Lara Arruabarrena, la jugadora de 25 años (San Sebastián, 1992) no ha tenido uno de los mejores años de su carrera. Acabó la temporada como número 86 del ránking, un año donde no metió un trofeo en sus vitrinas, aunque sí consiguió alcanzar una final en un torneo WTA International. Veremos si, de cara a 2018, con Alejo Mancisidor en su staff técnico, consigue revertir esta situación y conseguir títulos para su palmarés.

Mal inicio de temporada, con Miami como mejor torneo

Comenzó la temporada Lara Arruabarrena en el WTA International de Hobart, en Australia. En su primer partido del año, derrotó a la luxemburguesa Minella en tres sets, aunque no avanzó más en el torneo, ya que perdió en octavos frente a Shelby Rogers por un doble 6-2. En el primer Grand Slam del año, cayó a las primeras de cambio frente a Yulia Putintseva por 7-6(7) 7-6(10). Fue convocada para la eliminatoria de Fed Cup frente a la República Checa, donde perdió sus dos partidos individuales, contra Karolina Pliskova (6-4 7-5) y Barbora Strycova (6-4 6-4).

Después de la gira australiana y la eliminatoria de Copa Federación, viajó a Oriente Medio para disputar el Premier 5 de Dubai, donde perdió en primera ronda frente a la china Saisai Zheng en tres mangas, 6-4 3-6 6-3. Primer Premier Mandatory del año en Indian Wells, donde quedó encuadrada en la primera ronda frente a otra jugadora checa, Lucie Safarova, que le ganó a la donostiarra por un contundente 6-3 6-2. A la semana siguiente, viajó a Miami, para jugar el segundo Premier Mandatory en Cayo Vizcaíno donde jugó uno de los mejores torneos del año. Llegó hasta los octavos de final del torneo, después de dejar por el camino a Vikhlyantseva, Begu y la local Keys, hasta que cayó en esa ronda de octavos frente a la que la postre, fue la campeona del Mandatory de Miami, la británica Johanna Konta, por 7-5 6-1.

Mejoría en la gira de tierra batida

Arrancó la gira sobre polvo de ladrillo en un torneo donde la tierra verde hace que parezca que jugaran sobre hierba, el WTA de Charleston, donde cayó en el primer partido frente a la alemana Andrea Petkovic por 7-5 6-2. En el siguiente torneo que disputó, el WTA International de Bogotá, tuvo la mejor semana del año, ya que llegó a la final del evento, después de derrotar a jugadoras como Perrin, Khromacheva, Krunic y su compatriota Sara Sorribes. Disputó la final frente a la italiana Francesca Schiavone, la tenista de 38 años que anunció que esta temporada sería la última de su carrera, pero, al final, confirmó que jugará el Open de Australia del 2018. Perdió en ese último partido la donostiarra frente a Schiavone por 6-4 7-5.

En la capital de España, en el Mutua Madrid Open, disputó un torneo notable, donde llegó hasta los octavos de final del Premier Mandatory madrileño, derrotando en primera ronda, en un partido épico en la pista Manolo Santana en sesión nocturna, a Christina Mchale en tres parciales, por 4-6 7-6(1) 6-2. En segunda ronda, venció a la checa Barbora Strycova en la pista Arantxa Sánchez Vicario (3-6 6-3 6-3), hasta que cayó en esa ronda de octavos, frente a la letona Anastasija Sevastova, por 7-5 6-2. En el mismo fin de semana donde se disputaban las rondas finales del torneo de Madrid, Lara jugó la fase previa del Premier 5 de Roma, donde cayó a las primeras de cambio frente a la croata Donna Vekic por 6-2 6-4, por tanto, no se clasificó para el cuadro final del torneo romano. Para terminar la gira de tierra batida europea, jugó el segundo Grand Slam del año, Roland Garros, donde volvió a caer en el primer partido, igual que en Australia, esta vez ante Cibulkova, por un claro 6-2 6-1.

Comenzó la gira de hierba en un torneo local, en Mallorca, donde cayó en su primer choque frente a la alemana Julia Goerges, por un claro y contundente 6-1 6-2. Después viajó a las islas británicas para disputar el Premier de Eastbourne, donde volvió a llegar a octavos de final, esta vez desde la fase previa, derrotando a Hogenkamp, Pironkova, Putintseva y Gavrilova, hasta que cayó frente a Angelique Kerber por 6-2 6-1. En Wimbledon, volvió a caer en primera ronda, igual que en los dos anteriores GS. Cayó frente a la estonia Anett Kontaveit, por 6-2 6-4.

Mala gira veraniega de pista dura

Primer torneo del verano, en Stanford, cayó a las primeras de cambio por un doble 6-3 frente a Lesia Tsurenko. Viajó hasta Canadá para disputar el Premier 5 de Toronto, donde tuvo que empezar desde la qualy. Consiguió clasificarse al main draw tras ganar a Rodionova y Ozaki, pero perdió en primera ronda frente a la australiana Daria Gavrilova por 6-3 6-3. En Cincinnati, también tuvo que comenzar desde la fase previa,  donde no tuvo tanta fortuna, ya que perdió en la primera ronda frente a la local Jennifer Brady por 2-6 6-1 7-6(9). Tampoco pudo pasar la fase previa en New Haven, tras perder en la segunda ronda frente a Bondarenko por 6-3 6-1. Para rematar la mala gira de verano de pista dura, perdió, como en los anteriores GS, en primera ronda del US Open, ante Jelena Ostapenko por 6-2 1-6 6-1.

En la última gira del año, la gira asiática, Lara Arruabarrena comenzó con derrota en el WTA International de Seúl frente a la rusa Alexandrova por 6-3 7-5. Volvió a jugar la qualy de un Premier 5 en Wuhan, donde tampoco pudo salir del torneo con una victoria, tras perder frente a Bernarda Pera por 7-6(3) 6-2. En el último Premier Mandatory del curso, en Beijing, hizo un buen papel, donde consiguió superar la qualy y logró una victoria frente a Kasatkina y, en segunda ronda, plantó cara frente a Kuznetsova, aunque acabó sucumbiendo por 6-7(2) 7-5 6-1. Por último, jugó dos torneos en Europa, el primero en Linz, donde ganó a Niculescu y perdió frente a Belinda Bencic (6-3 2-6 6-3) y, en el último torneo del año, como en la gran mayoría de torneos durante esta temporada, cayó a las primeras de cambio en el WTA International de Luxemburgo frente a Madison Brengle (6-2 6-2).

Hay que recordar que ha disputado durante la semana pasada el Campeonato de España en Granada, donde cayó en semifinales frente a la que se convirtió en campeona absoluta, Paula Badosa, en un apretado encuentro decidido en tres mangas. En definitiva, un año para olvidar el de Lara Arruabarrena.