El premio a mejor general manager, que comenzó a entregarse en 2010, es uno de los pocos que valora más allá de la temporada regular, ya que también se tienen en cuenta los resultados que sus respectivas franquicias cosechen durante los presentes playoffs. El premio valora la formación del equipo por parte del GM, su disposición, entrega y funcionamiento de cara a la plantilla. Todo esto incluye la distribución y ejecución de roles dentro del cuerpo técnico, la solvencia en cuanto a decisiones de renovación y despido y cómo el propio general manager construye un equipo solvente y decisivo. Por ello, los tres elegidos han sido o son candidatos a levantar la Stanley Cup. Dos aun están luchando por el título y uno de ellos está eliminado, no obstante habiendo sido la mayor sorpresa de la presente campaña.
David Poille (Predators)
El primero es David Poile, de los Nashville Predators. El canadiense ha demostrado que a base de riesgo y trabajo se puede construir un buen equipo. Ha trabajado por y para la construcción de la plantilla, apostando por jóvenes talentos y bloqueando a jugadores que podían interferir con el éxito del equipo. Una de sus mayores bazas ha sido la transacción por la que adquirió a PK Subban, un claro ejemplo del riesgo y acierto del bueno de Poile.
Peter Chiarelli (Oilers)
Peter Chiarelli es el único de los tres finalistas que aún no está compitiendo por alzarse con el título de la NHL. El de los Edmonton Oilers llegó hace apenas dos temporadas tras haber ganado años atrás una Stanley Cup con los Boston Bruins. A pesar de que su comienzo en Edmonton fue cuanto menos complicado ha demostrado que su proyecto funciona y que estamos ante una de las franquicias con mejor progresión de los últimos años. Edmonton ha despegado sin avisar, los canadienses han demostrado esta temporada que pueden plantarle cara a cualquier equipo y que sus líneas, plagadas de jóvenes talentos, no harán más que mejorar con el paso del tiempo.
Pierre Dorion (Senators)
El último de los GM es Pierre Dorion. El de los Ottawa Senators se encuentra en plena final de Conferencia Este frente a los Pittsburgh Penguins. Dorion es un ejemplo de superación, ya que ha pasado más de una década en la franquicia, pasando de un puesto a otro, escalando hasta llegar a la cima y convertirse por fin en el general manager del equipo. Al contrario que sus rivales, que han justificado su éxito con movimientos del mercado y visión de futuro el de Dorion ha sido un planteamiento efectivo y con resultados inmediatos. Ha construido una franquicia defensiva basada en un núcleo totalmente opuesto a los equipos de moda en la NHL y ha conseguido plantar a los Senators en lo más alto de la Conferencia Este, luchando por un puesto en la gran final por la Stanley Cup.