Desde la llegada de Simeone al Atlético de Madrid en Diciembre de 2011, hace ya más de doce años, el técnico argentino y sus jugadores irrumpieron en un duopolio futbolístico donde Real Madrid y F.C Barcelona contaban con todos los galones. Aquel Atleti ni estaba ni se le esperaba, pero el Cholo en cuestión de meses construyó unos cimientos que más de una década después siguen aguantando el peso de 121 años de historia.
Por aquel año, 2011, en "Can Barsa" vivían la época dorada de su historia, el "Dream Team" de Guardiola, donde Messi, Iniesta, e incluso el propio Xavi como líder, dominaban Europa y conquistaban su segunda Champions en apenas dos temporadas tras un sextete insuperable.
El primer precedente entre ambos protagonistas, Xavi y Simeone, llegaría apenas dos años después de aquel 2011. 17/5/2014, Atleti y Barcelona se enfrentan en el último partido de liga con el título en juego. Los colchoneros, con unos jugadores entregados a un estilo robusto, firme y defensivo; en el lado contrario, un Barsa que no entendía cómo alguien había podido entrometerse en su idílica relación con los títulos y el sutil toque de balón.
El Atleti salió campeón, la defensa de Simeone se impuso a la precisión en los ataques de aquel Barcelona liderado por Xavi, y supuso el primer precedente en una batalla de estilos que a día de hoy sigue al rojo vivo.
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La utopía de Xavi
Si algo ha caracterizado a Xavi Hernández desde su llegada al banquillo culé hace ya un par de años, ha sido su particular idea sobre lo que debería ser el juego del equipo catalán; posesión de balón, triangulaciones constantes, individualidades mínimas y una creación de juego donde el portero extinga de su juego el desplazamiento en largo y los centrales sean los primeros receptores. A primera vista puede parecer simple y majestuoso, pero la práctica le ha demostrado al mismísimo Xavi que muy pocos pueden llevarlo a cabo.
La autoexigencia ha sido máxima en Can Barsa, desde todas las instituciones del club parecen tener claro el objetivo, desde la presidencia a la afición, pero deben reconocer que ha fallado la forma. Ese juego prometido y en escasos partidos utilizado ha hecho mucho daño, siendo el propio Xavi la personificación del sufrimiento jornada tras jornada, donde el famoso estilo y lo más importante, las victorias, brillaban por su ausencia.
Tras varios meses en el banquillo, alegrías, derrotas y una futura dimisión en junio, Xavi parece haber dejado de lado el “estilo Barsa” y se ha centrado en buscar un juego sostenible con las características de la plantilla actual; una plantilla con carencias, en formación, joven y que poco a poco se va asentando gracias a la aparición de líderes con talento como Cubarsí en la defensa, Lamine Yamal en ataque, o un inexperto Fermín que gracias al trabajo ha dado vida a un medio campo que se encuentra bajo mínimos.
La clasificación a cuartos de final de la Champions League lograda el pasado martes ante el Nápoles, ha supuesto uno de los momento más felices para Xavi desde que ocupa el banquillo del F.C Barcelona, como el mismo confirmaba en la rueda de prensa posterior al encuentro: “Hemos hecho un muy buen partido, agresivos con balón y sin balón, la victoria no es casualidad por eso la afición ha disfrutado con el equipo”.
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¿Qué le pasa al Cholo?
Si se pidiera a los aficionados futbolísticos indicar la temporada más gloriosa del Atlético de Madrid en la era Simeone, pocos, por no decir ninguno, harían referencia a la actual. Una temporada donde plantilla y cuerpo técnico parecen no ser conscientes del porqué de la irregularidad y las diferencias en el rendimiento mostrado como local y como visitante.
Apenas ha pasado una semana desde que el equipo caía derrotado en Cádiz ante un rival que ocupa el descenso, y contra todo pronóstico y con aquel partido como precedente, hace un par de días, el miércoles en el Metropolitano, el Atleti conseguía una hazaña histórica y remontaba la eliminatoria ante el equipo más en forma de Europa, el Inter de Milán
Una de cal y otra de arena, una irregularidad de la que Simeone se ha autoproclamado varias veces en rueda de prensa como máximo responsable: “Es culpa mía, no consigo preparar bien los partidos fuera de casa”, y a la que el argentino no parece encontrar solución.
Más allá de la culpabilidad de la táctica empleada, o no, por Simeone hay algo que llama la atención en los partidos del Atlético de Madrid, y es la actitud general presente en los jugadores del Cholo. Una actitud de hastío, poco pasional y lejana a la transmitida por Simeone en su carrera como jugador y principalmente como entrenador. Una actitud irreconocible común a todos los fracasos colchoneros que se puede achacar a la incapacidad de Simeone para hacer calar su motivación en sus jugadores.
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El cholismo brilla en "Can Barsa"
Como ya hemos dicho anteriormente, el estilo actual del Barcelona no es "el cruyffismo" o algo parecido, sino que se asemeja más a lo que implantó Simeone en el fútbol moderno, "el cholismo".
El 1-0 hizo grande a aquel Atlético de Madrid que irrumpió en la carrera del Barsa de Messi y el Real Madrid de Cristiano, llevó a otra dimensión un resultado corto que se combinaba con una defensa implacable que conquistó España y a punto estuvo de conquistar el viejo continente.
Ese estilo parece haber dejado Madrid y haberse instalado en Barcelona, y es que desde la llegada de Xavi al banquillo azulgrana el resultado final de 1-0 favorable a los culés se ha dado un total de 25 veces, unos datos únicos en la historia y que prácticamente han conseguido igualar los números de aquel Atleti de Simeone.
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Xavi vs Simeone, un duelo con historia
Si obviamos la etapa de Xavi como jugador, donde Simeone ya era entrenador del Atleti y sólo tenemos en cuenta los enfrentamientos cuando ambos ya ocupaban los banquillos, debemos saber que se han enfrentado un total de 4 veces en los últimos 2 años, y el técnico catalán ha conseguido un pleno de victorias.
En el último enfrentamiento entre ambos, el correspondiente a la primera vuelta de la Liga el 2 de diciembre del año pasado, el repaso culé fue total, tanto en el marcador como en la pizarra. El equipo rojiblanco no ejerció una buena presión sobre la defensa del Barcelona, y Gundogan y De Jong dominaron el partido tanto física como futbolísticamente.
Un error defensivo en el equipo colchonero dejó sólo a Joao Félix y acabó marcando el único gol del partido. Aquella derrota marcó un antes y un después en la temporada de los del Cholo, que 3 meses después no han conseguido levantar la cabeza fuera del Metropolitano.
El domingo, Xavi visitará el feudo rojiblanco y se volverá a ver las caras con un Simeone imbatido en el metropolitano, que quiere aferrarse a los puestos Champions y que está ansioso por derrotar a Xavi como entrenador.