El 0-0 en El Sadar colocaba al Atlético ante la privilegiada posibilidad de depender de sí mismo para acabar siendo líder en solitario la misma jornada. Para ello, deberían superar un Espanyol que, tras dos derrotas consecutivas, agradeció el parón por selecciones de cara a reconducir de nuevo su camino en la competición. Simeone sabía que los de Aguirre les cederían el balón y la baja de Arda Turan por molestias hacía presagiar una cuesta arriba cada vez más notable. El técnico local, por su parte, apostaba por un trivote donde David López tenía la difícil misión de equilibrar cada transición de los suyos situado justo delante de la zaga defensiva.
Alderweireld debutaba como colchonero
Las ocasiones no se sucedían y en los primeros cuarenta y cinco minutos tan solo un remate al poste de Koke en el corazón del área hizo pensar que uno de los dos mereció decantar la balanza hacia su lado. Sin embargo, gran parte del encuentro se deshacía en luchas en el centro del campo ante balones divididos. Dejó que desear el juego combinativo por ambas partes y todo parecía indicar que un desajuste defensivo o nula ayuda defensiva a partir del juego directo y desplazamientos serían determinantes para avanzar a cualquiera de los equipos en el luminoso.
Un gol en propia de Courtois abrió los segundos cuarenta y cinco minutos
La segunda parte, en cambio, sí tuvo mejor inicio ofensivo. El Espanyol empezaba avisando mediante dos ocasiones consecutivas de Pizzi y Lanza que lograba sacar Courtois con esfuerzos y, en el minuto 53, un gran centro de Fuentes tras doblar a su interior rebotaba en el portero belga y adelantaba a los catalanes en el encuentro. La reacción de los colchoneros fue instantánea: Arda Turan y Adrián eran los elegidos para dar la vuelta al marcador por parte de Simeone y el Espanyol seguía planteando el partido con un orden defensivo y de ayudas constantes.
Los pasillos laterales eran un impedimento para el Atlético de Madrid, que se veía obligado a circular por dentro y enlazar con la figura recién entrada al campo Arda Turan. En esa condición fueron claves las figuras de Pizzi y Simao, haciendo más fácil el trabajo de los laterales de su plantilla. Diego Costa acumulaba jugadores con y sin balón y Villa se veía alejado del balón ante los mínimos espacios que los locales dejaban entre líneas.
El Espanyol supo dominar todas las facetas del juego
El 19 del Atlético fue quien más avisó a la portería rival y más presencia tuvo en el juego ofensivo de los suyos. Una gran llegada en el minuto 67 estuvo cerca de poner el empate pero su disparo marchaba desviado en el poste izquierdo de la portería de Kiko Casilla. El Espanyol era consciente que el tiempo corría ahora en contra del Atlético y jugaba con el resultado a base de posesiones conservadas ahora con mucho más criterio y un uso de desplazamientos a la espalda de los centrales con algo más de intención.
Llegados al final, Aguirre consiguió tres puntos de oro frente a uno de los equipos más duros y serios de la competición. El técnico mexicano reconoció tomar como ejemplo muchas veces el conjunto de Simeone y, a partir de la medicina que los colchoneros aplican a sus rivales, consiguió romper la racha gloriosa de los visitantes. Un gran David López y un decisivo Sergio García catapultaron un bloque que supo desde el primer minuto como jugar al rival y hacerlo sin ningún tipo de complejo.