El mundo del tenis se sorprendía con esta noticia de alto vuelo, que salió a la luz durante la mañana del miércoles 10 de Junio. Venía dando signos de que algo no estaba bien. Severin Luthi, uno de sus entrenadores, lo dijo hace unos días; refiriéndose a que el progreso de la lesión de Roger no estaba yendo como quisieran e iba más lento de lo normal.

En una charla con Guga Kuerten el 23 de mayo, Federer ya advirtió que no se estaba entrenando, entre otras cosas por no encontrar una motivación con el circuito parado, falto de un objetivo. Desde ese momento ya saltaban voces en donde encontraban extraño que el suizo no se estuviera entrenando. Pero Roger tenía más que claro que la cosa no iba como él quisiera, y que además la pandemia del coronavirus daba una incertidumbre tremenda de si se volvía a jugar tenis en esta temporada o no.

El de Basilea jugó tan solo seis partidos esta temporada, siendo todos en el Australian Open; en donde ya con Millman en tercera ronda, a quien ganó en el tiebreak del quinto set, se veía a un Roger con molestias y no muy conforme con su físico. Luego le sucedió lo mismo en cuartos de final frente a Sandgren, partido en el que tuvo que remar siete match points en contra en el cuarto set, y que lo terminaría ganando en cinco parciales. En ese partido fue asistido un par de veces por el fisio, y tras ganarle al estadounidense, todos pensaban que no llegaba al partido contra Djokovic. Hizo el esfuerzo, y tras un primer set muy apretado, luego sería claro el bajón de nivel del suizo.

Una temporada muy extraña para todos, en donde el coronavirus se ha hecho protagonista, y en donde los dos objetivos claros de Roger en esta temporada fueron desplazados para el año siguiente: Wimbledon y los Juegos Olímpicos.

Una sabia decisión de Federer, quien en su breve carta dedicada a sus fans, destaca que quiere volver al 100% en el inicio de 2021 y con ganas de repetir lo que fue 2017. Siempre es una mala noticia no poder ver a Federer, pero si está priorizando su estado físico, siempre va a ser una buena noticia.

Lo que espera el público general del tenis y especialmente los fans del suizo, es ver a un Federer sano y competitivo en la próxima temporada. Para un genio como él, 40 años no son nada.