A falta de pocos días para que se cierre el mercado veraniego de fichajes la plantilla del Espanyol va quedando definida. El conjunto periquito se ha movido tan bien como le ha dejado su mermada economía y los fichajes han dejado arreglado un equipo totalmente desmantelado. El Espanyol solamente tiene una ficha disponible - destinada a Pape Diop – y urge aligerar la plantilla. El primero en abandonar el primer equipo en la segunda fase de la ‘operación salida’ es Marc Caballé, que jugará la primera vuelta en el Espanyol B.
El canterano fue el primer jugador promocionado del Espanyol B pero al estar casi una temporada en el dique seco la desconfianza se había apoderado de Sergio González. Caballé no iba a tener minutos en el Espanyol pese haber cuajado una gran pretemporada en una posición que no le era familiar y se le comunicó que la mejor decisión que podía tomar era buscarse equipo para coger rodaje.
El Leganés se situó en las últimas semanas como el destino de Caballé pero finalmente ha quedado en agua de borrajas. Sin embargo, el abrerense sí que vestirá de blanquiazul, pero no será el del primer equipo espanyolista ni el de los pepineros. El canterano volverá al Espanyol B para tener minutos en una competición en la que puede destacar y, además, conoce al dedillo. Caballé jugará de nuevo en el filial, al menos, toda la primera vuelta aunque no está descartado que finalice la temporada en el Espanyol B si no le necesitan en el primer equipo y no le llega ninguna oferta suculenta de Segunda División.
El polivalente centrocampista ya se ha entrenado a las órdenes de Lluís Planagumà, aunque normalmente lo hará con el primer equipo, y podría entrar en la convocatoria para el partido contra el Reus. La vuelta de Caballé al Espanyol B supone un gran refuerzo en el centro del campo tanto a nivel defensivo como ofensivo.