Con rostro plácido y actitud relajada, Roger Federer ha comparecido antes los medios de comunicación en la tradicional rueda de prensa previa al torneo. El suizo, que debutará el lunes, ha confirmado que la gripe que trastocó sus planes en la final de Sidney es ya parte del pasado. "Estoy mucho mejor. He podido entrenar con normalidad los dos últimos días".
Nikoloz Basilashvili, 137 del mundo, será el primer rival de Roger, en un partido inédito en el circuito. "No conozco mucho a mi rival. Estuvimos a punto de jugar en Wimbledon. Pediré a Ivan (Ljubicic) y a Severin (Luthi) informació sobre él. Pero creo que lo importante es centrarme en mi juego", admitió el número 3 del ránking.
Independientemente de los resultados, esta edición del Australian Open pasará a la historia por ser el último torneo con Lleyton "Hewitt y Roddick fueron mis mayores rivales en los inicios de mi carrera"Hewitt en el vestuario. Hace unos dias, la leyenda aussie afirmó que "Roger Federer había sido el mayor rival de su carrera". El de Basilea no ha dudado a la hora de devolver el "piropo": "En los inicios de mi carrera fue la rivalidad más dura, junto con la de Roddick. Pero con Lleyton era diferente, él sacó lo mejor de mi en muchas ocasiones", comentó. "La primera vez que jugamos teníamos 15 años. Definitivamente me ha hecho mejor jugador. Le deseo lo mejor para este torneo".
Ivan Ljubicic, un nuevo miembro en la familia
Australia traerá consigo un nuevo miembro al palco de Roger Federer. Ivan Ljubicic, ex entrenador de Milos Raonic y anitiguo rival del helvético, ha sido el elegido para dar continuidad al brillante trabajo de Stefan Edberg. "Stefan me dijo aquí el año pasado que sería nuestro último año juntos. Cuando Ivan me dijo que no iba a seguir con Raonic, le propuse trabajar juntos. Me dijo que estaría encantado de hacerlo, y aceptó", explicó el campeón de 17 Grand Slam.
"Creo que Ivan puede ayudarme a mantener la motivación. En la pista nos llevábamos muy bien, aunque ha sido el único jugador capaz de ganarme en Basilea y Gstaad", bromeó.
Los expertos coinciden en que el cambio de entrenador responde al deseo de Federer de derrocar a Novak Djokovic. Y por lo que ha dejado entrever el helvético, parecen estar en lo cierto. "El año pasado jugué bastante bien contra Djokovic. Por supuesto, necesito mantener el nivel. Siempre he creído que hay nuevas cosas por aprender. Necesito a mi equipo para que me dé ese último empujón".
Precisamente Novak Djokovic es el actual líder del grupo de "Necesito que mi equipo me dé ese último empujón"privilegiados que llevan dominando el tenis mundial durante casi una década, el llamado "Big Four". "Sigo pensando que todos están jugando muy bien. Es cierto que Novak merece un cierto favoritismo por como está jugando". El Maestro de Basilea tampoco ha querido olvidarse de su compatriota y amigo Stan Wawrinka, campeón del torneo en 2014. "No se habla mucho de él, pero ha sido capaz de ganar un Grand Slam las dos últimas temporadas (Australian Open 2014, Roland Garros 2015), y probablemente este año tenga la oportunidad de ganar otro".
¿Un nuevo Federer?
En las dos últimas temporadas, Roger Federer supo reinventarse y adaptar su juego para seguir entre los mejores. La llegada de Ljubicic y el incontestable dominio de Djokovic podrían ser motivos suficientes para nuevos "ajustes" en la casi perfecta maquinaria helvética.
"Quizá haya algunos cambios en mi juego. En la pretemporada hemos tenido tiempor para probar nuevas cosas, y es el momento ideal del año para ponerlas en marcha", confesó Federer, que en ningún caso quiere cambiar su juego en función de Djokovic.
"Yo creo que el Australian Open es el torneo donde los jugadores llegamos más inspirados. Ha sido el Grand Slam en el que he sido más regular hasta el año pasado. No sé si es la superficie o la velocidad, pero siempre he jugado bien aquí. La pretemporada ha sido muy buena, hemos podido trabajar sin contratiempos, asi que veremos como sale todo", concluyó.