El partido, y la derrota, se podría resumir de muchas maneras, pero solo una podríamos decir que es la generalizada: La Unión Deportiva, esa que sus aficionados esperaban que fuera, no apareció en el Heliodoro.
Desde el primer minuto de la primera parte hasta el último de ella los de Pimienta fueron sobrepasados por un eterno rival que sí quiso pasar de ronda.
Empezando por el once ideal, y terminando por una lista de jugadores que a día de hoy no están a la altura de las circunstancias. Faltos de velocidad, físico, ritmo, juego y capacidad, se encadenaron dos goles casi de seguido y dejaron la eliminatoria y el derbi teñidos del color menos esperado (era un Segunda frente a un Primera pese a todo): el blanco chicharrero.
En un once incomprendido y variable con lo habitualmente visto, la mayor sorpresa -quizá junto a la inclusión de Herzog- fue la titularidad del juvenil Abou Bassinga, quien pese a todo lo sucedido dejó una bonita muestra para el futuro. Una historia de superación personal y una gran calidad mostrada en los filiales hacen que lo visto con él en el Heliodoro no sea solo un espejismo. Más adelante, con más oportunidades y menos prisas, puede ser una opción más que interesante.
Los menos habituales han pasado de ser opción a, por méritos propios, complicar aún más su situación. Pocas son las oportunidades que quedan por llegar y ya eliminados de Copa y aún sin conseguir la tranquilidad absoluta en LaLiga, los no habituales tendrán que hacer un esfuerzo triple por cambiar y agradar las ideas y pensamientos de entrenador, staff y aficionados.
Es un dramón y en Pimienta, una vez más, está la solución.