El Campeonato Europeo de Atletismo está dando buen sabor de boca a la delegación española y como no podía ser de otra manera, todas las miradas estaban puestas en David Bustos que no defraudó a nadie y en la complicada categoría de 1500 metros lisos logró una merecida plata tras un juego de estrategia final.
El español ha comentado a los medios allí presentes lo que esperaba conseguir durante la final de dicha competición, donde consideraba oportuno permanecer en la zona trasera del grupo y atacar en los 300 metros finales con un cambio de ritmo para pillar desprevenidos a los demás atletas:“Era lo que esperaba. Le dije a mi entrenador: no te preocupes, voy a correr atrás, prefiero guardarme del 1.000 al 1.200 y luego tener fuerza para cambiar y me ha salido bien. Si llego a estar más adelante quizá hubiera podido luchar por el oro, pero si me pasa lo mismo que en semis, igual me adelantan tres o cuatro y no cojo medalla".
El subcampeón de Europa ha señalado que su intención era luchar por las tres primeras plazas, pero que en la categoría de 1500 es impredecible que puede suceder, señalando que no quería desgastarse antes de tiempo y por cambiar de ritmo:“Siempre suelo salir rápido, me he colocado arriba pensando que ya me adelantarían, sin desgastar, no he opuesto resistencia cuando lo han hecho, y en cuanto he visto hueco he tirado para adelante. Me ha salido bien. Ya era hora de que me saliera una carrera buena".
El motivo que dio Bustos para que los allí presentes comprendieran el porque de esa estrategia no fue otro que recordar que al mantener ese pequeño impulso de fuerza y aguante podría ser rápido al final, por lo que prefería una carrera relativamente lenta:"Sé que si tengo ese punto de fuerza y de resistencia soy muy rápido al final. Si me falta eso no soy capaz de hacer este esprint. Al ser una carrera tan lenta entraban en juego mucha gente, pero yo lo prefiero así. Me gusta un ritmo medio, entre 3:38 a 3:40 y sin desgastarme para llegar con mucha fuerza".
Parte de la clave de su éxito se ha debido al cambio de entrenador que ha tenido, que ha hecho que con la presencia de alguien de confianza pudiera trabajar en aspectos que no le iba del todo bien, cosa que ha hecho que notase una amplia mejora: "pero a uno, Toni Roig, que conocía desde pequeño (...)Sabía que me hacían falta cuatro cosillas que él me iba a implementar a la perfección: levantar la cadera, ampliar la zancada, hacer bien el gimnasio con fuerza en arrastre, cosas que echaba un poco de menos. He notado una mejora de la hostia y estoy contentísimo".
El atleta nacional ha destacado que todavía es pronto para hablar del futuro del mediofondo nacional y cree que es conveniente centrarse en el presente:”Hay que darle tiempo a los jóvenes (...)Ahora nos toca dar el callo a mí, a (Adel) Mechaal y a la gente de mi generación. Las medallas siempre vienen bien, sobre todo en 1.500, donde siempre hay ansia de medalla".
También ha hablado de su esperanza de cara a los JJOO donde espera por llegar a la final, ya que tiene especial ilusión al poder ir a ese evento con la delegación española: "Hay que seguir entrenando para intentar estar en la final olímpica, que es lo que me hace mayor ilusión. Ojalá pudiéramos ir tres a los Juegos. Espero que siga la racha así y siga saliendo gente de abajo".
Por último ha señalado que a corto plazo su objetivo más directo es poder llegar a mejorar su marca personal: "Creo que estoy para hacerla, y luego el campeonato de España. Después cargar al máximo y no relajarse para mantener la tensión competitiva de cara a los Juegos".