Obradoiro CAB 2013: remodelación total después de hacer historia

El año 2013 ha sido, en general, el mejor de la historia del club santiagués. Con una sólida base gracias a las dos campañas anteriores, jugadores como Levon Kendall, Andrés Rodríguez y Alberto Corbacho tiraron del carro junto a la colaboración de los recién incorporados Robbie Hummel y Salah Mejri. Entre todos llegaron a un hito que parecía inalcanzable unos meses atrás, acabar la liga regular entre los ocho primeros. Después de caer contra el Real Madrid hubo un profundo cambio y no solo en jugadores. Será muy difícil repetir lo conseguido en la campaña 2012/2013 pero Moncho Fernández está colocando los cimientos para hacer del equipo actual un conjunto que compita y sepa ganar.

Obradoiro CAB 2013: remodelación total después de hacer historia
La afición es uno de los pilares más importantes sobre los que se sustenta el Obradoiro (Foto: J.Marqués/ACB Photo).
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Por Juan Manuel Serrano

Fabulosa, excepcional, impresionante, son interminables los calificativos que se le puede poner al año 2013 realizado por el Obradoiro CAB. Son muchos, y todos positivos. Con trabajo, humildad, esfuerzo y compromiso las metas que se había marcado el club gallego en su segunda temporada consecutiva en la ACB se cumplieron e incluso se superaron. El objetivo era la salvación, con lo que al acabar los 34 partidos de liga regular tendría que haber dos equipos por debajo. Pues no fueron dos, sino que esa cifra se multiplicó por cinco y fueron diez los rivales que quedaron en peor posición que el conjunto compostelano.

Durante la temporada ya se vislumbraba que este equipo iba a ser capaz de grandes cosas y a un triple se quedó de la Copa del Rey. Hacía mucha ilusión a aficionados, cuerpo técnico y plantilla poder estar en Vitoria junto a otros siete clubes y jugar todas las cartas a un solo partido, a 40 minutos. Sin embargo en Badalona el Joventut superó, no sin polémica, a los pupilos de Moncho Fernández. Un jarro de agua fría para toda la entidad, pero quedaba camino por recorrer y los playoffs eran una posibilidad. La opción se convirtió en realidad y, tras una jornada final con emoción ya que el Unicaja dependía de sí mismo, el Obradoiro CAB era uno de los ocho equipos que participaba en la fase final de la liga. El rival, el todopoderoso Real Madrid, se deshizo de los santiagueses en dos partidos, uno en cada cancha. Otra "equis" se podría marcar en el libro de los hitos históricos.

Con el cambio de temporada, algunas de las piezas fundamentales decidieron irse. Era el momento de remodelar. Los Kendall, Andrés Rodríguez, Hummel o Mejri dejaron paso a los Xanthopoulos, Minnerath, Muscala o Delas. Tras un tiempo de aclimatación en el que daba la sensación de que este equipo tendría que ir a más, las victorias empezaron a llegar y al acabar el año, en la 13ª jornada, lleva un balance de 4-9. Está fuera del descenso, que sigue siendo el objetivo principal, aunque tras lo logrado la campaña anterior las expectativas están más altas. Hay quien mantiene los pies en la tierra, pero hay quien está soñando ya con ganar un partido en los playoffs. El camino es muy largo y la consolidación del equipo en la élite es la prioridad, porque si se quisiese llegar al cielo sin tener unos cimientos bien puestos la directiva habría decidido jugar competición europea —Eurochallenge o Eurocup—. Pero el objetivo a día de hoy no es ese, es poder seguir con un equipo en la mejor liga de baloncesto del mundo tras la NBA.

El sueño roto de la Copa del Rey

Décimo empezaba el año 2013 el Obradoiro. Por delante dos partidos para finalizar la primera vuelta, lo que significaba que los ocho primeros clasificados tras esos encuentros estarían en la Copa del Rey de Vitoria. Blancos de Rueda fue un rival muy asequible y más si cabe jugando en el Fontes do Sar. No puso oposición a los interiores, Kendall y Mejri, que con 29 y 27 de valoración respectivamente —el tunecino lo logró en 21 minutos sobre la pista— certificaron el triunfo local (89-56). Cambió el rol para la siguiente jornada ya que Unicaja y Asefa Estudiantes perdieron.

Ahora los protagonistas eran los gallegos y su próximo escenario el Palacio Municipal de Deportes de Badalona. Gran inicio y gran final, pero no fue suficiente. Tony Gaffney y Corey Fisher fusilaron, una y otra vez, el aro rival con una facilidad asombrosa, incluso en momentos clave. Al final, algunas decisiones arbitrales discutibles, dejaron al Obra a dos puntos con 6 segundos por delante. Tuvo tiempo suficiente para tirar, de forma forzada, Andrés Rodríguez pero el balón fue repelido por el aro (89-87). Estudiantes, que había vencido al Barça y estaba a la espera de saber el resultado del Joventut-Blusens Monbús, se clasificaba para la Copa.

Sin embargo, lo que hace grande a un equipo es reponerse de los malos momentos. Y es que no solo la no clasificación para la Copa mermó psicológicamente al equipo gallego. También fue condicionado por la lesión del base titular y máximo asistente de la liga, Andrés Rodríguez. El boricua era una de las piezas clave y tendría que estar un mes en el dique seco. Con su baja y con un Jorge Sanz que no había disputado tantos minutos con un rol tan importante, Manresa se impuso con claridad y comodidad al Obradoiro en el Nou Congost (83-69). Para minimizar el daño sufrido por la pérdida de Andrés, el club firmó como temporero a Iñaki Sanz, procedente del Planasa Navarra de LEB Oro. Iba a ser el tercer base, pero podría aportar cosas interesantes tanto en los entrenamientos como en los partidos. En su debut como convocado —no jugó ningún minuto— el Obra cayó contra el Fuenlabrada en Santiago. Ni siquiera la buena actuación de Jorge Sanz salvó a los de Moncho Fernández de su tercera derrota consecutiva (73-79).

La mala racha continuó una semana más, en esta ocasión, ante el Murcia, viejo enemigo. El 50% con 11/12 desde más allá de la línea de 6,75 le bastó al UCAM para sobreponerse a un Obra que contó con un Mejri espectacular —16 puntos, 9 rebotes y 4 tapones— (83-77). En este choque sí que debutó Iñaki Sanz, sumando trece segundos en su casillero particular como jugador de la Liga Endesa. En ese momento el Murcia se sumaba a la pugna por entrar en playoff ya que se colocaba con nueve victorias, igualado con los gallegos y con Unicaja. Cuatro derrotas seguidas tras la decepción de Badalona, pero llegaba la Copa del Rey para poder descansar y retomar el ritmo de juego que había perdido el Obradoiro.

Descanso copero para recuperar fuerzas

Del 7 al 10 de febrero se disputó la Copa y eso sirvió al Obra para coger aire, tomar impulso de cara a la recta final de temporada. El siguiente rival era el Caja Laboral, al que ya le había vencido en la primera vuelta. Con Andrés todavía de baja, Iñaki Sanz y Rafa Luz se repartieron los minutos para regalar asistencias —9 entre los dos— y certificar una victoria que confirmaba que los primeros meses realizados por el Obradoiro no habían sido un espejismo. Levon Kendall, con 33 de valoración, se erigió como protagonista de esta victoria alentadora de cara a las siguientes semanas de competicion (84-70).

En Canarias, ante un equipo hecho para salvarse, también con un presupuesto bajo, el equipo no estuvo a la altura y cayó después de que Ricardo Uriz, repartiendo nueve asistencias, y Blagota Sekulic fueran los héroes de los canarios (84-77). A partir de ese momento empezó a aparecer Robbie Hummel, que hasta el partido de la jornada 23 contra el CAI simplemente había dejado destellos de su capacidad anotadore en contadas ocasiones. El alero, que había sido homenajeado en su universidad durante el parón copero, quiso demostrar que quería hacerse un hueco en la NBA —actualmente milita en los Minnesota Timberwolves—. Contra los maños apareció en el último cuarto, anotando 13 puntos de sus 15 totales y dando una ventaja inalcanzable para un Zaragoza que dependió exclusivamente de Michael Roll y de Pablo Aguilar (72-64). Además, en este partido reapareció Andrés, disputando cinco minutos. Con ello, Iñaki Sanz ya no pudo estar y se despidió del club con unas buenas sensaciones tanto en el cuerpo técnico como en la afición, por lo que tuvo la oportunidad de volver para disputar la temporada 2013/2014.

Había que confirmar las buenas sensaciones y la recuperación del buen juego con una victoria lejos del coliseo santiagués. El lugar elegido fue Sevilla, el rival el Cajasol. Los interiores Mejri, Kendall y Hummel, con 12,16 y 11 puntos respectivamente, se pusieron al mando de la nave obradoirista para vencer a un conjunto sevillano que solo jugaba para su hombre estrella, Tomas Satoransky (63-71). Andrés, que demostró estar totalmente recuperado de la lesión, se salió repartiendo 9 pases de canasta.

12-12, inimaginable en septiembre

Habían transcurrido ya 24 partidos de la liga regular, tan solo quedaban diez por delante, y el balance era de un 50%. Doce victorias y doce derrotas. Con la confianza por las nubes el Obradoiro recibía en Sar al Valencia Basket, que con un Justin Doellman estelar —41 de valoración, con 32 puntos, 6 rebotes y 5 robos— superó, pese al 5/13 en triples de Corbacho, al equipo santiagués (74-80). Y Sar volvió a tener MVP de la jornada. Había sido Hettsheimeir en su paso efímero por Santiago, y también Levon Kendall lo había logrado en las primeras jornadas de esta campaña, pero en esta ocasión fue para el tunecino Salah Mejri, a quien ya se le estaba situando en la órbita del Real Madrid. Acabó con 29 de valoración contra el Asefa Estudiantes, equipo que estaba luchando por la octava plaza con el Obra. Salah aportó 24 puntos, 8 rebotes, 1 asistencia y 2 recuperaciones. Con esos números ayudó a su equipo a ganar a los madrileños (82-71).

La fortuna, en una de las pocas veces que se pone del lado obradoirista, se alió con los de Moncho en la cancha del Herbalife Gran Canaria. Última jugada, vencían los amarillos 70-69. Jugada diseñada para Ben Dewar, recibe, se levanta y triple. Victoria para los visitantes y un paso más hacia los playoffs, además en una pista siempre complicada. Robbie Hummel también fue importante para poder superar al potente Eulis Báez y la anotación de Brad Newley (70-72).

Rebosante de felicidad y de confianza el Obra recibía al Barcelona, que contaba con una baja importante, la de Juan Carlos Navarro. El partido se fue a la prórroga y ahí, la mayor calidad de los culés les dio la victoria gracias a un imperial Ante Tomic. El cañonero de la ACB, Alberto Corbacho, aportó con seis triples que fueron insuficientes incluso sumándose Hummel con tres lanzamientos más desde 6,75 en instantes decisivos. Derrota que no empaña la gran labor y esfuerzo que realizaron los jugadores de Moncho Fernández (81-86).

Histórico póker a domicilio ante rivales de Euroliga

Había ganado en Vitoria, Málaga y Barcelona, ya solo quedaba visitar al Real Madrid. En caso de ganarle haría historia y sería el segundo equipo que lo lograría, tras el Pamesa Valencia en la temporada 2002/2003. Con ese sueño en la mente se presentaron en el Palacio de Deportes de la Comunidad de Madrid ante un gigante, pero el Obra volvió a ser "el matagigantes" que no deja de sorprender a propios y extraños y se alzó con el triunfo (61-64). El ala estadounidense, Hummel, fue la pieza fundamental en Madrid, y con sus 25 de valoración dio una motivación extra al equipo de cara a los siguientes partidos. Eso sí, los rivales ya estaban avisados, este conjunto no iba de farol, podía dar la sorpresa en cualquier momento, en cualquier cancha y ante cualquier rival.

Con la vitola de favorito recibía al FIATC Joventut, verdugo unos meses atrás. Y lo volvió a ser. Albert Oliver ejerció de mago para su equipo y, con 27 puntos y 31 de valoración, dio una victoria importante para los verdes, ya que los metía en la lucha por entrar en la octava plaza, posición que ocupaba en ese momento el conjunto gallego. Otra vez Hummel y Mejri tiraron del carro pero sin la suficiente fuerza (79-82). En San Sebastián, el Lagun Aro, casi desahuciado, se jugaba sus pocas posibilidades de alcanzar al Cajasol. Sin embargo, la aportación grupal de los hombres de Moncho decantó la balanza hacia el lado visitante. Todos aportaron, todos disputaron minutos de calidad y así vencieron con apuros en los minutos finales (73-77).

Unicaja, Valladolid y Bilbao Basket

Quedaban tres pasos, tres partidos para ver un sueño cumplido. Era el momento en el que los jugadores grandes se hacen ver y notar. En primer lugar llegaba Unicaja a Santiago. En el Carpena la victoria había sido para los compostelanos y querían repetir de nuevo ante su afición, que estaba volcada sabiendo de la importancia de este choque. Los malagueños estaban empatados en la clasificación, aunque el resultado de la ida (70-76) presagiaba un partido intenso hasta el último segundo en busca del basket average si el Unicaja iba ganando. Y así fue. Partido duro, con mucha tensión y con protestas arbitrales. Finalmente, el esfuero de Kendall, que acabó con 26 de valoración, no fue suficiente y los hombres de Repesa se llevaron el triunfo (65-69). Eso sí, el tan codiciado basket average quedó en Santiago, por lo que si Unicaja perdía uno de sus encuentros y Obradoiro vencía ambos el equipo compostelano se metería en playoff.

Había dos opciones por delante. Blusens Monbús visitaba al Blancos de Rueda Valladolid, que ya estaba salvado, y Unicaja recibía al Herbalife Gran Canaria, que se estaba jugando mantener la séptima plaza e incluso pelear por la quinta y sexta, en poder de CAI Zaragoza y Bilbao. En Málaga el resultado fue favorable a los locales por cuatro puntos y en Valladolid la victoria del Obradoiro fue incontestable. Un primer cuarto con un parcial de 10-26 y el dominio en la pintura de Mejri, haciendo 20 puntos, 15 rebotes, en 19 minutos de juego catapultaron a los compostelanos a tener opciones en la última semana, en el último partido (79-93).

Llegó el día D y la hora H. 19 de mayo de 2013, 12:30. Lugar: Multiusos Fontes do Sar. Aunque no era lo principal. En Santiago también estaban las miradas puestas en el Palau Blaugrana donde Unicaja debía perder ante un Barcelona que no se jugaba nada. El encuentro del Palau finalizó antes y certificó la derrota del Unicaja. Con ese resultado el Obradoiro necesitaba vencer a Uxue Bilbao Basket. Siempre estuvo en ventaja y, según pasaban los minutos, la victoria parecía más real. La labor de Kendall y Mejri, jugador revelación de la temporada, facilitó que el Obra se proclamase ganador del partido (79-73). La noticia del final del partido entre Barcelona y Unicaja sirvió para que la grada estallase de júbilo celebrando la octava plaza. El Blusens Monbús se colaba entre los mejores equipos de la Liga Endesa. Una proeza histórica que llenó de alegría las calles de la ciudad de la catedral durante los siguientes días. El rival en cuartos era el Real Madrid.

Vivir la fiesta de los playoffs

Al mejor de tres son las eliminatorias de los cuartos y semifinales de los playoffs de la liga ACB. En ellos se había plantado el Obradoiro y enfrente tendría al Real Madrid, un rival al que ya le había ganado en la liga regular en su cancha. Entonces, si una vez fue posible ¿porqué no dos? Sin embargo en los partidos importantes el conjunto blanco, dirigido perfectamente por Pablo Laso que ha sabido dar un rol a cada uno de sus jugadores, no falla. Y con un segundo cuarto con un marcador de 28-11 cerró el partido. El Obra se cargó de faltas rápidamente y acabó con tres jugadores eliminados, entre ellos los dos bases importantes Andrés Rodríguez y Rafa Luz. Pero el rodillo blanco aguantó la renta conseguida con una gran labor de Mirotic, Rudy y Sergio Rodríguez y pusieron el 1-0 en la eliminatoria (90-75).

Ni siquiera habían pasado 48 horas cuando se volvían a enfrentar, esta vez en tierra santa, en Santiago de Compostela. 5.860 personas abarrotaban el Fontes do Sar en el partido más importante de la historia reciente del Obradoiro CAB. Era casi imposible superar a los blancos pero la fiesta era indudable. El objetivo era pasárselo bien y tratar de competir lo máximo posible, con la intención de llegar a los últimos minutos con el partido vivo. No fue posible porque si en el primer partido el Madrid se fue en el segundo cuarto, en este se fue en el tercero. Todo gracias a un imperial Jayce Carroll que, con 25 puntos y una serie espectacular desde la línea de tres —5/6—, puso a su equipo con una renta suficiente como para que pasasen los minutos con comodidad (58-74).

Finalizó la temporada con una sensación más que positiva en todos los sentidos. La evolución que hizo el equipo desde el ascenso de la LEB fue impresionante y, con la gran campaña realizada por algunos jugadores, los equipos con mayor poder económico decidieron pescar en el mar llamado Obradoiro. Las piezas más importantes, aunque no todas, decidieron irse y otros, como Corbacho o el siempre voluntarioro Pavel Pumprla renovaron de cara a la siguiente temporada que será muy difícil de igualar. El llegar a los playoffs ha sido un premio que se han ganado todos y cada uno de los partícipes de este éxito, entre los que está incluída la afición, catalogada como mejor afición de la Liga ACB con el premio Bifrutas en la temporada 2012/2013. Esta proeza aún está reciente, pero a la larga seguro que se recordará como uno de los mejores momentos del Obradoiro, por su capacidad de sobreponerse a la precariedad económica en comparación con otros clubes para llegar a objetivos que no estaban en mente meses atrás. En la temporada 2013/2014 la meta no será mejorar lo conseguido, puesto que se ve prácticamente inalcanzable, sino volver a ser un año más equipo de la Liga ACB.

Reestructuración de plantilla y más cambios

El cuerpo técnico siguió. Con Moncho Fernández a la cabeza y con sus ayudantes, Gonzalo Rodríguez y Víctor Pérez, el fisioterapeuta Tomás Richartz, el preparador físico Óscar Viana y el delegado Fran Grela. Los cambios fueron, sobre todo, en la plantilla. De los doce jugadores siguieron la mitad. Rafa Luz fue el único base en continuar. Por el perímetro firmaron la renovación Corbacho, Pumprla y Dewar; y por dentro solo el veterano Oriol Junyent. Para suplantar a Andrés Rodríguez, Jorge Sanz, William Buford, Levon Kendall, Robbie Hummel y Salah Mejri, tanto Moncho como el director deportivo José Luis Mateo decidieron viajar a Las Vegas para ojear jugadores en las Ligas de Verano de la NBA. Ya tenían objetivos claros y finalmente aterrizaron en Santiago tres americanos. Mike Muscala, Nick Minnerath y Durand Scott. Se sumaron al barco obradoirista un croata que estuvo en el Eurobasket, Mario Delas. Un base griego, Vasilis Xanthopoulos, y el ya conocedor del equipo Iñaki Sanz.

La polémica del verano llegó con el cambio del escudo, del símbolo del club. El escudo colorido que era mostrado por los aficionados en sus bufandas mientras cantaban el 'Miudiño' dejaba paso al escudo actual, con dos tonos simplemente. Los aficionados, muy en desacuerdo con el cambio, mostraron sus quejas al club con una carta, que el propio equipo se encargó de contestar declarando que el escudo seguiría siendo el mismo. Polémicas aparte, la camiseta también sufrió un ligero cambio. La marca patrocinadora pasó de ser Mercury a Vive. La nueva encargada de las equipaciones modificó el color complementario del blanco y el celeste. Era el granate y pasó a ser el negro, siendo de ese color también la segunda camiseta, anteriormente azul. Además el equipo perdió su principal patrocinador Blusens pero se sumó Rio. Por lo que el nombre cambió de Blusens Monbús a Rio Natura Monbús.

Pudo haber un cambio gigantesco. Eurochallenge y Eurocup llamaron a las puertas del Multiusos Fontes do Sar para saber el interés del equipo en participar en la competición. Sin embargo, los accionistas, abogando por la viabilidad del club, desestimaron dichas oportunidades y decidieron continuar el camino paso a paso, sin querer dar tres de golpe.

Con todos los cambios, mayores, menores e insignificantes, empezaba la pretemporada y según pasaban los días el Obradoiro incorporaba nuevos jugadores. Diatta Diop, pivot senegalés, se sumó al proyecto gallego, aunque está cedido en el Cambados de LEB Plata. También Albert Homs, prometedor escolta que se quedó estancado en la cantera de la Penya, que al igual que Diatta fue cedido, al Marín Peixe Galego, de la misma categoría. Son dos acciones que demuestran el interés del Obradoiro por fortalecer su base, por tener un proyecto de futuro y por querer apostar por gente joven para que en unos años sean los protagonistas de los éxitos que el club vaya logrando.

Nuevo equipo, mismo objetivo

En pretemporada se disputó la Copa Galicia, que vio como el conjunto santiagués se proclamaba por cuarta vez consecutiva como campeón del torneo, superando al Breogán de Lugo en la final (67-60). También el partido contra el Real Madrid en honor a las víctimas del accidente de tren de Angrois del 24 de julio. En esos amistosos se vio que aún quedaba mucho para tener al equipo bien armado, más si cabe con la baja en los entrenamientos de Delas, que estaba disputando el Eurobasket con su selección. Los americanos se adaptaron como pudieron en un nuevo país para ellos, a unas nuevas costumbres. Para ello Moncho ya tenía experiencia, la que consiguió con Kendall o Hummel, por citar algunos ejemplos.

La meta de la temporada 2013/2014 vuelve a ser, por tercer año consecutivo, la permanencia. Las victorias se resistieron en las primeras jornadas y eso demostraba que hacía falta más tiempo de adaptación entre los nuevos compañeros. En el debut liguero, en Canarias, el CB se impuso por dos puntos después de ir ganando por 20. Un parcial de 0-13 liderado por el omnipresente Corbacho acercó a los gallegos. Pero finalmente los amarillos se llevaron el gato al agua, gracias al gran trabajo de Blagota Sekulic y Nico Richotti (76-74). Tras esa derrota se sumaron otras dos, dolorosas además al producirse en el Fontes do Sar.

En primer lugar llegó La Bruixa d'Or —Manresa para los adeptos de los nombres habituales—. Los catalanes martillearon poco a poco en el aro obradoirista y consiguieron una victoria abultada (71-88). Eso sí, la revelación de la primera jornada, Rasmus Larsen, se quedó en 7 puntos. Muscala, por segundo partido consecutivo, demostró su potencial y la importancia que tiene dentro del equipo, tanto en anotación como en tareas reboteadoras. Con 0-2 llegaba el CAI Zaragoza a Sar y la impaciencia se empezó a apoderar de una afición que se acostumbró a ganar. Jon Stefansson sentenció toda posibilidad de que el Obradoiro se alzase con la primera victoria de la temporada con 28 puntos y 34 de valoración —6/9 en tiros de tres—. Muscala volvió a ser el jugador que intentó sacar las castañas del fuego de los locales, pero sin fortuna para su equipo (82-86).

La primera quita un peso de encima

Las ansias acumuladas por conseguir inaugurar el casillero de victorias hacían que los jugadores no realizasen su mejor baloncesto. En Fuenlabrada, con un Mario Delas ya metido en la dinámica del equipo, los gallegos batieron a los naranjas después de un buen partido del grupo. Delas, Dewar, Muscala y Corbacho tuvieron dobles dígitos en anotación y certificaron una victoria que quitaba todas las dudas que este proyecto empezaba a desatar a los aficionados obradoiristas (73-78). Era el turno de volver a la cancha del varapalo de enero, a Badalona. Y volvió a reinar el Joventut. No estaban Gaffney o Fisher, pero Devoe Joseph fue el gran protagonista. A pesar de la derrota el partido sirvió para ver, por fin, lo que puede aportar Nick Minnerath y el partidazo, con 17 puntos y 16 rebotes, de Muscala (70-63).

Después de dos partidos fuera tras dos encuentros en casa —caprichos del calendario de la Liga Endesa— volvía la competición al Fontes do Sar. El Valencia Basket llegaba tras un gran comienzo y demostró en Santiago sus buenas sensaciones apabullando a un impotente Rio Natura Monbús. Como única nota positiva se puede rescatar la comunión que se confirmó entre afición y equipo, ya que a pesar de perder por incluso 30 puntos, los aficionados siguieron animando como siempre (70-102). Rafa Luz fue pitado en algunos minutos del partido contra Valencia y eso encoraginó al brasileño una semana más tarde. Contra el Barcelona realizó uno de sus mejores encuentros con la camiseta obradoirista y aportó 10 puntos a la apabullante victoria ante los culés. Gran vuelco a la situación, quizás infuido por la confianza que depositó la afición en el equipo. Los de Xavi Pascual se quedaron en 60 puntos y cayeron con holgura ante una de sus bestias negras en los últimos años (77-60).

La veteranía es un grado

Ganar al Barça volvió a quitar el lastre que tenían todos sobre ellos y en San Sebastián consiguieron la segunda victoria consecutiva, la tercera en lo que iba de temporada. Pavel Pumprla destacó en la faceta anotadora y Mario Delas demostró su poderío en la zona para sumar un triunfo importante (63-67). En casa de nuevo cayó un jarro de agua fría sobre la ilusión de los compostelanos. El Herbalife Gran Canaria, situado en la parte alta, vio el resurgir, a sus 37 años, de Oriol Junyent. Hizo 22 de valoración y fue capaz de contener a los jugadores interiores del equipo canario. Sin embargo el perímetro hizo todo el daño, con Albert Oliver, Tomás Bellas y Brad Newley sumando 16,18 y 19 puntos respectivamente. Con esos números en el ámbito individual los canarios se llevaron la victoria en la prórroga, a la que se llegó con unos buenos minutos finales de Corbacho (77-83).

Oriol Junyent volvió a lucirse contra el Real Madrid. Llegó a los 10 puntos y 16 de valoración, que no sirvieron para que el Obradoiro se mantuviese en el partido ante un conjunto que Moncho vaticinó que puede ser un "equipo de leyenda" (82-59). En casa el equipo tenía una cara muy diferente. El Unicaja se llevó otro serio correctivo, tal y como le había pasado al Barça, gracias a un partidazo más del veterano Junyent —16 de valoración, 11 puntos y 6 rebotes—. Se unieron Delas, Muscala y Corbacho para celebrar una victoria más, la cuarta, ante un equipo malagueño que tuvo inspirados simplemente a Carlos Suárez y Ryan Toolson (79-61).

Sin descanso en Navidad

La ACB no para cuando los demás sí lo hacen y el Obradoiro tenía que visitar al Valladolid y posteriormente recibir a Laboral Kutxa en víspera de Nochevieja. Ante los vallisoletanos no supo competir, le faltó intensidad y eso, ante un equipo alentado por su afición, es un factor que complica en demasía el conseguir la victoria. Aún así, llegó con posibilidad de llevarse el partido al último minuto, hasta que Andjusic, con un triple inverosímil sentenció toda posibilidad gallega (77-73). El Obra tenía una oportunidad para despedir el año con buen sabor de boca. Sin embargo, Laboral Kutxa, con su gran estrella Andrés Nocioni a la cabeza, se impuso en un final muy ajustado. Ni un Corbacho en plan estelar pudo con el exjugador de la NBA. El fallo en los tiros libres de Xanthopoulos con la opción de empatar el partido finiquitó la contienda a favor de los vitorianos. Otro partido igualado que se esfumaba (92-94).

El 2013 ya se acaba. Un año de grandes momentos para el Obradoiro, que más allá de los partidos ganados y perdidos será recordado por el "no-triple de Xanthopoulos" o por los tiempos muertos de Moncho Fernández mezclando el inglés con el castellano con una naturalidad pasmosa y pidiendo que se las premisas indicadas por él desde la banda. También por ver a un equipo humilde, que con trabajo acabó llegando a playoff. Y sobre todo por hacer que Santiago tenga un motivo para alegrarse en este año de tantas malas noticias para la ciudad de Compostela. El 2014 será difícil que sea mejor que le 2013 en el ámbito deportivo, pero seguro que con salvarse a final de temporada, Moncho y los suyos estarán más que satisfechos.