Había llegado el momento de presenciar el primer combate estelar de una noche mágica para el boxeo. El MGM Grand estaba completamente lleno, nadie se quería perder una de las mejores batallas que los pesos superligeros podrían ofrecer en la actualidad.

Danny “Swift” García ponía en juego sus cinturones de Campeón WBC y WBA de las 140 libras y su condición de invicto, ante el argentino Lucas Matthysse que venía como favorito por su colección de 32 nocauts de 34 victorias.

Da comienzo el combate tras el primer tañido de la campana, el respeto que se tienen ambos es el compás del primer asalto, hasta que Matthysse lanza potentes combinaciones que son respondidas con la misma moneda por García. Se aprecia lo que sin duda será un duelo igualado, Matthysse con su agresividad de ataque, busca romper la defensa de García que se muestra férrea ante las embestidas del argentino, apoyándose en su jab para mantener la distancia.

Es en el segundo asalto, donde Matthysse conecta de forma más clara y contundente, arrinconando a García en varias ocasiones y avalando su récord de nocauts. El vigente campeón ha probado la pegada del argentino y sabe que no puede dejarle espacios o de lo contrario la pelea se terminará antes de tiempo. Motivo por el cual, García tomará el control de los siguientes tres asaltos, frenando los ataques de Matthysse con su jab. Siendo éste golpe un tormento para Matthysse, pues no logra desprenderse de él y por consiguiente, no llegar a conectar claros golpes.

Al final del quinto  y en el sexto episodio, es Matthysse quien lleva las riendas del combate. Dominando el centro del cuadrilátero y ejerciendo buena presión sobre García, lanzando fuertes combinaciones, pero sin llegar a causar efectos devastadores.

En el séptimo, regresa el dominio de García basándose en su jab, buenas combinaciones y gran movilidad sobre el cuadrilátero. Se observa que Matthysse tiene el ojo derecho inflamado, debido en buena medida a los constantes jabs que le lanza García. Duras combinaciones son lanzadas por ambos en el término del asalto.

La esquina de Matthysse se muestra claramente preocupada, el argentino tiene prácticamente cerrado el ojo. El miedo a que se detenga el combate por decisión médica, es palpable. En el siguiente asalto, García consciente de ello, descarga combinaciones en el rostro de Matthysse para conseguir que su ojo se cierre por completo y detengan la pelea. Pero el argentino no se arruga y a pesar de pelear con la preocupación de su ojo, sigue atacando.

En el intervalo de descanso entre el octavo y noveno asalto, la esquina de Matthysse contiene el aliento ante la llegada del médico de la contienda, quien examina con detenimiento el ojo del argentino. Tras realizarle unas pruebas de visión, expresa su consentimiento para que prosiga el combate.

El noveno asalto da comienzo con un Matthysse que busca ejercer más presión sobre García, pues la victoria a los puntos se ve difícil y una parada médica es factible. Pero la intensidad de ataque se ve reducida por el cansancio y la preocupación de su ojo. Asalto en el que ambos son presa de la fatiga y apenas hay intercambios claros.

En el intervalo del noveno al décimo asalto, logran abrir más o menos el ojo maltrecho del argentino. Hecho que sin duda da moral a Matthysse que sale como una locomotora a por García, pero este también responde con firmeza. Duros intercambios entre ambos, pero se observa que García está más entero, aunque no debe confiarse pues Matthysse lleva peligro en cada golpe.

Los dos últimos episodios son de infarto. El argentino es consciente de que si quiere llevarse la victoria tiene que ser por la vía del nocaut y por ello, su estrategia es un matar o morir. La intensidad en los golpes es máxima.  En un cruce de golpes, García conecta un duro golpe en el abdomen de Matthysse, haciéndolo retroceder hacia las cuerdas, donde lanza una lluvia de golpes hasta que el argentino cae derribado. Se incorpora de forma inmediata y pese a que la victoria cada vez se pone más cuesta arriba, no reduce la intensidad de sus ataques, mostrando una valentía digna de admirar.

El último asalto da comienzo. A Danny García le es suficiente con consumir el episodio para defender una vez más su condición de Campeón y a Matthysse, sólo le sirve el nocaut. El cansancio es evidente en ambos púgiles, pero no reducen la intensidad. Matthysse va con todo el equipo a por García, quien usa su movilidad para salir airoso de las embestidas sin olvidarnos de su jab y de sus buenas combinaciones. A falta de 37 segundos para finalizar el asalto, García lanza un golpe bajo, que le cuesta la sanción de un punto. En cualquier otro combate, los últimos segundos serían de mera transición, pero eso no sucedería. Durísimos intercambios, una batalla sin cuartel durante los últimos 15 segundos.

Finaliza el combate, el público expresa su máxima admiración por estos dos guerreros y por la gran batalla que presenciaron. El resultado de la pelea quedó en manos de los jueces, quienes dictaminaron una puntuación de 115/111, 114/112 y 114/112 a favor de Danny García, por lo que se mantiene invicto en su condición de Campeón WBC y WBA del peso superligero. Su récord ahora es de 26 victorias, 16 por nocaut, y ninguna derrota. Por el contrario, Matthyse suma una derrota quedando su record en 34 victorias, 32 por nocaut, y 3 derrotas.