Un error de Kiko Casilla condena al Espanyol

Aunque el partido que se estaba viendo en Anoeta apuntaba a empate, un fallo en un pase de Kiko Casilla que acaba en los pies de Canales provocó el uno a cero.

Un error de Kiko Casilla condena al Espanyol
Fotografía: A.Muxika
eliadanon
Por Elia Danon

Se presentaba un partido complicado para el Espanyol en Anoeta. Los periquitos, que aún sufrían la resaca del partido del miércoles, se enfrentaban a una Real muy fuerte en su propio campo: 21 de los 30 puntos que lleva los ha conseguido en casa y tanto Madrid, como Barça y Atlético de Madrid, salieron de ahí con las manos vacías. Anoeta no se llegó a llenar del todo, aunque se ocuparon más de la mitad de los asientos (23.329 espectadores).

El protagonista: Kiko Casilla

Hay partidos que se deciden por jugadas maestras, o por un golpe de suerte, pero el de hoy se decidió por un error garrafal del portero periquito, Kiko Casilla. El cancerbero intentó realizar una finta con el cuerpo, haciendo ver que la pasaría hacia Arbilla, pero Canales - que se encontraba ahí por si sucedía lo insucedible - no picó, se hizo con el balón y acabó transformando lo que iba a ser el único gol del partido. Sin duda, fue la jugada que marcó el encuentro, ya que, si no hubiera ocurrido, tal vez el Espanyol hubiera conseguido al menos un punto; y su protagonista fue Kiko Casilla que, tras su gran fallo, se convirtió en trending topic en Twitter.

Aunque también es necesario recordar que el guardameta blanquiazul ha salvado a su equipo en varias ocasiones esta temporada, es más, fue convocado para la Selección Española de Futbol gracias a sus fantásticas actuaciones jornada tras jornada. 

Poco fútbol

Hasta que sucedió el gol tonto del partido, de ocurrir, no ocurría nada. El Espanyol tuvo un buen arranque en el primer cuarto de hora del partido aunque faltaba transformar los ataques en goles. No había oportunidades claras pero los periquitos se iban aproximando a la portería rival, más que los locales. El equipo iba aguantando, estaba bien posicionado, su juego era correcto pero tampoco ocurrió nada a destacar a parte del único tanto del partido.

La segunda mitad fue muy pobre, la gente se aburría, y no empezó a suceder nada hasta el minuto 62. Otro error, en este caso del medio del campo blanquiazul, autorizó a Chory Castro a hacerse con el balón y se dirigió hacia la portería visitante. Se hizo tanto a Arbilla como a Álvaro y se la pasó a Agirretxe, que en un mano a mano con el portero, falló su disparo.

Sergio González decidió que era la hora de hacer cambios a mitad de la segunda parte y entró Montañés por Víctor Sánchez, pero cuando se vio un cambio notable en el equipo fue cuando el uruguayo, Cristhian Stuani, saltó al campo. Fue entonces cuando el equipo empezó a funcionar. Pero los visitantes no acabaron de reaccionar hasta el final del encuentro, y solo pudieron llegar a través de tímidos remates de cabeza de Caicedo y Stuani que no lograron poner en apuros a Rulli.

Tal vez el Espanyol no se ha acabado aun de recuperar de la derrota del miércoles, aunque su entrenador ha defendido el papel realizado hoy por sus jugadores en el campo. Aún así, está claro que el equipo que se ha visto en la última semana – contra el Córdoba, el Athletic de Bilbao, hoy contra la Real - e incluso hace dos semanas en Getafe, no es el mismo de antes. Faltan ideas en ataque y solidez en defensa. Habrá que dar tiempo a los jugadores: quedar eliminados en las semifinales de una competición es un golpe duro, y más para una plantilla tan inexperta en estas situaciones.

El sábado que viene a las cuatro de la tarde, el Espanyol tendrá la oportunidad de dar un golpe sobre la mesa delante de su afición contra los terceros de la tabla, el Atlético de Madrid.