Un O2 Arena de Londres colmado de público fue testigo del último juego como profesional de Roger Federer, el suizo 20 veces campeón de Grand Slams. 

El juego, en compañía de su rival de siempre, el español Rafael Nadal, fue una demostración de su gran calidad. A pesar de que no competía desde julio de 2021, Roger jugó en un gran nivel, ante rivales de gran fuste como Jack Sock y Frances Tiafoe. 

El partido fue parejo, se definió solo en detalles. En el primer set, un quiebre sobre el final permitió al equipo de Europa, es decir, Federer y Nadal, ganar la manga, por 6-4. 

En el segundo, los estadounidenses se fueron soltando, comenzaron quebrando, pero el marcador se emparejó hasta llegar al desempate. La diferencia fue amplia para los americanos, quienes se llevaron el tie break por 7-2. 

Como se acostumbra en la competencia, el juego se definió en un match tie break a 10 puntos. El trámite fue vibrante, con grandes ejecuciones de ambas partes. Nuevamente, solo un detalle permitió a Tiafoe y Sock marcar la diferencia y llevar el partido por 11-9. 

  • La despedida 

Luego del final del juego se vivieron momentos realmente emotivos. Federer no logró contener las lágrimas, lo mismo le pasó a Rafael Nadal. 

El suizo recibió ovaciones sin cesar, lo que retribuyó saludando con los brazos abiertos a los asistentes. 

Roger vino “calentando” la previa con intervenciones en redes sociales, con videos y hasta transmisiones en vivo, generando todo un espectáculo para sus fanáticos. 

A pesar de las lágrimas y el sollozo en plena entrevista al finalizar el juego, Roger dijo estar contento y no triste.

“No quería sentirme solo a la hora de despedirme, gracias a mi equipo, gracias a todos”, lanzó para recibir una lluvia de aplausos. 

  • Fin de una era 

Roger Federer marcó toda una era en el tenis de primer nivel. Irrumpió a inicios del 2000, logró lo que nadie había logrado. Llegó su némesis, Rafael Nadal, ambos protagonizaron una de las rivalidades más grandes en el deporte, no solo en el “blanco”. 

El suizo sigue siendo considerado como el de más bello estilo de juego, con ejecuciones excelsas, talento inagotable, tanto es así que en su último duelo, ya con 41 años, se movía en la pista como un joven de 20 años. 

Sin dudas que su ausencia en el circuito será un duro golpe para el deporte, aunque su legado es haber puesto al tenis a los ojos del mundo, generando millones de nuevos espectadores, tanto enfrente a un televisor como en los diferentes coliseos.