Un punto para soñar

El RCD Espanyol y el Real Madrid empataron en un partido donde la tensión y la intensidad de ambos destacó por encima del brillo del juego mostrado. Los de Aguirre salen reforzados tras hacer un trabajo táctico muy serio y compensado y consiguen de esta forma un punto que les da vida de cara a sus opciones europeas. Mourinho pierde definitivamente la Liga a merced de un FC Barcelona que es campeón pese a no jugar.

Un punto para soñar
Foto: Liga BBVA.
albertbferrer
Por Albert Ballesteros

La posibilidad de entrar en Europa para unos y la final de la Copa del Rey a la vuelta de la esquina para otros eran los factores que condicionaban del todo un encuentro entre dos clásicos de la Liga BBVA: el RCD Espanyol y el Real Madrid CF. Llenos de esperanza pese a los últimos tropiezos los de Javier Aguirre, con la permanencia más que sellada, llegaban motivados a un partido donde se jugaban poder tener aún opciones de jugar competición europea el próximo año. José Mourinho, por su parte, seguía siendo fiel a sus planteamientos habituales de las últimas jornadas de la Liga BBVA donde el FC Barcelona tenía ya casi certificada la consecución del título liguero. El portugués apostó por una alineación plagada de suplentes, donde la mente estaba más puesta en la cercana final de Copa del Rey frente al Atlético de Madrid que en los tres puntos que se pudieran conseguir en Cornellà El Prat

Mourinho alineó a cuatro centrales en defensa

Como era de esperar, la afición perica respondió a las expectativas y llenó hasta la bandera el estadio de Cornellà El Prat. Los de Aguirre son conscientes de que las posibilidades de entrar en Europa siguen vivas y para hacer realidad el sueño se debe sumar el máximo de puntos posibles restantes. El técnico mexicano escogió su once ideal con un equipo que ya sabe lo que es puntuar frente a los blancos en esta misma temporada, y es que en la ida el 2-2 en el Bernabéu alejó aún más a los de Mourinho del FC Barcelona. 

La primera parte demostró la intensidad de unos y la motivación de otros. El equipo perico se mostraba serio, juntando líneas y realizando siempre un gran trabajo de recorrido y desgaste en el terreno de juego. Por parte de los visitantes, los minutos que tenían jugadores no tan habituales como Morata, Nacho, Carvalho o Essien hacían presagiar un juego algo más alterado pero motivado, con ganas de querer demostrar que su importancia en el equipo debería ser mayor. 

Stuani adelantó al Espanyol en el minuto 22 a la salida de un corner

Las llegadas del equipo blanco fueron contadas y sin mucho peligro en unos primeros minutos donde el balón corrió más por el centro del campo. No fue hasta el minuto dieciséis cuando Varane caía lesionado y preocupaba a los suyos de cara a la final de la Copa del Rey. Le sustituía Xabi Alonso, retrasando a Essien al lateral derecho y ocupando él un sitio en el doble pivote junto a Modric. La dejadez de los blancos en un corner en el minuto 22 fue aprovechada por Héctor Moreno quien, asistiendo de cabeza, dejaba el balón al corazón del área para que Stuani rematara a placer y adelantara a los suyos. Minutos más tarde, Iglesias Villanueva anulaba un gol por falta en el salto a Héctor Moreno en la salida de otro corner. Eran los minutos de más superioridad local. 

Las salidas de Cristiano y Benzemá aupó a los blancos e Higuaín empató en la reanudación

El rumbo del encuentro no cambió hasta llegar al descanso cuando Mourinho movió ficha dando entrada a Benzema y poco después del inicio de la segunda parte a  Cristiano Ronaldo. El ímpetu de los blancos tuvo premio cuando en el minuto 57, después de una jugada a balón parado, Higuaín ponía el empate a uno e iniciaba un nuevo encuentro con media hora por jugar. Los visitantes volvieron a demostrar que son una plantilla que no necesita muchos recursos para marcar y abrir la lata y de ahí que intentaran llevar el juego y ritmo de partido a sus dominios.  

Fue a partir del gol que el partido perdió precisión por parte de los veintidós jugadores y la tensión fue creciendo conforme pasaban los minutos, con trifulcas incluídas en el área pequeña en la salida de jugadas a balón parado. Todo orden táctico desapareció en los últimos instantes y el ritmo fue mucho más alto, con idas y venidas y ocasiones para ambos conjuntos aunque ninguna de ellas con claro peligro. El Espanyol reclamó un penalty de Albiol a Verdú cuando aún restaba un cuarto de hora por jugar y Cristiano Ronaldo reunía todos los focos ofensivos de los suyos. 

Fruto de esa tensión fue la tarjeta roja que vio Víctor Sánchez en los últimos minutos de juego justo antes de llegar al descuento del partido. Aguirre reaccionó y dio entrada a Baena para dar consistencia a los suyos y poder conseguir ese empate que diera aún vida al club catalán de conseguir su sueño. Cristiano Ronaldo volvió a ser el máximo peligro con una de sus faltas tan típicas pero esta se fue desviada. De esta forma despedía el partido con empate a dos equipos que jamás supieron dominar el juego pero sí ser intensos y contundentes. El FC Barcelona se proclama, sin jugar, campeón de la Liga BBVA después de este resultado. 

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Sobre el autor
Albert  Ballesteros
1994. Periodismo en Facultad de Comunicación Blanquerna, URL (Barcelona). UEFA B Licensed Coach. Entrenador de fútbol base en Sant Cugat Esport FC. Ex UE Rubí (2010-2014). Actualmente Infantil C (Primera División) y 2ndo Cadete A en categoría División de Honor. Twitter: @AlbertBFerrer