Leon Draisaitl y los Edmonton Oilers han renovado su contrato durante los próximos 8 años, a razón de 8,5 millones anuales. Esta era una de las operaciones más comentadas del verano y ha resultado en una dura negociación que pone en peligro el futuro del equipo, a pesar de asegurarse contar con McDavid y el alemán durante casi una década más. El center canadiense consiguió hace escasas semanas un contrato de 100 millones de dólares durante los próximos 8 años que le convierte en uno de los mejores pagados de la liga.
Solo con sus contratos el equipo cubre 21 millones anuales en el espacio salarial, dejando en duda la continuidad de jugadores con un salario muy elevado. Gente como Lucic, Russell o Sekera, quien tiene que recuperarse de una lesión de larga duración y cuyos contratos están garantizados durante este próximo lustro, pueden imposibilitar futuras renovaciones como las de Cam Talbot, nominado al Vezina Trophy o la del recién fichado Ryan Strome.
Pese a esto, los Oilers se aseguran con contar ya con uno de los mejores dúos ofensivos en la actualidad, que se combinó para conseguir 177 puntos durante la temporada pasada, más que ninguna otra pareja en la liga. Tras perder en el séptimo partido de las semifinales de la conferencia oeste, los Oilers se han centrado en no romper el núcleo con el objetivo de alcanzar por primera vez desde 2006 la final de la Stanley Cup, liberando únicamente el gran contrato de Jordan Eberle, quien se marchó a los Islanders a cambio de Strome.
Lo que sí que dejó claro durante la temporada pasada es que se puede confiar en él en la hora de la verdad, ya que consiguió más de un punto por partido durante los 13 partidos que disputó en los playoffs, por lo que los Oilers tienen verdaderas razones para depositar el futuro de la franquicia en sus patines.