La noche triste, más triste

Me resulta irónico pensar que en un balompié como el mexicano, donde estamos acostumbrados a los repentinos ceses de técnicos tras cosechar tres derrotas o simplemente por el hecho de no convencer con el juego de su equipo, los dueños de la selección hayan decidido soportar a "Chepo" y las consecuencias se dieron ayer.

La noche triste, más triste
(foto:AS)
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Por Enrique López

La noche triste, es un episodio de la conquista de México por parte de los españoles, en donde según cuentan los escritos, Cortés lloro por la pérdida de prácticamente la mitad de sus hombres, aliados y tesoros a manos de unos furiosos Mexicas que ya conocían las intenciones de Cortés así como la muerte de su líder Moctezuma tras el golpe de una piedra proveniente de sus propios súbditos.

Algo similar es lo que ha pasado en esta noche del 6 de Septiembre del 2013, que tras un récord más que negativo en el hexagonal final, donde ya se habían escuchado y mencionado múltiples quejas en contra de  jugadores, polémicas sobre algunos que no son convocados, sobre los que jugaban y los que no jugaban; los que venían y los que no querían, sin embargo, quien se llevó las críticas y titulares en cualquier medio posible, fue José Manuel de la Torre, quien se tuvo críticas más negativas que positivas, críticas que el mismo no pudo revertir, no logró hacer creer al jugador de su capacidad, mucho menos logró convencer al equipo de una idea clara, en cambio lo único que ha mostrado en más del 70%, es inoperancia y nula claridad, que parece el reflejo de su estratega.

Hoy, la selección mexicana llegaba con una hipotética superioridad en nombres y calidad de fútbol, así como en ventaja en estadísticas, ya que el combinado “tricolor”  no ha tenido una gran racha de victorias, señalando que, tampoco había caído en los clasificatorios al mundial de Brasil 2014. Incluso el estadio azteca al que muchos llamaron “fortaleza”, donde en la historia de la selección mexicana solo había registrado dos derrotas en partidos oficiales, contra Italia en 1970 y Costa Rica 2001, ahora habrá que sumarle la derrota de esta noche del viernes contra Honduras.

Ahora México murió de nada, y contra Honduras se dio el resultado que todos temíamos desde el año pasado, que tras la conquista historia de la selección olímpica dirigida por Luis Fernando Tena, se jugó un partido amistoso contra uno de nuestros rivales de la zona, Estados Unidos, partido en el que los dirigidos por Jürgen Klinsmann obtuvieron (para variar) una victoria histórica en el inmueble de Santa Úrsula. Desde aquel partido se venía ya vaticinando tanto el obscuro andar de la selección mexicana en los clasificatorios, donde, todo, absolutamente todo salió mal. No sé si fue porque peso el año anterior, en el que se cosecharon importantes logros, o sí la formula, la idea del “Chepo”, fue la que se terminó gastando.

Y es que el fracaso, el espíritu de derrotas no fue solo en selecciones mayores, sino que se contagió el todo aquello que llevará por nombre “Selección mexicana”, ya que la selección menor sub-20, que disputo el torneo esperanzas de Toulon, donde perdió la oportunidad de clasificar al recibir un gol que ponía el marcador 1-1, en los últimos minutos y mostrando la incapacidad del jugador y del cuerpo técnico mexicano por hacer esa inversión del animó, lo mismo paso en El Mundial sub-20, en el que tras tener a España en el 1-0 parcial, el equipo mexicano decayó en actitud tras el primero gol de los ibéricos, cosa que basto para que los rivales encajarán el gol que significo su clasificación.

José Manuel de la Torre se nublo en cualquier equipo que dirigió, la selección que disputo la Copa Oro, se mostró incluso peor que la de los eliminatorios y a pesar de que la selección de oro llegó a instancias de semifinales, durante todo el torneo no convenció con su actitud de juego y de nuevo mostro su incapacidad de revertir situaciones adversas.

Así todo eso nos llevó a poner las esperanzas en jugadores naturalizados, “Chaco” Giménez y Damián Álvarez, que hicieron su debut en un gran juego (amistoso) de la selección contra Costa de Marfil, con un marcador vistoso a favor del combinado mexicano, pero lo que más se rescató de ese partido no fue sino el dinamismo y verticalidad con la que se disputo el encuentro. Eso nos llenó de muchas esperanzas.

Con jugadores como Corona, Oribe, Reyna, “Chaco”, Arce, entre los nacionales, y por parte de los “embajadores aztecas”, Aquino, “Chicharito”, Guardado, Herrera, Giovanni, Moreno, Reyes, es parte de la convocatoria con la que de la Torre iba a enfrentar a Honduras.

Al campo mandó a los 11 que jugaron contra Costa de Marfil, dejando en la banca a jugadores recurrentes en los once iniciales, como “Chicharito, Guardado, Aquino, Maza. Los mexicanos dominaron por mucho todo el primer tiempo, sin embargo, el segundo tiempo es uno de los episodios más obscuros del balompié mexicano ya que tras un grave error del meta José de Jesús Corona y del central Diego Reyes, fueron los que permitieron sellar el inolvidable marcador de 1-2 a favor de los “catrachos”, que dicho sea de paso, hicieron una gran segunda parte.

La noche termino así, con un marcador en desventaja, con una posición en la que a lo más que aspiramos es a jugar el repechaje contra Nueva Zelanda, un proceso que por fin los dueños decidieron terminar y un equipo que con calidad puede, pero que ganas no tiene. Ahora solo queda para el aficionado terminar por esperar un cambio radical en menos de 4 días que pueda dar esperanza de lograr la tan ansiada clasificación al mundial. Mientas podemos hacer como hizo el general Cortés, sentarnos a llorar en esta noche triste y lluviosa, para después como hizo el, conseguir su cometido.