandes actuaciones durante los partidos de pretemporada. Habrá que ver qué pasará al finalizar el presente campeonato.

Números impecables

Carpe diem. Tras cuatro jornadas, los números de Smith, como el algodón, no engañan. Ocho touchdowns, ninguna intercepción, 76% de pases completados y un passer rating de 124.2. Sus Chiefs han derrotado a cuatro conjuntos de entidad: Patriots, Eagles, Chargers y Redskins. Son el único equipo que lo ha ganado todo. Si bien es verdad que estas cifras están entre las mejores de toda la liga, ¿ha dado Smith un gran salto en su juego como para convertir de repente a los Chiefs en los grandes favoritos?

Existen otras estadísticas que indican que sus compañeros tienen mucha parte del mérito. Durante las primeras tres semanas de competición, los Chiefs tienen la media más alta de yardas totales conseguidas tras completar el pase. Además, los receptores no han cometido ningún drop. Por otro lado, Smith no solo sigue lanzando pases cortos, sino que la media de yardas de éstos es incluso inferior a la de otras temporadas. Smith también comanda la lista de quarterbacks que lanzan más pases por detrás de la línea de scrimmage. Y es el quarterback que lanza menos pases de más de 5 yardas. En conclusión, hay que dar mucho crédito a los receptores, por no hablar del importantísimo papel que está teniendo el corredor rookie Kareem Hunt.

Alex Smith ha sufrido inevitablemente la comparación con Aaron Rodgers. No tuvo un inicio fácil en la NFL y fue duramente criticado. Cuando cogía su mejor forma, una conmoción cerebral le hizo perder el sitio. Cambió de equipo y, a pesar de convertir a los Chiefs de nuevo en un equipo ganador, ha pasado más bien desapercibido. Aun con la destacada trayectoria de Kansas City desde su llegada, el equipo escogió a Patrcik Mahomes para lo que parecía indicar un relevo inminente. Ahora, tras cuatro jornadas, los Chiefs están en boca de todos y Smith es elogiado aquí y allí. Su forma de jugar no ha cambiado. Sigue siendo conservador tal y como indican los números, pero continúa transmitiendo la seguridad que ha dado en los últimos años. ¿La novedad? Quizás la fiabilidad que muestran Smith y sus Chiefs en el último período de los partidos. Son el conjunto que más anota en el cuarto decisivo. Por eso, o por su consistencia año tras año, o por la menor fortaleza que están mostrando otros equipos de lo que se esperaba, o por lo que sea, Alex Smith parece que ha salido de la sombra y consecuentemente, los Chiefs son tenidos en cuenta. Ya tocaba. 

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