Córdoba: una pretemporada que presagia buenos resultados

Poco a poco se va acercando el 20 de agosto y los jugadores blanquiverdes empiezan a tener esa sensación que les indica que lo bueno está a punto de comenzar. Los nervios se van apoderando de los aficionados y sus ganas por ver cómo rueda el balón son cada vez más grandes.

El Córdoba CF contempla cómo está cada vez más cerca el momento de estrenarse en la Liga 1|2|3 pero, antes de dar comienzo el pitido inicial en el Nuevo Arcángel, toca evaluar cómo ha sido la pretemporada cordobesa y ver si están capacitados para luchar por el mismo objetivo de la temporada anterior, tras jugar nueve enfrentamientos este verano contra equipos de distintas categorías en sus respectivos países.

Cinco victorias con distintos sabores

Las victorias han estado repartidas por el mapa por donde se ha movido este verano el Córdoba Club de Fútbol. José Luis Oltra ha conseguido que sus jugadores vayan jugando de menos a más y demuestren que no solo son unos futbolistas con calidad que han coincidido este año con la misma camiseta, sino que han sabido compenetrarse desde el primer momento para llevar lo más alto posible el nombre y el escudo de su equipo.

Ya en la concentración desarrollada en Holanda demostraron ir creciendo paulatinamente y dos de los cuatro encuentros que disputaron consiguieron llevárselos. Pese al error de Bijimine al comienzo del partido, Juli y Donoso supieron darle la vuelta al resultado frente al Konyaspor ganando por 1-2, equipo que está clasificado para jugar la UEFA Europa League. Mientras que la otra victoria sería frente al recién descendido a la Segunda División Belga, el Lierse SK, donde consiguieron el mismo resultado (1-2) gracias a los goles de Caballero y Alfaro.

El regreso a España trajo un buen sabor de boca por el resultado, aunque no tanto por el juego. El enfrentamiento contra el Real Jaén dejó una visión de buen juego pero poca definición, aunque finalmente un gran disparo de Borja Domínguez dejaría el resultado del lado del Córdoba CF por 0-1.

El Trofeo Colombino trajo dos pequeños partidos de 45 minutos. Sería en el segundo donde los blanquiverdes sacarían su arsenal frente a un Real Betis con la pólvora mojada. Los goles de Juli y Rodri le darían la victoria por 0-2 para quedar como subcampeón de este gran trofeo del sur.

Por último, este pasado fin de semana pasado tocaba jugar contra el que será uno de los rivales del filial esta temporada en la liga de bronce, el Marbella FC, y los jugadores de Oltra no decepcionaron. Salvando los últimos 20 minutos, el partido fue por completo del Córdoba y la gran primera parte del equipo dio la seguridad de llevarse la victoria por 1-3 gracias a los dos goles de Rodri y uno de Pedro Ríos.

Los empates se quedaron en Holanda

La estancia en tierras neerlandesas no solo dejó dos victorias, sino también los dos únicos empates de esta pretemporada cordobesa. Partidos igualados en los que ningún equipo supo ponerse por encima del otro, ya fuese por el estado de gracia de los porteros o por la poca puntería a la hora de disparar.

El primero de estos empates fue precisamente en el primer partido del verano. El Heracles Almelo, actual club de la primera división holandesa, recibía al Córdoba y la expectación era bastante grande ya que era el primer partido contra un rival de categoría. Las sensaciones fueron realmente buenas ya que los andaluces estaban aún por hacerse, mientras que enfrente tenían a un equipo más que compacto. Pese a que Razak tuvo un fallo realmente clamoroso en el gol de los holandeses, Luso supo ponerle remedio y dejó el resultado en un claro 1-1.

Días después, los jugadores de José Luis Oltra se enfrentarían al Gençlerbirliği Spor Kulübü de la primera división turca. Este partido posiblemente ha sido el peor de todos los que ha disputado el conjunto cordobés, no por haber acabado sin goles, sino porque fue un partido para el olvido por lo aburrido que fue ante el poco fútbol desplegado por ambos conjuntos.

Dos derrotas con distinto sabor

No todos los partidos salen como uno quiere y las caídas también sirven para aprender. Éste es el mensaje con el que deben haberse quedado los jugadores blanquiverdes tras las dos únicas derrotas de este verano. Caídas que tuvieron distintas lecturas por el juego plasmado sobre el terreno pero que, a fin de cuentas, son derrotas.

La presentación del equipo frente a la afición en el estadio cordobés se daría frente a un rival andaluz, el Granada, de Primera División dirigido por un técnico más que recordado por los aficionados cordobesistas, Paco Jémez. El partido se iba a vivir como una fiesta pero también como si fuese un partido de liga con la intensidad que ello conlleva. El juego del equipo de José Luis Oltra no tuvo muchas pegas pero el infortunio de Domingo Cisma en el área le daría a Barral la oportunidad de marcar desde la pena máxima y asegurarse el partido por 0-1 tras la expulsión del lateral blanquiverde.

La historia de la otra derrota tuvo otros puntos a destacar totalmente distintos. El estreno en el Trofeo Colombino frente al anfitrión, el Recreativo de Huelva, no iba a ser como los aficionados blanquiverdes que se habían trasladado hasta Huelva esperaban. El partido solo duraría 45 minutos, pero las sensaciones reflejadas sobre el terreno de juego dejarían ver a un Córdoba perdido atrás y a unos jugadores con la pólvora mojada de cara a la portería, dejándole el encuentro a favor al Recre gracias a un solitario gol de Torres.

En resumen, parece que los jugadores de José Luis Oltra han sabido aprovechar cada entrenamiento y partido de esta pretemporada para aprender de los errores, sacar provecho a sus puntos fuertes y conseguir formar un grupo cohesionado una vez más. El entrenador blanquiverde perfila ya su once inicial mezclando a jugadores del año pasado con las nuevas incorporaciones, pero tendrá que volver a buscar solución a lo que parece un banquillo que está un paso por detrás de la calidad de los jugadores principales.