La campaña para los Pumas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) llegó a su fin luego de perder en los cuartos de final contra los Tigres por marcador global de 7 goles en contra y dos a favor. A pesar de este resultado, el torneo tiene un saldo positivo considerando el poco plantel que el club tuvo, además del debut de Juan Francisco Palencia como estratega del equipo.

A lo largo de la campaña, el club tuvo altibajos muy marcados. Primero se hizo un club que no perdía en casa, la cual fue una de sus fortalezas; la segunda, su debilidad: no ganaba como visitante. La racha positiva en casa se perdió, irónicamente, contra los Tigres en la fecha 14, y lograron ganar fuera de casa, una jornada después contra Veracruz.

Sin embargo, algunos de sus mejores partidos no siempre estuvieron acompañados de los tres puntos. El buen sabor de boca se presentó en la jornada 6, cuando Pumas recibía al sub campeón de la Liga: Monterrey. Parecía que el partido estaba inclinado hacia los regiomontanos pues su plantilla es más grande, su técnico más experimentado, su inercia más positiva. Pero, para sorpresa de todos, Pumas ganó 5 goles a tres con un hat-trick de Matías Britos, una anotación de Pablo Barrea y otra de Jesús Gallardo.

Otro de los grandes duelos de Pumas se dio en la jornada 8 cuando los Pumas recibieron en su estadio a los dirigidos por Víctor Manuel Vucetich. En esa ocasión, Pumas logró anotar cuatro goles y Querétaro sólo uno. Van Rankin, Pablo Barrera, Abraham Gonzales y Javier Cortes, fueron los anotadores que otorgaron la victoria a su equipo.

Sin embargo, los buenos funcionamientos no siempre se llevan a cabo en las victorias. Para Pumas, uno de esos partidos fue en el Clásico contra el América que perdieron dos goles por uno. Aquella ocasión Pablo Aguilar y William Da Silva anotaron goles tempraneros que los azulcremas trataron de defender todo el partido. Pumas tuvo variantes, Matías Britos anotó un gol, y se intentó anotar un segundo varias veces. Aunque hubo variantes, la puntería no fue un aliado y se perdieron tres unidades. Pero Pumas había mostrado que podía competirle a cualquiera.

Para finalizar, el último gran partido que los Pumas mostraron fue en la liguilla contra los Tigres en el partido de ida. Los auriazules comenzaron perdiendo el partido gracias la anotación de Ismael Sosa, pero Pablo Barrera hizo el del empate con un penal. Jurgen Damm anotó una vez más para Tigres, pero Fidel Martínez anotó el gol que dejaría en suspenso la eliminatoria. Fue un partido de ida y vuelta, rápido y con acciones en ambas áreas. Pumas jugó como debía hacerlo en una liguilla y contra un rival de jerarquía.