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El Girona de Míchel, un equipo de autor

Los rojiblancos viven una temporada de ensueño bajo el liderazgo de un entrenador con un proyecto ambicioso y con el propósito de seguir ampliando la historia de este club.

El Girona de Míchel, un equipo de autor
La mirada del entrenador de moda del fútbol español / Foto: Twitter Girona FC 
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Por Jan Wiedemann Domingo

Míchel y Girona. Girona y Míchel. Una historia de amor a primera vista. Dos piezas de un puzzle que encajan a la perfección. Desde su llegada a Montilivi el pasado 9 de julio de 2021, el técnico madrileño está protagonizando uno de los capítulos más importantes de los libros de historia del conjunto catalán. Y en su tercera temporada como líder del barco está dispuesto a capitanear al equipo hacia la Champions League. No cabe duda que se trata de uno de los entrenadores de moda del fútbol europeo, con un proyecto bien definido y unas bases inquebrantables. 

Una de las claves para entender el buen hacer de Míchel es su unión con el entorno, más allá de lo estrictamente futbolístico. Tres años en Girona le han bastado para ganarse el respeto, el cariño y la admiración de sus aficionados y, por qué no decirlo, también de sus vecinos y vecinas. Un emblema de la ciudad, un símbolo de fortaleza y un carácter único, que le han catapultado a la élite y a ser querido en todos los clubes por los que ha militado.

Trayectoria 

En Vallecas, por ejemplo, guardan un muy buen recuerdo, tanto de su etapa como jugador como posteriormente de entrenador, siendo una de las leyendas del club bucanero. Recibe un homenaje por parte de la grada de animación en cada visita al estadio, aunque las últimas han sido como visitante. De hecho, fue uno de los artífices del ascenso cosechado en la temporada 2017-18, tras haber cogido las riendas del timón de un equipo que naufragaba hacia la por aquel entonces Segunda B (destitución de Baraja). Su gran actuación le llevó a firmar la temporada siguiente por la SD Huesca, en lo que suponía su primera aventura fuera de la capital. Lejos de verse en dificultades, consiguió impulsar al conjunto aragonés nuevamente a la máxima categoría del fútbol español. Una mala racha acabó con su continuidad en el club maño, pero le abriría las puertas a formalizar su contrato con el Girona. Como dato,  ha logrado ascender a todos los equipos a los que ha entrenado en la división de plata. 

De ahí, su apodo de “Mister Ascensos”. Tres como entrenador (Rayo, Huesca y Girona, en ese orden) y tres como jugador rayista, recordado por su gran manejo y habilidad con el balón. Una hazaña al alcance de muy pocos, teniendo en cuenta su precoz experiencia y su efímero paso por el fútbol formativo (apenas un tramo de la temporada al cargo del filial pirata en la temporada 2016-17). 

En el área deportiva del Girona acertaron de lleno con su contratación, y eso que en sus inicios no empezó con buen pie. Tal es así, que llegó a estar en la cuerda floja, con el equipo en posiciones de descenso a 1RFEF,  tras las primeras jornadas. Pero el área deportiva del Girona apostó por su continuidad, que acabaría dando sus frutos. Quién le hubiera dicho al aficionado gironí, que dos años más tarde de vencer por la mínima ante el Fuenlabrada, estarían luchando de tú a tú por hacerse un hueco en la Champions League. 

Míchel sacando la lengua, un gesto suyo característico en las victoria / Foto: Twitter Girona FC
Míchel sacando la lengua, un gesto característico tras las victorias  Foto: Twitter Girona FC

Estilo de juego

En la actualidad, asentado en el segundo clasificado de la Liga EA Sports, Míchel sigue reivindicando un estilo de juego determinado y apostando por un fútbol combinativo. La pieza exacta en el engranaje del Girona. Un engranaje del cual es causante el propio técnico. Plantilla diseñada al milímetro para encajar en su esquema y exprimir sus fortalezas. Una de las esencias irrenunciables en su juego, la salida de balón desde atrás. El madrileño hace especial énfasis en la base de la construcción de la jugada, buscando siempre la superioridad e intercalando posiciones hasta encontrar al hombre libre. No es de extrañar, por tanto, el buen trato de balón de sus centrales, Eric García, David López o Daley Blind. Otra característica de su estilo es la de utilizar las bandas, ya sea para ganar profundidad (Savinho) o para interiorizar al lateral opuesto (Miguel), y generar espacios en las zonas interiores. Una clara apuesta ofensiva que ha llevado a los catalanes a ser el equipo más goleador de la categoría, por encima de Barça o Real Madrid. Para muchos, ‘futbol champagne’.

Otro aspecto remarcable de su planteamiento es la apuesta firme por un once de jugadores. No es un gran admirador de realizar rotaciones desde la partida, elaborando una alineación tipo recurrente. Eso sí, en caso de verse obligado a incorporar cambios, nunca alteran el esquema y el estilo de juego, fiel hasta al final. Un posicionamiento valiente, que lleva a cabo independientemente del rival y del escenario. Tiene una idea y una filosofía en su mente, y la defiende hasta el final. A banda, Míchel valora mucho el trabajo y la disciplina en los entrenamientos, y así se lo hace saber a sus jugadores, como en el caso reciente del joven extremo Jastin. No es difícil verle siendo partícipe en los ‘rondos’ y en los ejercicios de la sesión, vivo reflejo de su compromiso y su integración en el conjunto. 

Si en algo coinciden los aficionados del fútbol español es que ver un partido de este Girona nunca defrauda. Míchel es sinónimo de buen fútbol, y con el paso de las jornadas se está consolidando en el escaparate internacional. En los 123 partidos como director de orquesta del club rojiblanco, ha guiado al equipo a la senda de la victoria en 62 ocasiones (50%). Cifras que le han convertido en el cuarto entrenador con más partidos oficiales en la historia del club y el tercero con mayor porcentaje de victorias. Recientemente, anunció su voluntad de continuar al menos un año más en el cargo. Anuncio que fue recibido con los brazos abiertos por parte de la parroquia gerundense. Cabe recordar que renovó en mayo del año pasado hasta 2026

Un entrenador que se ha metido al público en sus bolsillos, y de qué manera. Pero no únicamente por su capacidad de gestión de grupo y de la plantilla, sino por su actitud y compromiso desde la llegada. El madrileño ha conseguido empatizar a la perfección con la masa social, y ambos reman de la mano, al mismo compás. Asimismo, ha conseguido involucrarse con el movimiento social e identitario del territorio, declarándose enamorado del entorno, de la cultura y del idioma

Michel català’, corean los aficionados de Montilivi jornada tras jornada en forma de homenaje, rendidos a su entrenador. Una historia de amor, quién sabe, si con final feliz.