Tras lo de hoy, podría decirse que las dudas para el aficionado del Bilbao Basket deberían disiparse. Sin embargo, no. Detrás de la facilidad con la que se deshace de sus rivales en competición europea no existe una base sólida para ser garantía en el torneo local, lo que le lleva a ser hoy por hoy el último clasificado de la Liga Endesa. Quizá, como lectura positiva es que el equipo sigue mejorando, que el último partido liguero fue contra un de momento, intocable Real Madrid, pero la diferencia de nivel entre las dos competiciones es clara. Hoy, los de Rafa Pueyo tuvieron en frente al "coco" del grupo. Recientemente campeón de la Liga Francesa (2012), los galos no fueron mas que un dulce caramelo en una primera parte que supuso los veinte mejores minutos de la temporada, pero que acabó por verle las orejas al lobo cuando el conjunto visitante se remangó y sacó a la luz por enésima vez las carencias de este equipo.

Bilbao Basket y Elan Chalon comenzaban parejos el partido, con la clásica alternancia de canastas, que obligaba a los de casa a forzar faltas llevando a colocarse en bonus pasados solo cuatro minutos, facilitando el empate a 8 de los de Chalon. Con Grimau en el once titular, Pueyo daba entrada a Bertans y guiados por un inconmensurable Kavaliauskas, los locales apretaron el acelerador. Sorprendente faceta defensiva del pívot lituano (8 rebotes 4+4) que se colocó como referente por dentro mientras que fuera los que tenían que jugar no fallaban en su tarea, como viene siendo habitual. Con toda la plantilla disponible, un Elan Chalon empequeñecido no era capaz de meter mano de ninguna manera, con tiros muy forzados y completamente superados en el rebote, además que los pocos tiros abiertos decidían no entrar. Con Hervelle y Gabriel demostrando que Rafa Pueyo lo tiene difícil para decidir que debe de ser titular y Vrkic y Pilepic actuando de distribuidores mas que de tiradores (mal partido de Pilepic), el Bilbao Basket dejaba el luminoso con trece de ventaja al término de los primeros diez minutos.

Se avecina una semana difícil, con la decisión de Rafa Pueyo de no sacar a jugar a Carmichael

En el segundo cuarto, la dinámica no iba a ser diferente. Germán Gabriel, que cada día va a mas, se calentó y sacó su vena triplista a relucir, ayudado por Álex Mumbrú, con detalles de calidad aunque sin sobresalir. Kavaliauskas continuaba como amo y señor atrás y adelante y por fuera, Raúl López, Grimau y Bertans manejaban el equipo turnándose en la pista. Por otro lado, Rafa Pueyo decidía que Carmichael no formaría parte del partido, decisión que acarrea sospechas de que no convence al los técnicos, y Samb se ponía en su lugar. Todavía le falta un poco al senegalés, pero hoy tuvo de sus mejores minutos en el Bilbao Basket. Influido por la buena dinámica del equipo y entregándose al máximo, el pívot firmó 4 puntos y 4 rebotes en solo cinco minutos, suficientes para pensar que todavía puede tener una oportunidad aquí, si Carmichael finalmente no cuaja. Al descanso, la diferencia era clara: 43-29.

Sin embargo, en el segundo periodo, la charla de Jean-Denis Choulet, técnico del conjunto visitante, debió ser muy clarificadora, porque los papeles se intercambiaron de una sorprendente manera. El equipo seguro de su juego y acertado vestía de blanco y el equipo inseguro y fallón iba de negro. Pérdida tras pérdida,los franceses encontraban fáciles jugadas de contra golpe, comenzando a rebotear bajo ambas canastas y de la mano de A.J. Slaughter (19+20), la renta de 17 puntos comenzó a decrecer paulatinamente. La insolvencia con la que la defensa bilbaína tapaba los triples y la fortuna de que los tiros iban entrando contrarrestaba con las largas rachas sin anotar de los de casa. Pero al borde de la bocina, Kavaliauskas, en su línea, ponía un oportuno tapón para que Zoran Vrkic anotase dentro de tiempo y diera un respiro a los MIB, que vislumbraban un duro último cuarto.

Complicado último cuarto

Efectivamente, el Elan Chalon buscaba una remontada épica y en su mano estuvo. Hasta los cinco puntos de distancia fueron capaces de llegar los franceses, mientras la presión subía y subía, tanto en la cancha como en las cabezas de los jugadores de casa, que veían asomar los fantasmas de la Liga. Pero en los momentos difíciles es cuando los grandes aparecen y por ahí mió la mano el pequeño del equipo, Raúl López. Con el rival a siete puntos, una canasta y un triple devolvían un renta insalvable, que se vio impresa en una jugada, de esas que solo Raúl López sabe hacer, mezcla de inteligencia y entrega, recuperando un balón vital para que la cuarta victoria se quedara en casa.

Todavía el camino es largo, pero el margen de error es mínimo. Los dirigidos por Rafa Pueyo se enfrentan a un importantísimo partido para comenzar a salir del pozo. El domingo, llega el primer derbi de la temporada en Illumbe y no cabe relajación alguna. Además, se avecina una semana difícil, con la decisión de Rafa Pueyo de no sacar a jugar a Carmichael, así que los problemas de este Bilbao no se van con esta victoria. Ni mucho menos.