La trayectoria de Sito Alonso es extensa. Ha sido el alumno aventajado de Aíto García Reneses, fruto de su formación como segundo entrenador en el DKV Joventut. Su gran salto se produjo cuando se hizo con las riendas del primer equipo verdinegro, cargo del que fue cesado en marzo de 2010, tras una derrota por 30 puntos ante el Aris de Salónica.

Después, se embarcó en el Gipuzkoa Basket, al que le llevó a disputar unos playoffs por el título y la clasificación para la Copa del Rey. Este verano, se trasladó a Bilbao, para coger el timón de un equipo que estuvo a punto de desparecer por problemas económicos este verano. Con un nuevo presidente, Xavier Jon Davalillo (tras la dimisión de Arrinda), ha colocado al Bilbao Basket en la cuarta posición de la tabla, con 15 victorias y 6 derrotas. Miribilla es un fortín, donde ni Barça ni Madrid consiguieron la victoria.

De cara al encuentro contra el Unicaja de Málaga, Sito recalca que va a ser muy importante la fortaleza mental. "Si somos muy positivos y muy competitivos vamos a ganar", asegura. Tiene una gran confianza en su plantilla y no le preocupa la inexperiencia de algunos jugadores en las citas coperas. "Tengo una confianza tan grande en los que tenemos aquí que me parece bastante factible que cualquiera de ellos pueda explotar y pueda ser una gran sorpresa. No hay ningún jugador que no crea en el compañero que tiene al lado, ni en el que peor está" recalca.

Otorga el papel de favorito al Unicaja: "Ellos tienen ventaja. Están trabajando muy bien, con una plantilla muy completa. En la Liga Endesa, están demostrando que son casi inaccesibles. Tienen un físico más potente. Debemos intentar hacer el campo grande y ser escurridizos con un juego alegre y con movilidad". De la misma manera, cree que ante el líder "no es bueno abandonar la identidad de lo que te ha hecho llegar hasta aquí, porque posiblemente las opciones de vencer se reducen".

"Nuestra mentalidad es la de aprovechar esta oportunidad" es la frase que va a inspirar a toda la plantilla, que contará con los siempre fieles aficionados, conocidos como "la marea negra".