Álvaro González Soberón (Potes, Cantabria, España, 8 de enero de 1990) firmó por el Espanyol el 29 de julio. Llegó junto con Paco Montañés procedente del Zaragoza, y su fichaje tenía como objetivo encontrar un relieve natural para Héctor Moreno. El futbolista mexicano se postraba como la principal salida en el mercado veraniego, pero su lesión en Brasil abortó la operación. A pesar de quedarse en el club perico los doctores pronosticaron que estaría de baja unos 6 meses.
La misión de Oscar Perarnau era clara: la llegada de un central era una prioridad, y moviéndose en márgenes económicos tan ajustados la tarea era aún más complicada. El Espanyol se aprovechó de la situación extradeportiva del Zaragoza, otro club con problemas económicos, y consiguió hacerse a Álvaro y Montañés por poco más de 1 millón de euros.
Todo un veterano en primera división
Con 24 años, Álvaro ha pasado por el Racing y el Zaragoza, donde ha completado grandes actuaciones como jugador de primera división. Ya en el Racing fue pretendido por el Sevilla y el Dnipro ucraniano, aunque él decidió quedarse en el conjunto cántabro. En 2012 el futbolista sí cambió de aires y se fue al Zaragoza, completando una serie de partidos que le valieron estar en la convocatoria de la selección española sub-21.
El fichaje del futbolista cántabro ilusionó a la afición perica. Se trataba de un central joven pero con experiencia en primera división. El experico Luis García declaró en su momento que “el Espanyol acierta con Álvaro”, y destacó de él que era un jugador que “saca muy bien la pelota, jugada desde atrás, algo que no es fácil de encontrar”. También habló de él su compatriota Paco Montañés, quien durante su presentación describió a Álvaro como un jugador “que va muy bien al corte”.
Un arranque con muchas dudas
La nueva incorporación tenía la aprobación de todas las partes y al futbolista le tocaba cumplir con las expectativas generadas. Tras una pretemporada donde el equipo en general había sembrado bastantes dudas, los pericos empezaron la competición liguera con unos resultados poco prometedores. La defensa encajó 6 goles en los 3 primeros partidos, y Álvaro no mostró su mejor versión. En la memoria quedaba el primer gol del Sevilla, donde Bacca se anticipó con suma facilidad al central cántabro o el flojo partido ante el Valencia. La afición consideraba que faltaba contundencia y seguridad. El mismo Álvaro llegó a reconocer en rueda de prensa que existían “errores” y que el equipo debía trabajar más para corregirlos.
Primera victoria para ver su mejor versión
Ante el Málaga se vio a un equipo diferente, pero fue ante el Getafe donde la defensa blanquiazul cuajó un gran partido. Desde entonces, el Espanyol y Álvaro han ido a más. Junto con Colotto, ambos forman una pareja sólida en defensa. Tras la confianza que les dio la primera victoria, los números atrás son muy positivos. En los últimos tres partidos, tres porterías imbatidas.
A este nivel, Álvaro se perfila como uno de los nuevos líderes de la zaga perica. Aún es pronto para hacer pronósticos, pero los números del cántabro son parecidos a los de Héctor Moreno. Ambos jugadores son efectivos en el pase - con un precisión alrededor del 70% - y en el aire, ganando un 60% de los duelos aéreos. Hasta el momento, el ex del Zaragoza ha sido la única de las nuevas incorporaciones pericas que ha disputado todos los minutos.
Toda un temporada por delante
Hasta ahora la “maravillosa minoría” ha podido ver las dos versiones del futbolista: siete partidos con un antes y un después. El rendimiento de Álvaro en los partidos posteriores al del Málaga es el que hace olvidar a Héctor Moreno.
La evolución del central perico es paralela a la del equipo de Sergio González. En términos generales, los fichajes han dado un buen rendimiento y siguen su progresión. Tras unas primeras jornadas un tanto decepcionantes la ilusión ha vuelto a Cornellà a base de buenos resultados y buen juego. Chapó para el Sergio Gonzalez y Perarnau. Ahora Álvaro y el resto del equipo deben seguir exhibiendo buen fútbol y cosechar buenos resultados. En poco tiempo el cántabro ha demostrado su valía, y los pericos tienen 5 años (según dice el contrato) para disfrutarlo.