Un revés en la final de la Copa de Campeones no ha mermado al Juvenil A del Espanyol. El equipo de David Gallego ha aplastado sobradamente a un Valencia descarado en la primera parte pero falto de ideas arriba.
El Espanyol salió a morder desde el comienzo. Pibe, Campuzano y Sarmiento probaron batir a Antonio pero poco pudieron hacer ante una buena defensa visitante.
Al poco rato de partido Pibe se lesionó. Lo que parecía una mala noticia al final fue algo positivo. La entrada del espigado Marc Gual propició que el Valencia dejara espacios entre líneas, algo que supo aprovechar el Espanyol.
Rubén Baraja no supo parchear el tremendo carril derecho que había dejado el Valencia y entre Melendo y Torito rebentaron la defensa
valencianista desde dentro. Un gran cambio de juego de Marc Roca dejó solo al lateral derecho espanyolista. Torito cedió al endiablado Melendo, que dejó sentados en una baldosa a los centrales visitantes, para luego fallar delante del portero.
El Valencia, en la parte ofensiva del juego, sí que estaba acertado. Las conducciones rápidas hacia la portería de Chus pillaron desprevenida a una defensa espanyolista totalmente volcada arriba. Hasta dos ocasiones gozaron los del murciélago con chutes potentes pero la mala suerte no se alió con el Valencia.
En la próxima jugada el que no perdonaría sería el Espanyol. Campuzano, que estaba haciendo estragos en la zaga visitante y al que le anularon un gol, recibió en el área para dejar solo a Marc Gual. El delantero periquito no falló ante Antonio.
Tras el paso por los vestuarios el Valencia dejó de existir completamente. Las pocas veces que los blanquinegros entraron en juego fue para poner de los nervios a David Gallego con faltas tácticas algo duras.
El Espanyol dio un monólogo en el segundo tiempo. Sarmiento dejó 
detalles de mucha calidad, Torito estiró al equipo y Melendo guió a los espanyolistas cuando no había ideas.
Cuando faltaba bien poco para el final y tras fallar varias acciones claras ante un Valencia que no daba más de sí Marc Gual se encontró con un balón blando a muchos metros de la portería. El ariete espanyolista se sacó un zapatazo que se rebotó en la misma cruceta.
De esta manera el Espanyol puso la primera piedra para hacerse con la Copa del Rey. La vuelta se celebrará el 24 de mayo.