Pasan las temporadas y los Dallas Cowboys siguen sin ser eso: Los Dallas Cowboys. Después del último fracaso consumado hace apenas el año pasado en el final de temporada ante los Redskins, el equipo de la Estrella Solitaria empezará una nueva temporada en la NFL con la esperanza de por fin llegar nuevamente a un Súper Bowl. Dallas no logra alcanzar desde 1996 el juego por el Vince Lombardi.

La cúpula del majestuoso Estadio de los Vaqueros de Dallas se abrirá nuevamente para dar inicio a un nuevo año, en donde los nombres de Jason Garrett y Tony Romo serán sin duda los más usados por la prensa a la hora de señalar culpables si se cumple un nuevo fracaso en Arlington, Texas. O contrario a eso, también serían apuntados en dado caso de que los Cowboys logren el éxito total por primera vez en 17 años. Pero…

¿Qué hará que los Vaqueros fracasen o tengan éxito en esta nueva aventura dentro de los emparrillados estadounidenses que empezará para ellos el próximo 8 de septiembre? Vavel México te trae un análisis con cinco puntos claves previo a su arranque de temporada en la NFL.

5.- La línea de profundos: La línea defensiva profunda de los Dallas Cowboys siempre ha sido un dolor de cabeza. Desde el 2001 han traído a nueve profundos y ninguno ha logrado consolidarse. Este año firmaron a Will Allen en sustitución de Sensabaugh quien fue cortado apenas en marzo del 2013.

Barry Church y Allen se perfilan para ser los titulares en las trincheras de los Cowboys. Mientras que en las esquinas los ya conocidos Brandon Carr y Morris Claiborne alinearán, siempre y cuando estén sanos, sobre todo Claiborne, quien no jugó ningún partido de preparación con el equipo por una molestia en la rodilla. A pesar de eso, es muy probable que el domingo inicie la temporada siendo titular ante los Giants.

Si la zona de Safety de los Cowboys se comporta este año a la altura de las expectativas y de lo que realmente pueden dar de sí mismos en el terreno de juego, es muy probable que puedan competir de mejor manera. La defensiva terrestre ya es más que sólida, por eso es que ahora la defensa profunda debe de manifestarse y consolidarse de una buena vez por todas. ¿Desaparecerán por fin las lagunas este año en Dallas? La afición realmente espera que sí.

4.- Ser fuertes en casa: El Cowboy Stadium (Ahora conocido como AT&T Stadium) debe ser clave para que el rendimiento de los Vaqueros sea exitoso al final de la temporada. En las últimas tres campañas (2010, 2011 y 2012) el equipo de Jerry Jones ha hecho de local en 24 ocasiones y solamente ha salido victorioso ante su fanaticada 11 veces. En términos de porcentaje: Dallas ha ganado menos del 50 % de sus partidos en casa durante estos últimos tres años. Algo realmente muy pobre para un equipo con la tradición y la grandeza de los Cowboys.

Por eso es que Dallas tiene que comenzar a ser invencible en casa. Apretar dientes, salir a cazar al rival desde el primer minuto y crear una fortaleza de verdad dentro de su campo. Y es que tienen un plantel lleno de mucho talento para hacer eso y mucho más. Hora de explotar.

Es muy probable que si los Vaqueros ganan los ocho encuentros que tendrán en el Estadio AT&T esta temporada, los veamos en enero del 2014 jugando los playoffs.

3.- Usar más a Jason Witten: El salvavidas de Tony Romo debe ser usado con más frecuencia y no solamente cuando el partido se torne rojo. Miles Austin y Dez Bryant son grandísimos receptores, de hecho, es muy probable que Dez sea uno de los mejores cinco recibidores de balón en la NFL. Pero ese es otro tema.

Aunque Witten fue el jugador de los Cowboys con más recepciones la campaña pasada, es sólo por una razón: Hubo más momentos de presión y pocas ocasiones dulces para Dallas durante el 2012. Y claro, ahí estaba Witten, para atrapar el ovoide cuando el juego se escapaba. Infalible.

Pero, se han puesto a pensar en ¿Qué pasaría si Garrett ordenara usar más a Witten durante el juego y no solamente cuando de verdad exista urgencia de anotar? Al menos yo sí y estoy seguro que entre el mejor uso que le den al número 82 y las manos privilegiadas de Austin y Bryant, la ofensiva de los Dallas Cowboys puede explotar como nunca jamás lo ha hecho en esta última década.

2.- Las decisiones de Jason Garrett: Las malas decisiones del entrenador en jefe de los Vaqueros no son nuevas. La prensa lo ha atacado duramente en temporadas pasadas por la manera de manejar los partidos desde la banda. No pedir un tiempo fuera, no tirar un pañuelo, no patear, no ir por aire, no ir por tierra… Son algunas de las malas decisiones que han llevado a Garrett a dejar en la lona juegos importantes de los Dallas Cowboys en el pasado. ¿Ya aprendió?

Seguramente el entrenador ha podido repasar durante esta pretemporada todos esos errores que ha cometido a lo largo de su trayecto al frente de Dallas y en su tercer inicio de temporada con el equipo texano buscará no darle más argumentos a los medios de comunicación, que desde ya comienzan a presionarlo para que haga una buena temporada con el conjunto de la Estrella Solitaria. Y si no lo hace, probablemente esta vez habrá consecuencias.

Por lo pronto, al menos ha mostrado sensatez en su primera declaración previo al inicio de la temporada regular. Reconoció que hay urgencia por ganar un campeonato, aunque para eso hay que ir por partes: "Pero hoy nuestro único enfoque es el entrenamiento del lunes y luego el juego del domingo", mencionó Garrett. "No podemos estar pensando en postemporada y campeonatos, sin antes definir las cosas más elementales". Muy cierto.

1.- Antonio Ramiro Romo: Tantas han sido las veces en las que Tony ha tirado toda una temporada de manera dramática al ocaso, que la mayoría de la afición de los Dallas Cowboys ha perdido la confianza en su QB titular. Tal vez Romo tenga en la lona los récords de Staubach y Aikman, pero hay algo que el dorsal nueve de Dallas no ha podido efectuar, de hecho ni si quiera ha estado cerca: Ganar un Súper Bowl.

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Históricamente, el que nace para ser pasador de los Cowboys, específicamente nace para eso, para ganar el gran juego. Pero para la desgracia de Antonio, el tiempo se agota y aunque en marzo haya firmado un contrato que lo convirtió en el jugador mejor pagado en la historia de la franquicia (108 millones de dólares en 6 años) la afición parece que no va a tenerle más paciencia en caso de que vuelva a fracasar y mucho menos con su nuevo salario.

Tony Romo es un jugador genial, está entre los mejores mariscales de la NFL, tiene un gran brazo y probablemente sea el mejor QB a la hora de aguantar en la línea de ejecución quitándose rivales. Eso ya todos los sabemos, todos conocemos las magníficas cualidades que Romo tiene, por aptitud no hay nada que reprocharle. Su único defecto: No aguantar la presión y esconderse en los momentos realmente importantes.

La presión es algo que tiene todo ser humano, pero a algunos les aguarda más que a otros. Algunos expertos opinan que entre más motivado te sientas, menos presionado vas a estar. Aparte de los 108 millones de dólares, se dice en el entorno de los Dallas Cowboys que hay algo más que eso para que Romo esté motivado este año y por fin pueda lograr lo que tanto anhela la afición: El Súper Tazón.

"Este equipo se preparó bien", comentó Claiborne. "Sé que todos los equipos dicen que vienen de trabajar duro en el campamento. Aquí te puedo asegurar que hay algo especial después de la preparación que vi en California y al final aquí mismo".

Las posibilidades reales de Dallas están en lo que haga o deje de hacer Tony Romo a partir del mes de diciembre, pues es ahí cuando el barco puede comenzar a hundirse o mantenerse navegando firmemente y llegar a tierra prometida.