Como muestra de agradecimiento a Chris Bosh por parte del Miami Heat, la organización de la florida, decidió retirar el #1 y colgarlo en el techo entre las leyendas que han pisado el American Airlines Arena

El ala pívot, quien lleva inactivo desde la temporada 2016 por unos problemas en sus pulmones que evitan que su respiración sea al 100% mientras tiene desgaste físico, ha intentado regresar a las duelas de la NBA en diversas ocasiones pero hasta la fecha no ha podido. 

Bosh, participó con el Heat durante seis temporadas en donde fue nombrado en cada una de ellas como All Star, fue campeón con la organización en dos ocasiones junto con Dwyane Wade y LeBron James, y es quinto en la lista histórica de anotadores en la franquicia, por lo que no cabe duda que este reconocimiento es bastante merecido. El nacido en Texas, se une a Shaquille O'Neal, Alonzo Mourning, Michael Jordan y Tim Hardaway como los únicos basquetbolistas que su número ha sido retirado en 'South Beach. Cabe destacar que el ex jugador de futbol americano de los Miami Dolphins, Dan Marino, también tiene dicho reconocimiento en el estadio por sus contribuciones a la ciudad mientras estaba en activo con la NFL. 

Chris Bosh tuvo un momento para hablar con la afición de Miami y se mostró bastante emocionado por ser considerado como uno de los mejores representantes en la historia de la institución y declaró que se siente como un sueño hecho realidad. Jugadores que formaron parte de aquel equipo ganador dirigido por Erik Spoelstra estuvieron en un lugar especial como 'D Wade' y Udonis Haslem, así como la persona que estuvo encargada de formar al 'Big 3', como lo es el director de operaciones, Pat Riley.

Una de las razones principales por las que Bosh es querido tanto en la ciudad, es por el hecho de que luego de que LeBron James anunciara que estaría regresando a los Cavaliers luego de ganar dos títulos en cuatro años, Chris, decidió renovar su contrato con la organización con la intención de seguir dominando la conferencia este. Para su mala suerte, dos años después sería diagnosticado con los problemas que hasta la fecha, lo impiden de jugar baloncesto.