El 2004 siempre quedará grabado en la mente de cada aficionado de los Pumas, no es para menos, en ese año el club logró convertirse en el primer bicampeón de los torneos cortos, luego de vencer a Chivas y Rayados en los torneos apertura y clausura, respectivamente.

El partido de vuelta ante el Monterrey de Miguel Herrera fue el broche perfecto para que los de Hugo Sánchez levantaran el título, pero la cita no era nada fácil: el esquema defensivo del “Piojo” había originado que el Estadio Tecnológico fuera una fortaleza gracias a la línea de cinco que conformaban: Pablo Rotchen, Ismael Rodríguez, Paulo Serafín, Pierre Ibarra y Ernesto Seratto.

Los universitarios, ese día hicieron un partido inteligente: anularon en zona defensiva a Luis Pérez y Sergio Alberto, gracias a la imprecisión. En cuestión del ataque, los del Pedregal confiaron en Francisco Fonseca, Ismael Íñiguez y Joaquín Botero para acabar con la final en el segundo tiempo. No fue sorpresa cuando el “Kikín” marcó en los primeros minutos de la parte complementaria. El bicampeonato se veía muy cerca, pero Pumas no quería confiarse de ello.

Herrera debió apostar por ser más ofensivo, el 3-1 global lo carcomía y sabía que necesitaba remontar. Pero, los auriazules seguían cortando todos los balones que le llegaban a Francisco “Guille” Franco. De un lado reinó con el paso de los minutos la calma y del otro la frustración, en especial para el “Piojo”, quien recriminó en la banca rival y al árbitro.

Aquel cotejo terminó el invicto de “La Pandilla” en casa, que tenían desde principio de campaña. Convirtió a Pumas en el primer bicampeón de torneo cortos, era la quinta estrella y se lograba en el año 50° del club. La final contra Chivas y contra Rayados, serán las finales que ningún aficionado auriazul olvidará.