A pocos días del comienzo de Wimbledon, los jugadores terminan de ajustar algunos detalles para llegar lo mejor posible. Con poca actividad, debido a su lesión en la cadera que lo marginó de las pistas nueve meses, Andy Murray se enfrentaba el día de ayer al joven talento que ya se sitúa en décimo octavo lugar del ranking, una prueba más que difícil teniendo en cuenta la situación en la que lo afrontaba. Y era la tercera vez que se medían a duelo. Los primeros dos encuentros fueron con victoria para el escocés. Murray había logrado eliminarlo en instancias decisivas (semifinales de Queens y Beiking 2016).
El primer set decantó a favor del sudafricano, con un quiebre tempranero sobre Murray, Edmund logró tomar ventaja más rápido de lo esperado. Luego, un 0-40 en favor del escocés, pero que no sería aprovechado, terminaría con dos games consecutivos para el de Johannesburgo.
En ningún momento Andy generó peligro voleando. Subió con frecuencia para cortar el juego ofensivo de Edmund. El joven de 23 años abusó de los passing-shot y marcó diferencia con esa postura atacante. Finalmente logró cerrar la primera manga 6-4.
Algo similar ocurriría en la segunda parte. Si bien Edmund se adueñó del servicio rival, esta vez fue en el quinto juego para ponerse 3-2. De todas formas este game desmotivó en demasía al escocés ya que duró alrededor de trece minutos y en varias oportunidades pudo haberlo concretado. El más experimentado falló y Kyle aprovechó la ventaja. Luego otro game terminaría de poner a Andy contra las cuerdas, 5-2 para Edmund. Sin embargo, el de Glasgow activó a último momento parte de la energía que le quedaba guardada y consiguió por primera vez en el partido ganar dos juegos de manera consecutiva. Pero no alcanzó y Edmund lo liquidó con buenos servicios: 6-4.
Ahora el joven de 23 años deberá enfrentar al kazajo Mikhail Kukushkin en tercera ronda de Eastbourne. Será una prueba decisiva para ver cómo llega de cara a Wimbledon el próximo lunes.