El fútbol se ha modernizado a tal grado de importar en muchas veces más el tema económico que lo deportivo. Desde hace varios años el fútbol mexicano no ha sido la excepción y ha copiado lo que algunas ligas del viejo continente realizan, incluir en demasía a jugadores extranjeros.
SI bien esto es una arma de doble filo, ya que los extranjeros pueden ayudar a crecer y a mejorar una determinada liga o club, en México aún se continúa insistiendo en incorporar de a montón extranjeros que, en muchas ocasiones, no llenan las cualidades solicitadas por el club y tapan la salida del futuro talento mexicano.
Un claro ejemplo fue lo que aconteció en la portería de Atlas, ya que históricamente se le daba la oportunidad a jóvenes canteranos para ocupar dicha posición, pero elementos como Ustari conquistaron el lugar impidiendo el paso a los canteranos. José Hernández tuvo que suplir al argentino y fue así como consiguió adueñarse de la titularidad, sin embargo, apenas cuenta con 21 años y tomar la batuta ha sido un tanto complicado, y un claro ejemplo fue lo ocurrido el sábado pasado donde cometió varios errores en la derrota frente al América.
Otro de los equipos que ya no produce como lo hacía desde hace décadas han sido los Pumas de la UNAM, aunque recientemente la directiva ha enfatizado en apoyar a los jóvenes talentos aunado a una buena camada de extranjeros para que el equipo pueda resurgir y ser de los principales protagonistas del Apertura 2018. Elementos como Escamilla, Mozo y Mendoza han tenido una mayor participación en el terreno de juego aunado a canteranos veteranos como Cabrera o Barrera, por lo que el panorama inicial luce alentador para el conjunto capitalino.
Cabe recordar que en el pasado Mundial Rusia 2018, Atlas colaboró con tres canteranos para la justa, con Hugo Ayala, Rafael Márquez y Andrés Guardado, no obstante, el más reciente debut de estos tres se dio con Ayala desde el 2006, sin contar a nadie de los últimos 10 años que haya salido de sus fuerzas básicas.
En cambio, Pumas contó con dos elementos. Un consolidado Héctor Moreno y un joven que apenas empieza su andar en el fútbol como Jesús Gallardo. Aunque cabe indicar que ambos equipos aportaban en mayor cantidad y calidad a las selecciones nacionales en décadas pasadas.