El FC Barcelona jugó una de sus mejores primeras partes de la temporada. El control fue absoluto: 45 minutos de acoso, ataque y buen fútbol. Y lo más importante, anularon el planteamiento ofensivo y defensivo del rival. Esta jornada el rival ha sido el Espanyol, el equipo que ha permitido al FC Barcelona jugar su mejor primera parte del torneo, el equipo al que el FC Barcelona ha anulado por completo

El partido acabó en el minuto 25 con el gol de Leo Messi, el segundo visitante. Luis Suárez fue el que asistió al argentino, pero lo hizo en fuera de juego. La bronca del estadio y de los jugadores fue brutal. Después el FC Barcelona siguió atacando y no llegó el 0-3 porque Kiko Casilla no quiso. El Espanyol estuvo por detrás todo el partido no solo en el marcador, sinó en el nivel de juego: la diferencia de nivel entre los dos equipos de la capital quedó de manifiesto durante todo el partido. 

Las posiciones ocupadas por los delanteros del Barcelona permitió trazar asociaciones de pases muy cerca de la portería. Así generó el peligro el FC Barcelona. Su primera llegada de peligro del Barça llegó en el minuto 5, con un balón que Neymar envió alto. La primera jugada de peligro del Espanyol llegó en la segunda parte porque en la segunda parte el Barça aflojó y jugó con uno menos: el árbitro echó a Jordi Alba con dos amarillas consecutivas, las dos por protestar. Esta superioridad la aprovechó el Espanyol para acercarse un poco al área rival, aunque parecía que el 0-3 iba a llegar antes que el 1-2. 

El mismo dibujo de siempre

El Espanyol ha encontrado su dibujo y los roles que ocupa cada futbolista sobre el terreno de juego. Esto permite que las rotaciones sean más fáciles; un simple intercambio de piezas. En base a esto (y a la baja por sanción de Víctor Sánchez), Sergio armó su equipo: Abraham y Cañas ocuparon el doble pivote. Los nueve restantes fueron los mismos que empataron contra el Levante. Esto significa dos cosas: la primera, que Sergio ya tiene un once definido. La segunda, que Abraham y Cañas siempre juegan juntos: Javi López y Víctor Sánchez son una pareja fiable; Abraham y Cañas, otra. Es decir, si no juega Víctor Sánchez, tampoco lo hace Javi López. 

El peligro que generó el Espanyol llegó por Lucas Vázquez, que tuvo la primera ocasión clara del Espanyol. Las otras dos las tuvo Stuani, que no las metió y sigue con su mala racha de cara a portería. Tampoco estuvo acertado Caicedo, aunque lo intentó más que Sergio García, que jugó un mal partido porque no generó peligro ni se asoció con los dos mediocampistas. Cedió la batuta a Lucas Vázquez. 

También la tuvo Víctor Álvarez, pero su control se marchó largo. El carrilero todavía no ha marcado un gol en esta temporada, su mejor como profesional porque no solo se ha asentado en el primer equipo sinó que además es titular. Un gol es lo que le falta para redondear su temporada de madurez. En el minuto 73 entró Paco Montañés, desterrado al banquillo en este final de temporada. Montañés también lo intentó. Los mejores minutos del Espanyol llegaron demasiado tarde, en los últimos compases de la segunda parte. Antes estuvo desaparecido. 

Duarte se asienta en el lateral

La temporada de Duarte también está siendo notable: Sergio González lo subió del filial y ha terminado como titular por méritos propios. Contra el Barcelona también fue titular, aunque poco pudo hacer en los dos goles del Barcelona. Tampoco los dos centrales, que se vieron superados por el ataque culé. La diferencia fue abismal entre los dos equipos y se debe a la calidad del Barcelona y al desconcierto del Espanyol, que solo perdió la timidez en los últimos minutos de partido. 

El partido lo vieron poco más de 30.000 personas en el Power8, una asistencia baja para un derbi. Llamaba la atención en la grada el hueco en el gol Cornellà: estaba vacío. Es el lugar que ocupan en el campo el grupo de animación más numeroso del Espanyol, la Curva, un grupo que cuenta con algunos miembros radicalizados. No animaron en todo el partido. De hecho, no estuvieron ni presentes. Era su forma de protestar por el trato del jefe de seguridad del Espanyol. 

Los jugadores del Espanyol repetían la misma idea en las ruedas de prensa previas al partido: Caicedo decía que iban a ir "a por ellos" y Lucas Vázquez que le "plantarían cara" al Barcelona. Nada más lejos de la realidad: ni fueron a por ellos ni les plantaron cara. El resultado solo se le puede atribuir a los jugadores, aunque la superioridad culé no les dio opción de hacer más. Con la derrota contra el Barcelona el sueño europeo se desvanece. El Espanyol no jugará en Europa el curso que viene.