El Espanyol pone patas arriba el Tirol

El Espanyol ha pasado por encima de un Colonia muy plano que solamente ha inquietado a Pau López en un par de ocasiones. El segundo equipo alineado por Sergio González ha continuado la senda de la primera parte y ha sacado los colores a los alemanes. Christian Alfonso ha abierto el marcador con una maravilla de media vuelta y Caballé, justo al filo del final, ha dado el latigazo definitivo.

El Espanyol pone patas arriba el Tirol
Foto: Colonia.
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Por Héctor Farrés

El Colonia y el Espanyol se parecen demasiado. La historia desborda por todos los costados, los continuos intentos por asentarse en Europa siempre han acabado en fracaso y los jugadores de más calidad duran más bien poco.  El conjunto alemán iba a ser el primer test serio del Espanyol. Un amistoso con sabor a examen teniendo en cuenta que el primer partido de pretemporada espanyolista acabó en 17-0.

El balón bailó por el tapete al ritmo del Espanyol. El Colonia quería tocar unos cuantos acordes, incluso chutó antes que los periquitos, pero Modeste, el músico principal, estaba demasiado solo arriba perdido en la defensa periquita. Aun así, Pau López tuvo que salir con todo para despejar un balón peligroso y dejar pasar un cañonazo del ariete francés.

Sergio González alineó a una de las parejas de centrales más jóvenes: Rubén Duarte, normalmente lateral izquierdo, y Lluís López. Modeste, pese a estar más solo que la una, se las arreglaba para deshacerse de los marcajes de los efebos periquitos. Si atrás el Espanyol pasaba algunos apuros arriba se creaban ocasiones con centros potentes y rasos tras buenas combinaciones en banda.

Burgui colmaba todas las acciones ofensivas del Espanyol. Mientras el extremeño hacía girar el juego periquito en torno a él Paco Montañés, que declaraba el otro día que tenía que reivindicarse, no hacía acto de presencia.

El Colonia, al contrario que Montañés, sí que reclamaba protagonismo. Los alemanes crecían alrededor de la pelota, los ataques se hacían más intentos y el dominio casi incontestable. Jordán se echó el equipo a la espalda para que el Espanyol tuviera más peso en el partido. Temple, buena lectura de los pases y paciencia. El mago de Palafrugell abrió algunos espacios y dio más protagonismo a un Montañés más despierto.

La ocasión más clara, pese al baile espanyolista, fue para los alemanes. Vogt se agachó todo lo que pudo para cazar un centro medido al que Pau López reaccionó perfectamente con las piernas. Una gran respuesta a las intensas gestiones para traer un portero que pueda sustituir a Casilla.

El segundo capítulo del encuentro trajo un gol del Colonia que, por fortuna, fue invalidado por fuera de juego. El Espanyol salió con un equipo totalmente nuevo y las piernas estaban todavía frías. Un medio error que no subió al marcador y que envalentonó a los periquitos.

Si no estaba Burgui para hacer daño por la banda estaba Hernán Pérez. El paraguayo puso la quinta cada vez que obtenía el balón en campo alemán para deshacerse de sus defensores. El nuevo fichaje del Espanyol estaba demasiado acelerado, quería gustar y certificar el dominio periquito. Lo mismo quiso hacer Mamadou. El senegalés, mucho más activo que Caicedo, fue al espacio para recibir el balón y dejar sentado al joven portero del Colonia. Vio la portería para él, quiso acercarse un poco más, que los defensores gastaran energía para nada pero cuando fue a introducir el balón cayó de bruces. Un castigo por esperar demasiado.

El Espanyol también escarmentó. El conjunto catalán fue aleccionado por un jugador propio, que tiene los días contados y que nunca ha gozado de la confianza de ningún técnico. Christian Alfonso templó un centro de Fuentes en el corazón del área y con la pierna contraria marcó a la media vuelta. Con este gol ya son cuatro tantos los que ha marcado el habilidoso jugador.

El Colonia estaba siendo atropellado por el Espanyol. Sin argumentos, con balones rifados y alguna acción peligrosa de Bittencourt. Nada más por parte de los alemanes. En cambio, los periquitos, sin saber acabar las jugadas, estaban siendo superiores en todos los aspectos. Al tercer intento de terminar lo empezado el cuero llegó a los pies de Marc Caballé. El canterano, que ha estado mucho tiempo sin jugar por una grave lesión, armó la pierna en estático para colocar con potencia el balón en la escuadra y cerrar el partido. Las cabras tirolesas - y la del Colonia - ya balan como la 'minoría'.