Sporting Kansas City goleó a un rival directo para la clasificación a los PlayOff´s, en un partido en el que fue absolutamente superior a ellos. Desde el inicio del partido los ‘Wizs’ llevaron la iniciativa en el juego y en el ecuador de la primera parte consiguieron adelantarse en el marcador. A partir de ese momento el dominio fue total, con unos Sounders totalmente desconocidos y muy apticos. La segunda mitad fue muy similar a la anterior, solo que los locales disminuyeron la intensidad de su juego, viendo la ‘ausencia’ del rival en el partido. Dom Dwyer cerró la goleada en los últimos minutos.
Sólo un equipo en el campo
En el inicio del partido se vio a dos equipos muy igualados, con la misma disposición a ser el dominante. Mucho juego en el centro del campo que llevó a que apenas se viera ocasiones en estos primeros minutos. La única reseñable fue un disparo desde el lateral del área de Peterson, que Frei sacó con los pies. Este fue el primer aviso de los muchos que vendrían a partir de ese momento.
Con el paso de los minutos, el conjunto del Sporting Kansas City comenzó a cobrar mayor importancia en el partido, lo que le permitió aprovecharse de las debilidades defensivas de su rival, y cerca del ecuador de la primera mitad, adelantarse en el marcador. Una muy buena jugada elaborada por todo el equipo local finalizó con un centro desde la banda derecha de Zusi que Dwyer remató a gol entre los dos centrales.
Este resultado apenas cambio la dinámica del partido, con unos Seattle Sounders que se encontraban totalmente a merced de un rival que lo tenía encerrado en campo propio. Los delanteros visitantes estaban teniendo un partido hasta el momento en el que eran unos espectadores más.
Los últimos minutos del partido estuvieron marcados por una circulación de balón por parte de los locales, sin apenas buscar profundizar en la jugada, debido a que los visitantes sólo miraban como el balón pasaba por los pies de los rivales. No parecía haber ningún tipo de responsabilidad por parte de algunos jugadores de tratar de presionar el balón y de esa manera tener alguna oportunidad de tirar a puerta.
En el tiempo de descuento, Hallisey tuvo una gran oportunidad de adelantar a su equipo en un mano a mano con el portero, pero este le consiguió atajar el disparo. En el último minuto de este descuento, los locales consiguieron volver a anotar un gol, después de la insistencia demostrada. Un balón raso de Abdul-Salam desde la banda al interior del área, fue rematado por Peterson al fondo de las mallas.
Fácil y sencillo
La segunda parte tuvo un inicio muy diferente a como acabó la anterior, ya que los cambios que introdujo Sigi Schmid, dieron a los visitantes algo más de intensidad o ganas, de conseguir un resultado favorable. Pero dos jugadores no mueven a once y los ‘Wizs’ continuaron realizando un partido muy cómodo en todos los aspectos, aunque apenas pusieran en peligro la portería rival.
Pasada la hora de partido, dos disparos lejanos de los Sporting Kansas City volvieron a poner sobre aviso a los visitantes. El más peligroso fue el que Dwyer realizó desde la frontal del área, que Frei tuvo que esforzarse para despejar a córner.
Con el paso de los minutos, el conjunto ‘esmeralda’ logró tener algo más de salida de balón, gracias sobre todo al bajón de intensidad que dio su rival. Esta circunstancia no les facilitó el poder generar una ocasión manifiesta de gol, cosa que si lograron los locales. Un contraataque en el que Peterson se quedó solo frente al guardameta rival, pero su disparo se marchó ligeramente fuera.
A 15 minutos del final se produjo el debut con los locales del último jugador en incorporarse a su disciplina, Cameron Porter. El joven delantero volvía a disputar un partido después de su grave lesión el pasado año.
Unos minutos más tarde, un error de la defensa de los Sounders en el momento de sacar el balón jugado, permitió a Dwyer recuperarlo y sólo tuvo que encarar a Frei para batirlo con un disparo cruzado.
Los minutos finales del encuentro fueron un asedio de los locales sobre la portería rival, tratando de redondear una goleada, frente a un rival que apenas había conseguido oponer resistencia.