El lateral izquierdo ha entrenado con la máscara protectora de fibra de carbono personalizada que le cubre media cara para proteger la zona que le operaron la semana pasada. El defensa pasó el viernes por quirófano para restaurar una fractura del arco cigomático derecho, operación que le obliga a llevar protección durante las próximas cuatro semanas. La lesión se produjo en el partido contra el Avellino y todo indica que con la máscara podrá entrenarse junto a sus compañeros sin miedo a recibir un golpe en la zona afectada.
Aunque esta situación sea nueva para el futbolista andaluz, no lo es para el aficionado periquito. Durante la temporada 2012-2013, con Aguirre al mando del equipo, Cristihan Stuani recibió un duro golpe en el pómulo derecho ante el Granada y sufrió, casualmente, la misma lesión que Juan Fuentes. El uruguayo tuvo que llevar máscara también y su rendimiento mejoró sorprendentemente. Le trajo suerte, así como el hecho de pasar de jugar de 9 a la banda derecha del ataque. Marcó goles y dio asistencias. Aunque no solo su rendimiento mejoró, sino el de todo el equipo. Los blanquiazules empezaron a escalar posiciones desde que Stuani llevaba máscara, la racha del equipo cambió para bien. Cuando Aguirre llegó al mando, el equipo se situaba en la zona de descenso. Fue ponerse el uruguayo la máscara y el equipó remontó, hasta se situó más cerca de posiciones europeas que de segunda. Obviamente, a final de temporada los periquitos pincharon y no se volvió a hablar de Europa. Tal vez bajó el rendimiento porque Stuani dejó de llevar la máscara, o quizás no. La duda quedará para los más supersticiosos.
¿Ocurrirá lo mismo con Fuentes? El lateral ha sido uno de los jugadores más criticados durante esta última temporada, no cuenta con el apoyo total de la afición. Con protección o sin, la grada espera más del andaluz. Quizás el retorno de la máscara no sea del todo negativo.