DC United sucumbre al rodillo neoyorkino

Victoria clara pero corta de los New York Red Bulls en Washington por 0-1 ante el DC United. En un partido muy intenso en su comienzo, los neoyorkinos supieron ser pacientes e ir encontrando poco a poco su ritmo hasta asestar el golpe definitivo. Los de Washington únicamente supo plantar batalla un periodo.

DC United sucumbre al rodillo neoyorkino
Imagen: New York Red Bulls
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Por Pacoco Alarcón

DC United y New York Red Bulls se daban cita en el encuentro de ida de las semifinales de la Conferencia Este de la MLS, en uno de los duelos de mayor rivalidad histórica en el campeonato americano. El líder del campeonato regular y uno de los grandes favoritos a auparse con el título de campeón, frente al siempre competitivo DC United, que venía de eliminar a New England Revolution apenas cuatro días antes.

Buscando su ritmo

Era mucho lo que había en juego, así que los protagonistas no se lo pensaron mucho a la hora de iniciar el partido a un alto número de revoluciones. Desde el comienzo, la intensidad, velocidad y fiereza en cada una de las acciones fue la gran dominadora, hasta que New York decidió pasar a la acción. Soliviantado el arranque fulgurante de DC United, los de la Red Bull fueron ganando poco a poco poso en el partido. Serenaron paulatinamente su juego, y comenzaron a dibujar combinaciones en el medio, a la búsqueda de encontrar posiciones francas para centrar desde los costados.

New York serenó paulatinamente su juego y comenzó a dibujar combinaciones en el medioCon Kljestan en el eje de todo, y los hiperactivos Grella y Sam moviéndose por todo el frente, New York dominaba, pero sin llegar a conectar el último pase. Por su parte, los locales se centraron en buscar juego directo, con envíos a la espalda de los mediocentros de unos Red Bulls que tendían a partirse. En ese aspecto brilló por encima del resto el zurdo Espindola, quien se adueñó por completo del carril izquierdo. Precisamente un centro del propio Espindola provocaría la primera gran ocasión del encuentro, en la que Saborio mandaría alto su cabezazo.

Dejando a un lado las apariciones de Espindola, New York era quien llevaba la batuta del juego. Sin embargo, no fue hasta el 32 cuando logró convertir ese dominio en una oportunidad real. Grella se benefició de un centro lateral mal defendido por la zaga para recibir ante Hamid, pero el arquero se hizo grande tapando los espacios de la portería. Solo diez minutos después de aquella acción, de nuevo Grella pondría en jaque a la defensa rival, pero no llegó por milímetros al centro de Felipe. Con esa última ocasión del extremo, el partido llegaría a su tiempo de descanso.

Rodillo neoyorkino

La segunda mitad arrancó mucho más relajada que la primera. La velocidad de los primeros instantes se tradujo en lentitud y espesor, algo a lo que no ayudó el largo parón por la lesión de Perrinelle. Los minutos pasaron y con ellos volvió el dominio visitante, quien seguía marcando el ritmo de partido. Con una velocidad de circulación más lenta, pero cayendo menos en el error, los pupilos de Marsch tocaban sin prisa, a la espera de que apareciera la jugada del gol.

El desgaste físico hizo mucho mella en un DC United en clara línea descendente

En el minuto 60, Lawrence se toparía con la madera tras un magnífico desmarque de ruptura, y poco después McCarty abriría definitivamente la lata. Fue en un libre directo, lanzado magistralmente por Kljestan al segundo palo, y que el mediocentro cabecearía fuerte al fondo de las mallas. El tanto hacía justicia a lo visto en el terreno a la vez que hundía a un DC United muy venido a menos. A los locales les pasó enormemente factura el desgaste físico y, durante los casi 20 minutos restantes, se mostraron incapaces de intimidar siquiera a unos Red Bulls que merodearían el segundo tanto.

Grella se topó con Hamid en más de una ocasión | Imagen: Usa Today

Finalmente el marcador ya no se movería más, aupando a los New York Red Bulls como claros vencedores del primer duelo de las semifinales de conferencia Este en la MLS. Los de Marsch, que empezaron sin prisas, cocinando el partido a fuego lento tratando de encontrar su ritmo, y acabaron dominando por completo la contienda y se pudieron ir con algún gol más de ventaja. Por su parte, DC tuvo un inicio fulgurante, en el que pudo dañar seriamente a los Red Bulls, pero terminaron claudicando ante el rodillo neoyorkino.