La ida de cuartos de final de la Copa del Rey entre Espanyol y Sevilla dejó muchos detalles que certifican la mejoría del conjunto blanquiazul en el aspecto defensivo. El planteamiento que presentó Sergio González consistió en vacíarse defensivamente para desactivar los ataques del Sevilla y aprovechar los contraataques para generar situaciones de peligro. 

Equipo compacto, poco espacio entre líneas

El Espanyol cedió todo el protagonismo del balón. Cerró los espacios para evitar pases entre líneas y dejó que el Sevilla basculara una y otra vez lejos del área. La solidez defensiva cobró protagonismo por la poca separación entre líneas y el equilibrio entre ellas durante todo el partido.

Basculación de los extremos

El papel de los extremos (Montañés y Victor Sánchez) adoptó un rol mucho más defensivo y en cada jugada atacante del Sevilla, el jugador de banda contraria al balón basculaba hacia al medio para tapar cualquier línea de pase interior.

Victor Sánchez, excelente en las coberturas

Cuando el lateral (en este caso Arbilla) salía a presionar al extremo del Sevilla, se generaba un espacio a la espalda del defensa blanquiazul que permitía la internada de los jugadores sevillistas.

Victor estuvo siempre muy atento a los movimientos de los jugadores sevillistas y evitó que aprovecharan los espacios generados. Con la cobertura realizada, el jugador contrario se veía presionado por el mediocentro catalán y el lateral en su fase de recuperación, imposibilitando la progresión del mismo hacia la portería de Pau López.

Sacrificio defensivo de Sergio García y Caicedo

El desgaste defensivo de los dos delanteros fue constante, principalmente en los primeros 45 minutos. Sergio García ayudó a crear superioridades defensivas en banda para ejercer la presión al contrario.

El ecuatoriano, más adelantado, bajaba a recibir casi en la línea de medios para iniciar la transición ofensiva de los pericos.

Rigurosidad defensiva pese a la ventaja en el marcador

El orden táctico y defensivo del Espanyol siguió su curso y no renunció a ello aún con ventaja en el marcador. Montañés se colocó de lateral derecho formando una línea de 5 zagueros que dificultaban aún más las internadas del Sevilla.

Con la entrada de Lucas Vázquez por Paco Montañés, fue Victor Álvarez quien tuvo que retrasar su posición. Duarte se colocó como tercer central junto Álvaro y Colotto.