Roger Federer es campeón en Miami. El suizo, vencedor del segundo Masters 1000 de la temporada por cuarta vez en su carrera, compartió sus pensamientos tras una sencilla pero engañosa victoria (6-1 y 6-4) ante el norteamericano John Isner, que jugó su segunda final seguida en Florida diezmado físicamente. "He tenido un comienzo de partido soñado. Romper su servicio en el primer juego del encuentro me permitió calmar los nervios", comentó.

Federer, verdugo de nombres tan dispares como Albot, Krajinovic, Medvedev, Anderson o Shapovalov, fue incrementando su nivel a medida que transcurría este Miami Open, a medida que crecía la dificultad al otro lado de la red. El de Basilea también se acordó de su oponente de hoy, al que deseó una pronta recuperación. Y es que Isner, campeón en 2018, no pudo rendir como se esperaba debido a unas molestias en el pie izquierdo.

"Estoy muy feliz. Creo que ha sido una gran primera edición en un nuevo escenario. Me lo he pasado muy bien y espero estar aquí el año que viene". Palabras, sin duda, que alejan cada vez más las hipótesis sobre el retiro inmediato de Roger, primer tenista en ganar dos títulos en este año 2019 en el circuito ATP. En total, ya son 101 los entorchados que Roger Federer ha levantado como profesional, quedándose a ocho del récord histórico que, actualmente, ostenta el estadounidense Jimmy Connors. El helvético sigue derribando murallas temporales y estableciendo récords de longevidad que, sin lugar a dudas, serán muy difíciles de igualar.

Roger Federer, como era de esperar, también tuvo palabras de agradecimiento para sus más allegados: "Gracias a mi esposa y a mis hijos por todo su apoyo". A partir de este momento, y hasta el próximo mes de mayo, el 28 veces campeón de Masters 1000 podrá estar un tiempo más prolongado con su familia, pilar fundamental en su vida. El siguiente evento del suizo será en el Masters 1000 de Madrid, que supondrá la vuelta de Federer a la tierra batida tras tres años de ausencia.