CORNADAS DE REALIDAD

El equipo mexicano nos mostró dos caras en esta fecha FIFA de septiembre. La pregunta es: ¿En qué tenemos que creer?, en la maravillosa exhibición mostrada por la selección frente a un Estados Unidos que le tomará años recuperar un nivel competitivo en CONCACAF, o la que mostró frente a Argentina, con un desorden táctico increíble y errores fatales en defensa –el talón de Aquiles de este cuadro– que hicieron que, de la mano de 'El Toro' Lautaro, la albiceleste sentenciara el partido en la primera mitad.

Vayamos por partes, y dejemos en claro que la selección de Estados Unidos no es rival para México hoy en día, el resultado pudo haber sido más abultado que un 3-0 si el cuadro azteca hubiera sido más contundente. Controlaron el partido los 90 minutos y nos hicimos la idea de que México, con europeos, estaba para más, como cada año. Cuatro días después la percepción es distinta.

Ayer en el Alamodome de San Antonio, los fantasmas de ese 18 de junio en Levi's Stadium aparecieron. Edu Vargas y la selección chilena clavando siete goles en la portería de Guillermo Ochoa pasaban por nuestra mente después de ver cómo se terminaba la primera mitad con un 4-0.

Tres veces toreamos a Lautaro Martínez, tres veces nos cornó. El eslabón débil de la selección mexicana quedó completamente exhibido ante la albiceleste. Y con cuatro cachetadas, pusimos pies en la tierra.

El resultado de Argentina es exagerado. Nadie, ni Scaloni, se planteaba un partido así, aunque hay que darle el mérito de que en la táctica le ganó la partida al Tata. 

Martino tendrá que replantearse los jugadores que están para ser llamados. Experimentar con defensas que no han recibido llamado, porque los cuatro de anoche, no han dado el ancho.