Mejoraron las formas y el resultado terminó siendo… no tan bueno. El León igualó a uno este sábado ante Santos Laguna, que propuso el partido, atacó y generó daño en contragolpes, pero que también recibió zarpazos. Lo destacado es el reencuentro de Mauro Boselli con el gol.

Un Santos se mostró ligeramente superior, a pesar de algunos destellos leoneses, en el trámite de la primera mitad. Más control del mediocampo e insistencia sobre el área enemiga, llevó a la visita a conseguir una pena máxima al 25’ tras falta de Christian Valdez; el encargado de pararse frente al punto penal fue Julio Furch, quien no desaprovechó y engañó al arquero.

El marcador se abrió, pero no tardó nada en empatarse, y es que al 26’ Germán Cano realizó un disparo raso desde la media luna que dejó perplejo al guardameta santista y se clavó en el rincón. Un empate que encendía a la grada, un poco apagada por el clima y un partido trabado. Sin embargo, Carlos Izquierdoz puso el 2-1 antes de dar por finalizada la primera mitad con un remate de cabeza en tiro de esquina.

Para el complemento el encuentro detonó sobre los quince minutos. Contragolpes laguneros e intentos, uno sobre todo de Elías que se estrelló en el travesaño, dejaron al público con el grito de gol ahogado, mientras Torrente observaba con ironía lo sucedido. Arriba, en el ataque local, ya estaban Boselli y Montes.

El respiro esmeralda llegó sobre la recta final del encuentro. Al 82’, Mauro Boselli empujó el esférico con la punta, ayudado de una dosis de suerte, tras un remate de Guillermo Burdisso que iba picado. El 2-2 llegaba, sin embargo los laguneros contragolpeaban constantemente y dejaban en entredicho el resultado, pues el peligro era constante y los Esmeraldas concedían espacios atrás por atacar.

Con la gente al filo de la butaca y una inmensa ansiedad terminó el encuentro que de poco sirve para la Fiera, que mejoró en formas y no dejó un sabor tan amargo en su gente, y mucho para Santos, que logró un empate en una cancha donde registraba una racha negativa.