Atrás quedó esa derrota que rompió con su racha de 153 victorias consecutivas en el racquetbol hace poco más de un mes. Luego de tres años y medio, tiempo en el que dominó a placer este deporte, Paola Longoria cayó ante la estadounidense Rhonda Rajsich en la final del Stockton Pro Am y con la derrota, se esfumó también la confianza de la potosina.

Dicen que el tiempo lo cura todo y sumado a la consecución de tres preseas de oro en los Juegos Centroamericanos y del Caribe en Veracruz, Longoria López parece haber recuperado la fe en sí misma, pero especialmente, el gusto por jugar.

“Siempre hay algo por mejorar, la verdad es que mis servicios no estaban entrando de la manera en que entran ahora, creo que por eso a raíz de cuando perdí el invicto en Estados Unidos, la mentalidad ha sido importante, perdí confianza en mí misma, pensar que me pueden ganar, antes no pensaba eso, yo realmente digo, está realmente la posibilidad de ganar o perder siempre, pero mi mentalidad era ganar a como diera lugar, me tocó estar en circunstancias difíciles en los últimos meses para que no perdiera el invicto, la presión se juntó pero este tipo de torneos (JCC) ayudan a retomar confianza”, comentó Longoria.

Fue un torneo donde arrasó con cuanto rival se le puso enfrente, por lo que elogió lo hecho por todos y cada uno de los que conforman el equipo de racquetbol mexicano, que se colgaron todos los oros posibles en la especialidad.

“Sí, la verdad estoy muy agradecida por el cariño, mis compañeros también han hecho un gran trabajo, los hombres también se llevaron las tres medallas y en mujeres igual, estoy contenta, feliz con el compromiso y nos vamos muy agradecidas con el cariño de la gente”, indicó.

No hubo estrategia específica, pues Paola aseguró “simplemente estuve enfocada porque yo creo que cuando estoy en la cancha, con la estrategia ahí y concentrada, lo demás fluye”.

Un invitado especial estuvo presente con la mejor racquetbolista del planeta, su padre, José Longoria Martínez, quien le dio algunos consejos previo a su último juego en JCC.

 “Mi papá me dijo que jugara fuerte, que no empezara a tocar con los servicios y sí es algo que me identifica mucho, mi juego siempre es contundente, agresivo, y precisamente hacer unos ajustes pasando la pelota un poquito porque la niña de Guatemala juega muy adelante y las paralelas y los pases fueron lo que más me sirvieron”, remachó.