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Los keniatas guían a Alaiz hacia Pekín

El atleta leonés bate su marca en 3.000 metros obstáculos (8.19.85) y consigue la mínima mundial y olímpica en la Liga de Diamante en Eugene. Renaud Lavillenie intenta los 6,16 metros en pértiga tras otra victoria holgada. Cinco mujeres bajan de 11 segundos en los 100 metros lisos y Gatlin sigue levantando sospechas por igualar sus registros más rápidos a los 33 años.

Los keniatas guían a Alaiz hacia Pekín
Roberto Alaiz durante el Mundial de Moscú. Repetirá en Pekin tras su actuación en la Liga de Diamante de Eugene. Foto de RFEA.
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Por Ismael Pérez

La estrategia estaba clara, había que seguir de lejos al ejército keniano, con el cronómetro en la mente pero sin perder su estela. Sin querer hablarlos de tu a tu, un imposible, pero sin hundirse por ello. Roberto Alaiz la siguió a la perfección en su primer contacto con Hayward Field, en Eugene, uno de los templos del atletismo, la casa del mito Steve Prefontaine, mediofondista como él, tan puro, tan inquieto como el leonés que se pasó unas cuantas semanas en Kenia este invierno para aprender de la vida y de los mejores.

Una inmersión y una persecución a los ídolos para acercarse a ellos. Para seguirlos consiguió ser el único europeo en los 3.000m obstáculos y para seguirlos e intentar estar un poco más cerca de ellos estará en Pekín, en el Mundial de agosto, después de una carrera cerebral que le llevó a mejorar en cinco segundos su marca personal y acabar con la barrera psicológica de los 8 minutos y 20 segundos. Los 8.19.85 le harán correr ahora con más tranquilidad tras asegurar la mínima para la cita china y para los Juegos Olímpicos de Río 2016.

La carrera más rápida del año tuvo solo dos protagonistas, el veterano Ezekiel Kemboi, camino de su cuarto oro mundial, y el joven Jairus Birech. El primero se impuso  (8.01.71) en un sprint eléctrico después de tres kilómetros que se recorrieron troceados en grupos.

Por detrás, aguantaban el resto de kenianos, y los locales Evan Jager y el joven Donald Cabral, los únicos dos blancos que soportaban el envite africano. Cabral casi es alcanado al final por Alaiz, de menos a más, hasta llegar a meta en novena posición en los obstáculos más inolvidables de su vida, aunque no probablemente los mejores. "Sé que puedo correr muchísimo más", explicó en Twitter.

Lavillenie ataca el récord

La tercera cita de la Diamond League dejó otros grandes momentos en el escenario del Mundial de 2021. Renaud Lavillenie firmó una actuación de las que acostumbra, dubitativo al inicio (dos nulos en 5,70m, otro en 5,86m) para volar después. Solo y vencedor desde hace rato, el francés pasó por primera vez este año al aire libre de los seis metros.

Pareció tener demasiado margen de mejora en 6,05m, que superó a la primera, pero se topó después con los 6,16m, que no superarían su récord del mundo en cubierto pero sí el de Bubka al aire libre (6,14m en Sestriere, en las faldas de las montañas que este sábado escaló el Giro). Pareció más una barrera mental que física, porque Lavillenie ni siquiera llegó al listón en una ocasión y lo derribó con el listón con los pies desde el principio en las siguientes. La pértiga arrojó otra buena noticia, la recuperación del alemán Rafael Holzdeppe, el campeón mundial, que volvió a los 5,80 metros tras un año horrible para la escuadra germana que en 2013 seguía la estela del galo.

Barshim volvió a renunciar a intentar la plusmarca mundial cuando podía hacerlo

La tarde de Eugene pudo terminar con otro intento de récord del mundo, pero Mutaz Essa Barshim, el pajarito catarí que vuela sobre la altura, parece que se está tomando la temporada con traquilidad. Como en Shanghai, renunció a intentarlo cuando podía hacerlo, ya en solitario, ya ganador en 2,41m con su facilidad habitual.

La falta de competencia de Bohdan Bondarenko, ausente en el Hayward Field, tampoco ayudaba. Se acercó a él el chino Guowei Zhang, que progresó hasta 2.41 metros. Hay un despertar en el atletismo chino de cara a su mundial de agosto ahora que se ha retirado Liu Xiang. En el hectómetro, Bingtian Su bajó de los 10 segundos y entró tercero tras Tyson Gay (9.88s) y Michael Rodgers (9.90s).

Avalancha de mujeres sub11

En la recta destacaron, sin embargo, las chicas. La jamaicana Shelly-Ann Fraser-Pryce despejó todas las dudas causadas en Shanghai y volvió a correr por debajo de los 11 segundos tras un 2014 en calma. Lo hizo, como todas, muy por debajo. Se impuso en 10,81s, la misma marca que la costamarfileña Murielle Ahuré.

También en ese territorio la americana Tori Bowie (10.82s), la niegeriana Blessing Okagbare (10.87s) e incluso las recien llegadas, todavía en la final B: English Gardner, de Estados Unidos (10.84s), Elaine Thompson, de Jamaica (10.84s).

Otra que regresó a su mejor nivel en Eugene fue Genzebe Dibaba, la hermana pequeña, que no llegó a acelerar tanto los cinco kilómetros como en lo hizo su compatriota Ayana en la pasada reunión, pero volvió a bajar de 14.20 minutos en un monólogo suyo desde que se retiraron la liebres. Venció en 14.19.76.

También hubo 5.000 metros en el preámbulo de la reunión el viernes, donde el etíope Yomif Kejelcha derrotó al keniata Soi o a los estaunidenses Rupp y Lagat en 13.10.54. Eugene también disfrutó el primer día de 10.000 metros que corrió Mo Farah, algo poco habitual en un hombre acostumbrado a llegar a los campeonatos sin referencias en los 10 kilómetros. Por supuesto, venció muy rápido (26.50.97) aunque con los keniatas Paul Tanui y Geoffrey Kamworor muy cerca.

Gatlin en sus mejores marcas

También en la pista, mayoritaria en el programa del sábado, destacó la impresionante marca del exdopado Justin Gatlin a los 33 años. Prometió algo grande aquí y lo hizo en los 200m, que dominó con 19,68s, igualando su marca personal del año pasado en Mónaco. Con la misma superioridad se impuso el granadino Kirani James en los 400 metros. Acabó como único hombre por debajo de 44 segundos (43.95s), medio más rápido que el campeón mundial LaShawn Merrit, que por el momento ha abdicado de su anterior rivalidad. En la prueba femenina, Sanya Richards-Ross no pudo traspasar la frontera de los 50 segundos como hace dos semanas. Más que eso, perdió ante Allyson Félix, de paso a los 400 metros ante la ausencia de 200m (50,05s).

Kirani James terminó como el único cuatrocentista por debajo de 44 segundos. Merrit, a medio segundo, ya no es un rival

En los 800 metros, el etíope Mohamed Aman sigue manteniendo su jerarquía entre los hombres (1.44.92), mientras entre las mujeres la keniata Eunice Sum y la estadounidense Ajee Wilson mantuvieron un pulso intenso que se decantó en la parrilla de meta a favor de la primera (1.57.82). También tuvo que sudar hasta el final la local Jenny Simpson en los 1.500 metros (4.00.98), prueba que no tuvieron ellos, convocados a la habitual Milla Bowerman. Asbel Kiprop no se adaptó a los 109 metros más. Escondido en el grupo, empezó a remontar demasiado tarde pese a ser el más fuerte en la recta. No llegó a poder superar al mejor deportista de Djibuti, Ayanleh Souleiman (3.51.10).

Estados Unidos volvió a demostrar su función de fábrica para algunas pruebas como los 400 metros vallas, donde Johny Dutch (48.20s) derrotó al veterano Bershawn Jackson, vencedor en la última Diamond, y Michael Tinsley, dominador de la prueba hace meses. En las vallas altas sí se mantuvieron las últimas costumbres. Volvió el francés Pascal Martinot-Lagarde a una reunión y siguió ganando, en esta ocasión a toda la élite norteamericana (13.06s).

Ibarguen domina el triple

Entre las pruebas dentro del anillo, Lavillenie y Barshim aparte, nadie tan brillante como la colombiana Catherine Ibarguen, sometida esta vez sí a una verdadera competencia en el triple salto e igualmente triunfadora. Voló la rusa Yekaterina Koneva a los 15.04 metros en el segundo salto y metió presión. Ibarguen consiguió pasar los 15 metros en el quinto intento pero hasta el final no se vio victoriosa con un triple brinco de 15,18 metros en el sexto. Desafortunadamente para ella, el excesivo viento en contra invalidó el registro. Lo mismo que sucedió el día anterior, en el que el foso también contempló el largo brinco de la estadounidense Tianna Bartoletta (7,11 metros).

La colombiana encontró esta vez competencia en la rusa Koneva, también por encima de 15 metros

Ante esta avalancha de pruebas, más desapercibidos pasaron los lanzamientos, donde se cumplió el guion. El polaco Piotr Malachowski venció en disco (65.59m), el estadounidense Joe Kovacs se impuso en el peso (22,12m) y la alemana Christina Obergfoll dominó la jabalina (63.07m). Ahora la Liga de Diamante pisará por primera vez este año Europa en Roma el próximo jueves.

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Sobre el autor
Ismael Pérez
25 años. Periodista. He cubierto los JJOO de Londres y Sochi para Somosolimpicos.com y los grandes campeonatos de atletismo desde 2011, en Praga y Ámsterdam como enviado especial. @Ismael_Prz